Locales | 10 Oct Si bien se encontraba ya en funcionamiento por convenio entre la Asociación Civil Cielos Abiertos y el Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU) el centro CAIF Ardillitas fue inaugurado oficialmente en la mañana de ayer, en un acto que reunió a las familias de los niños que concurren, así como a la comunidad de la zona y la colectividad de la Primera Iglesia Bautista San Pablo.
El edificio en el que funciona el centro está ubicado en la calle Florida casi Cerrito, pegado al templo bautista. Claudia Fernández, presidenta de la asociación civil, destacó que Cielos Abiertos es el ala social de la iglesia, “una organización basada en principios cristianos que se constituyó para poder dar respuesta en forma más integral a la problemática que hoy enfrentamos como sociedad en general y como comunidad sanducera en particular”.
En este sentido manifestó que la intención con la que que surge es la de “atender dichas problemáticas que cada día se tornan más complejas”, buscando trabajar junto con los demás actores que “desde diferentes lugares intentamos mirar un poco más allá de nosotros mismos, y salir al encuentro del otro, tendiendo la mayor cantidad de puentes posibles”.
Fernández señaló que la comunidad ha realizado inversiones importantes “en acondicionar el edificio en general, pero en lo educativo en particular, a los efectos de hacer lo que justamente estamos haciendo hoy: tener un edificio en condiciones para dar y servir mejor a quienes son los vecinos de todos los días”.
Una particularidad de este centro CAIF es su dedicación a la atención de niños que proceden de barrios de la zona periférica de la ciudad, en especial el barrio sureste, para lo cual se dispone de un vehículo para transporte, lo que les valió el agradecimiento de las autoridades del plan que concurrieron al acto.
“Nuestro CAIF se integra hoy por niños de diferentes zonas de la ciudad, pero hace un esfuerzo especial por incluir familias de barrios que tienen menores oportunidades para acceder a un centro de estas características, por ello ha incluido un servicio de traslado, para madres de niños de entre 0 y 2 años, que puedan ser parte del programa de estimulación oportuna. También integra familias que viniendo de otras zonas de la ciudad sus padres trabajan y estudian en el entorno de nuestro CAIF”, indicó la presidenta, que además valoró el equipo técnico que se logró conformar con maestras especializadas en educación inicial, educadoras, psicólogas, psicomotricistas, trabajadoras sociales, cocinera y personal de limpieza, de quienes destacó el compromiso.

BUENA NOTICIA
El intendente Guillermo Caraballo aseguró que la organización va a encontrar el apoyo necesario en la comuna. El jerarca señaló que esta inauguración “es una buena noticia para Paysandú; es una buena noticia porque tiene una asociación civil con profundas convicciones cristianas, que se asoció con el Estado, con el INAU, para lograr esto, y va a tener en la Intendencia de Paysandú un buen socio para articular las políticas como debe ser”. Caraballo enfatizó en que “hay que articular las políticas y agudizar la inteligencia en el manejo de los recursos de forma transparente”. La directora departamental del INAU, maestra Elizabeth Ipar, en el mismo sentido que el intendente, expresó que se trataba de un día de fiesta. “Este CAIF viene a formar parte de los 24 centros con que cuenta Paysandú, con la atención de más de 3000 niños y niñas”, dijo.

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Esa cifra seguramente se ampliará en el breve plazo, ya que la directora de la División de Promoción y Desarrollo del plan CAIF, magister Natalia Ureta, adelanto la creación de un nuevo centro en el departamento, en la localidad de Chapicuy, entre los que se incluirán en el presupuesto quinquenal.
“Hoy tenemos 400 centros CAIF funcionando, atendiendo 52.000 niños a lo largo de todo el país y vamos por más; nos proponemos en este período de gobierno 140 centros nuevos para llegar a dar cobertura a 3000 niños más, que incluye los niños de modalidad de un año en atención diaria y Paysandú va a ser parte de ese proyecto”, adelantó. Con respecto al centro en Chapicuy, Ureta valoró que se ubique en una zona rural “donde también el acceso a los bienes de la cultura tiene que ver no solo con lo material, sino con la posibilidad de tener una biblioteca, un libro, un CD con música, técnicos para que trabajen con la familia, y por eso también nos proyectamos a seguir abriendo CAIF en la zona donde todavía hay casas que se inundan para que el departamento siga creciendo en calidad de atención a la población”.