Rurales | 13 Oct En el marco de la tercera conferencia Inter Regional CIGR sobre los Desafíos en Suelo y Agua, “Herramientas para el desarrollo”, que se realizó en las instalaciones de INIA La Estanzuela, expertos internacionales y nacionales analizaron los desafíos de gestionar las cuencas para un mejor uso del agua en los sistemas productivos.
Presentaron ponencias con visiones complementarias el doctor Lineu Rodrigues de Embrapa Brasil y el doctor Gerrit Carsjens de la Universidad de Wageninghen de Holanda.
A nivel mundial la población crece aceleradamente. En ese marco, es de rigor producir alimentos certificados, pero con costos accesibles para las poblaciones del mundo. Esto requiere implementar buenas prácticas y uso de tecnologías sin disparar los costos de inversión. Es así que el agua juega un papel fundamental.
Ambos conferencistas estuvieron de acuerdo en que muchas de las crisis de agua son producto de una mala gestión y no de falta de recursos. Es por eso que a nivel regional en América Latina, los distintos gobiernos están realizando estrategias de riego a largo plazo.
Así como Uruguay está implementando una estrategia de riego 2015–2030, en la jornada se habló de Argentina y su objetivo de duplicar el área de riego en los próximos diez años. Chile está en el mismo camino. También se hizo referencia a Brasil, país que ha realizado estudios sobre el potencial del riego que evidencian que en los próximos 10 años puede doblar el área de riego a 60 millones de hectáreas.
Asimismo fue tema de análisis un problema de carácter prioritario: cómo gestionar las cuencas para un mejor uso del agua en los sistemas productivos. En este contexto, Rodrigues alertó el hecho mundial de que la agricultura actualmente es multifuncional. Es decir, no simboliza solo producción de alimentos, sino la de fibras, energía, nutrición y salud. A juicio del experto, esto obliga a producir alimentos de mayor calidad. Hoy el mercado internacional y los consumidores demandan alimentos certificados, inocuos. Sin embargo la brecha entre quién consume y quién produce es cada vez mayor. En Brasil la agricultura representa el 28% del Producto Bruto Interno y da trabajo al 37% de su población.
La gran brecha a nivel mundial entre quienes consumen los alimentos y quienes los producen ha impulsado diferentes experiencias; en el caso de Holanda, Gerriet expuso algunos emprendimientos de producciones dentro de la ciudad, iniciativas a pequeña escala, “Producción de comida urbana” con el fin de que una actividad que siempre está lejos pueda traerse a las áreas urbanas, y mover la producción de alimentos dentro de las ciudades.
Con respecto a Brasil, en los últimos 30 años el aumento de la tierra para agricultura fue solo del 31%. Sin embargo, el rendimiento de esa tierra fue de más del 300%. Eso se debe al uso de la tecnología y del riego.
Los desafíos son entonces cómo hacer para que llegue esa tecnología al productor, dado que la intensificación es sostenible si llega a manos de los productores. Además el uso de las tecnologías de riego permite a nivel mundial adaptar la agricultura a la variabilidad provocada por el cambio climático, que anuncia climas más tropicales a futuro.