Locales | 17 Oct Finalmente Ancap confirmó que se derramaron 200.000 litros de gasoil al río Uruguay y que el golpe de un tronco, que rompió los manguerotes, provocó el derrame en la boya de descarga del ente en Nuevo Paysandú. El director del ente petrolero estatal, Juan Gómez, reconoció que se deberá corregir la comunicación y adelantó que continuarán las investigaciones a cargo de técnicos y buzos de la Armada, de los daños que se registraron en el lugar, una vez que el río retorne a su cauce.
“La causa fue un gran árbol, un gran tronco de 12 metros de largo y bastante diámetro que produjo la rotura en el mismo momento en que se estaban desacoplando los manguerotes. Ese fue el motivo central por el cual ocurrió esa desgracia”, dijo el jerarca.
El río aumentó a 6 metros y “eso obviamente impide que los buzos, quienes deben trabajar en condiciones óptimas, puedan bajar para realizar la tarea como corresponde. Descendieron la semana pasada y detectaron algunas roturas pero la magnitud total de lo que hay que reparar y el tiempo para hacer esa reparación no lo tenemos estimado”, añadió. Según Gómez, el organismo solicitó un informe pormenorizado para mejorar los protocolos de actuación, en tanto “tenemos que aprender la lección de lo que ocurrió, es decir, hay que ver cómo mejoramos la comunicación entre todas las partes que tenemos responsabilidad en esto –Ancap y el resto de las instituciones-- y tenemos que ver desde el punto de vista de los mecanismos de la operación si hay que tomar más medidas, sobre todo cuando está anunciado un temporal”. Resaltó la necesidad de “mejorar esta boya que tiene más de treinta años en ese lugar, para ver cómo podemos asegurar mínimamente las condiciones de operación y sean las que permitan trabajar con eficiencia”.
El director del organismo relató que “las bombas trabajan a una muy alta presión y se cuentan con medidores en los tanques. Ese es uno de los aspectos a corregir con la instalación de una mayor cantidad de monitoreos en línea que permitan detectar que al momento de ocurrido un incidente –porque en este caso se detectó una baja en la presión de carga-- y eso no permitió un correcto fluido del líquido por las cañerías. En este caso se buscarán mecanismos de control más estrictos y cortes más abruptos. Es decir, en el mismo momento en que se detecte una situación de ese tipo, resolver el corte”.
Gómez remarcó que se deben mejorar los tiempos de alerta y respuesta, en tanto transcurrieron al menos 15 horas desde que ocurrió el derrame hasta que OSE exhortó a no consumir el agua. Ante el hecho que ocurrió en la madrugada y “si bien se actuó bastante rápido en parar la descarga, recién en horas de la mañana, cuando se desconectaron los manguerotes, recién ahí se comenzaron a apreciar algunos vestigios de aceite que implicó al presencia de gasoil en el río”. Destacó que “Prefectura estuvo permanentemente desde antes del inicio de la operación en los buques de Ancap, durante la descarga y hasta la mañana y a OSE se avisó en la tarde. Eso es así y es un tema que tenemos que corregir”.