ELIMINATORIAS

Deportes | 19 Oct La realidad de la selección uruguaya de fútbol en su inicio en las eliminatorias no deja de ser extraña si se tiene en cuenta que la Celeste sumó dos victorias en otros tantos partidos, que lleva 5 goles a favor y no ha encajado anotaciones, lo que le permite ser líder del extenuante torneo que clasificará a los cuatro primeros al Mundial 2018, y que al quinto le brindará un cupo para el repechaje.
Tras este comienzo soñado nadie se ha preocupado por las enormes ausencias de Uruguay, como la de Luis Suárez, Edinson Cavani y Egidio Arévalo Ríos (los dos últimos volverán en la próxima fecha y al delantero del Barcelona todavía le restan dos para cumplir de sanción). Y tampoco se ha hecho hincapié en lo que le sucede habitualmente a la Celeste: no maneja la pelota.
Esta vez Uruguay fue contundente. Fue y ganó por primera vez en la altura de La Paz, y luego destruyó a Colombia como local. Y las estadísticas indican que, por el momento, la Celeste es el líder sin pelota.
Los números dados a conocer por Data Factory indican que de todas las selecciones que compiten en las eliminatorias, el puntero (por diferencia de goles) es el que menos tuvo el balón en su poder.
En Bolivia, el equipo de Oscar Tabárez tuvo el 33 por ciento de tenencia de pelota, y ante Colombia el 40 por ciento. Uruguay es líder no solo en la tabla sino también en ese aspecto, mientras que su antítesis es Argentina, que redondeó un 65 por ciento de tenencia de pelota, lo que le sirvió de poco: perdió ante Ecuador y empató frente a Paraguay.
Uruguay también es el equipo que hizo menos pases correctos: 208 frente a los 745 de Argentina. Y en cuanto a los remates al arco se ubica algo mejor, con 20, debajo de Bolivia, Brasil, Ecuador y Chile, e igualando la línea de Argentina.
Este inicio de eliminatorias muestra prácticamente las mismas características del Uruguay de Tabárez en cuanto a no tener el balón, esperar al rival y limitarlo, pero hay una enorme diferencia con respecto al comienzo de eliminatorias anteriores: la efectividad, lo que le permite a Uruguay vivir un comienzo soñado, aunque le queda mucho por delante.