Paysandú, Domingo 25 de Octubre de 2015
Rurales | 18 Oct Las condiciones climáticas del otoño “repercutieron en el estado de las pasturas y el rodeo, situación que se visibilizó en el último tercio de gestación”, señaló el técnico del Instituto Plan Agropecuario ingeniero agrónomo Esteban Montes.
Pensando en preñar los vientres, describió las diferentes opciones de manejo de acuerdo con las categorías y puntualizó: “como primera medida, debemos reconocer cuál era la situación anterior. Debemos tener en cuenta que hubo un alto crecimiento de pasto en el verano y no hubo crecimiento en otoño e inclusive hubo una importante seca en algunas zonas. Esto hizo que se ingresara al invierno con pasturas de muy baja calidad en los casos que había disponibilidad y en otros casos se ingresó sin disponibilidad de forraje”.
Para Esteban Montes, el ganado se mantuvo bien en la medida que no comenzaron a tener altos requerimientos. “Cuando ingresaron en el último tercio de la gestación y el parto, comenzó a complicarse. La situación más complicada es la de las vaquillonas preñadas, ya que es la más sensible debido a que todavía se encuentra en pleno crecimiento y tiene por ende mayores requerimientos que el resto de los vientres. En muchos casos, el estado de los animales representaba la situación real, dependiendo de cuál era su estado previo y la disponibilidad y calidad del forraje”.
QUÉ HACER
Para el reconocido profesional, “hay que tomar conciencia de esta realidad, teniendo en cuenta que la primera cría es la más sensible y la que manifiesta los menores resultados reproductivos al segundo entore”.
Por lo tanto, hay que tener un tratamiento diferencial con este ganado, “manejarlo aparte del resto de los animales para poder evaluar su estado. Posteriormente definir las medidas a tomar en función de esa realidad. Recordar que la respuesta al destete temporario en los vientres que parieron por primera vez responde si los animales están muy bien (con una condición corporal mayor a 4 y en ascenso)”.
Entiende que una buena medida a tomar “es hacer un diagnóstico de actividad ovárica para ver qué está pasando en esta categoría y tomar decisiones en función del resultado. A aquellos vientres que estén en anestro profundo, se les puede hacer destete precoz y los que están en anestro superficial y si se tiene buena pastura, destete temporario”.
Aclaró que “también funciona muy bien el flushing con 2 kilos de afrechillo de arroz por vaca por día, durante 30 o 40 días, mientras se realiza el destete temporario, pero en vacas con condición corporal mayor a 3”.
EL RESTO
Luego de haber hecho el boqueo para descartar aquellos vientres que no se vayan a servir nuevamente y definir las que van a dar su último ternero, “se pueden clasificar por condición corporal”, manifestó Esteban Montes. Explicó que “se apartan aquellas vacas que tengan una condición inferior a 4, conjuntamente con las vacas de primera cría, y se les puede realizar el mismo manejo, destete temporario, flushing o destete precoz”.
VAQUILLONAS
Las vaquillonas que se van a entorar constituyen una categoría que ha sufrido la situación climática adversa y la disminución en la calidad de las pasturas, por lo que su desarrollo no ha sido el deseable. Estamos muy cerca del comienzo del entore y lo fundamental es preñar esta categoría lo más temprano posible si van a permanecer en el predio. Por lo tanto, hay que tener mucho cuidado con lo que se hace. Apurar aquellas vaquillonas que estén muy lejos del peso de entore con una pastura mejorada o con suplementos las hará engordar, pero no acelerará el desarrollo desde el punto de vista sexual y no se van a alzar temprano.
Entiende que es importante clasificar los animales en función del peso. “Aquellos que pesen menos de 250 kilos se tienen que descartar para este entore. Al resto podemos darle un manejo diferencial, realizarle un tratamiento sanitario para parásitos gastrointestinales y para saguaypé, aprovechar octubre y noviembre para prepararlos. Si no invernan lo que sobra, se pueden preparar igual y después venderlas preñadas”, dijo.
EL FUTURO
Pensando en el futuro, Montes explicó que “al momento de hacer el diagnóstico de gestación en el otoño o incluso antes, podemos ir tomando decisiones. Se pueden hacer varios diagnósticos para detectar lo antes posible las vaquillonas preñadas e ir apartando el resto”.
Esas vaquillonas que se preñan tarde pueden tener varios destinos. “Si es necesario quedarse con ellas, se puede ir preparando para el año que viene, pero se debe realizar, por ejemplo, destete precoz para poder preñarlas nuevamente; si no se precisan, se venden”.
“El proceso de cría es un proceso largo y siempre nos lamentamos de eso. La pregunta que nos hacemos es ¿por qué esperamos a último momento para tomar las decisiones? En general, ese último momento es el entore, cuando todo está jugado”, explicó el profesional.
Indicó que “tenemos mucho tiempo, por lo tanto hay que aprovecharlo para tomar las decisiones para anticiparse a los acontecimientos. Hay que levantar la mira para poder mirar más lejos del momento y tomar decisiones en función de eso”, sostuvo.
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