Paysandú, Domingo 25 de Octubre de 2015
Deportes | 21 Oct En los últimos tiempos decidieron renunciar Mariano Cáceres, Mario Burgos, Néstor Velázquez y Carlos Velázquez. Todos por serias diferencias con el manejo y sobre todo de los números. Quedan todavía nombres por el camino, pero ahora el que pegó el portazo y dejó de integrar el Consejo Directivo Central de la Liga de Fútbol fue Julio Garrasino.
En la reunión del lunes el tesorero planteó la inquietud por una deuda con Estudiantil por el lavado de la ropa de la selección Sub 15 (el dinero fue acreditado), así como que no se enviaba leña para la caldera, lo que despertó la reacción de la secretaria Sylvia Soza. Allí apareció alguna sonrisa de más por parte de la dirigente, ante lo que el tesorero pidió respeto, y Soza planteó su molestia sobre por qué no fue convocada para elaborar el proyecto a presentar en el Presupuesto Participativo (lo realizaron Garrasino y los delegados Cardozo y Caballero), cuando ella tenía experiencia. Pero todo explotó cuando señaló que el vice Juan Elliot y el propio Garrasino habían actuado de mala fe al reunirse con los futuros técnicos de las selecciones Sub 14 y Sub 18, sin avisarle.
La secretaria volvió a tirar sonrisas en el aire, ante lo que el tesorero decidió retirarse. "Se va por vos", le dijo a Soza la delegada Caballero, aunque tuvo la defensa del presidente.
Garrasino se fue anunciando que ponía en duda su continuidad en el Consejo. Pero ayer confirmó que no seguirá, salvo que pudieran darse un par de condicionantes que considera prácticamente imposibles: "Lo mío es claro: la única forma que tengo de volver es que no esté esa señora y que el tesorero sea yo, acompañado por el presidente. Que firmemos los dos juntos".
Garrasino aguantó hasta donde pudo. Como le pasó al resto de los dirigentes que fueron acercados por el presidente pero terminaron alejándose molestos con el manejo de la Liga.
Más allá de lo que consideró una falta de respeto en la sesión del lunes, hay otro punto que no es menor: como tesorero Garrasino nunca pudo hacerse cargo de los números, dado que todo lo que tiene que ver con gastos, pagos y demás pasan por las manos de Soza, según se explicó.
En las últimas semanas el dirigente se hizo cargo de la comisión que tenía como objetivo realizar una serie de mejoras en la sede de la Liga, que se han llevado a cabo con éxito. "En una primera etapa quedó todo en condiciones, y no toqué un peso con mis manos porque llamaba a la secretaría y allí se pagaba. Los números estuvieron siempre a la vista y sin tocar un peso. Ahora: el resto de los números de la Liga nunca pasaron por mí".
Más allá de lo sucedido, Garrasino dejó en claro que "he cosechado buenas palabras y apoyo de afuera y adentro de la Liga, porque con el resto de los integrantes está todo impecable, al igual que con los tres empleados de la Liga".
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