Locales | 26 Oct Con todo el color y la frescura de la naturaleza, se cumplió una nueva edición de “Paysandú, flor de ciudad”, con una plaza Constitución que se convirtió en un gran vivero para que miles de sanduceros se pusieran al día con la infinidad de plantas que se presentaron. También fue un atractivo interesante la presentación de la Banda Municipal “José Debali” que, con la Basílica como telón de fondo, ofreció durante una hora canciones a dos voces, o más, cuando la gente coreaba también los temas populares.
Como otros años, se buscó la mejor forma de exhibir tanto plantas como flores, permitiendo a todos quienes visitaron el lugar la posibilidad de reconocer los cientos de variedades que ofrecen los viveros sanduceros. Desde las características plantas de estación, cargadas de flores multicolores, hasta árboles frutales, pasando por rosales y jazmines, la oferta fue tan grande que muchos terminaron llevándose algún espécimen. Particular éxito tuvieron también los pequeños cactus. En cuanto a los accesorios, también se cubrían muchas expectativas, con varios tipos de macetas, insumos para jardinería, y llamativas fuentes de agua.

FUERON 37 PUESTOS
Dentro de la plaza se ubicaron 28 puestos de floristas y viveristas, mientras que por 18 de Julio se instalaron otros nueve estands comerciales, con la oferta de accesorios para el jardín o el fondo, con muebles de jardín y de interior y también los artesanos, algunos que integran el grupo del Paseo del Mercado y otros que simplemente se ubicaron allí con sus trabajos manuales. También, y en apoyo a Asdopay, se instaló una suerte de “plaza de comidas”. Ninguno de los expositores paga para estar allí, en tanto reciben también otros apoyos de la Intendencia.
El vivero municipal tuvo también su papel, mostrando a los sanduceros el proceso de las plantas que se utilizan para el ornato público, con muchas especies autóctonas. También había grandes carteleras y banners donde se podía ver la fotografía de una planta o arbusto junto a su descripción.
César Gutiérrez, de la Dirección de Gestión para el desarrollo dijo a EL TELEGRAFO que “la contrapartida de los viveristas a la oportunidad que les da la Intendencia fue donar una planta cada uno, que serán para el espacio físico del Paseo del Mercado, es una devolución que hacen de esa manera”. Además, “cooperamos con el armado de los gazebos y también el traslado de algunos de los productores viveristas a los que se le dificulta por la lejanía y necesitan locomoción para el traslado de las plantas. Para la logística tenemos un camión y dos camionetas”, especificó.

DE CIUDAD E INTERIOR
Entre los viveristas, “hay de Porvenir, Quebracho y otras zonas aledañas”, y tienen diferentes características, ya que “hay viveros comerciales, pero también los hay de producción familiar, que son unos diez”.
Gutiérrez explicó que “trabajamos con mucha coordinación entre las direcciones de la Intendencia que participaron en la organización, como Alumbrado Público, Obras, Tránsito, Cultura, con todos comprometidos para la realización de este evento y hubo más de treinta funcionarios trabajando en estos dos días y los previos”. Las tareas que se cumplen corresponden al alumbrado público y la instalación de artefactos eléctricos, armado y desarme de los estands y la limpieza y cuidado del lugar.
Para el año que viene, “ya estamos planificando que seguramente será más grande que esta, que tuvo dos o tres productores más. Y parece más grande porque los espacios se utilizaron de diferente manera”.