OPINIÓN

Locales | 01 Nov DIOS ESTÁ EN TODAS PARTES, PERO ATIENDE
EN MONTEVIDEO A TRAVÉS DE VÁZQUEZ
Con respecto a los medicamentos de precios elevados, en su mayor parte oncológicos, en el último presupuesto se legisló cerrando la única puerta que permitía a través de un juicio hacerse de los mismos; logrando una expectativa más de vida al obligar su entrega sin importar el costo. Esto lo tiene muy claro el Dr. Tabaré Vázquez, quien en el caso de un niño hace poco tiempo atrás ordenó por la vía de la excepción entregarle los medicamentos necesarios, lo que me parece muy bien; pero ¿por qué unos si y otros no? Esto me recuerda al Imperio romano, donde el Emperador desde su trono les subía o bajaba el pulgar a los cristianos que se hallaban en la arena. El artículo 44 de la Constitución especifica que se debe entregar estos medicamentos, con lo cual una vez más se la está violando.
También votó el FA y por supuesto acompañó la diputada sanducera, que no se paguen los juicios perdidos por el Estado hasta que en un futuro sean presupuestados. Como que ya no son largos los trámites judiciales, se deberá seguir esperando unos cuantos años más a pesar de tener la razón otorgada por el Poder Judicial.
Copay y el Interior una vez más relegados: el boleto para estudiantes y jubilados tan solo se subvencionará a la empresa en un 50%, mientras que a Montevideo se le subvenciona un 100%; esto hará que este sector se desfinancie más de lo que ya lo viene haciendo en el Interior. Como si fuera poco, la IDP pretende regalar el inmueble de la terminal una vez creada la nueva. O sea, el intendente quiere regalar lo que tan solo se le ha otorgado a través del voto el poder de administrar por 5 años, y después quiere un préstamo (fideicomiso) por 15 años que afectará a cuatro legislaturas. Con la venta de este inmueble perfectamente se podría paliar por un buen tiempo el déficit provocado a Copay por el gobierno central, que sería como oxígeno para un moribundo.
Mientras tanto se habla de progresismo solidario, pero lo que este gobierno populista llama solidaridad no es más que el antiguo negocio de la compra de votos en los puntos neurálgicos de más conveniencia para sus intereses, que no solucionan el problema de raíz sino que por el contrario se trata de mantenerlo fomentando la falta de educación y así tener un caudal electoral cautivo. Coherente con este razonamiento, ya sea por disciplina partidaria o por autoconvencimiento de esta política totalmente electoralista, antisolidaria y centralista, la diputada Bottino poniendo distancia de sus colegas sanduceros, convalidó con su brazo enyesado este patético mandato presupuestal.
Javier Pizzorno
Edil del Partido Nacional