Rurales | 08 Nov Los anuncios de precipitaciones por encima de lo normal para los meses venideros pueden ser de impacto negativo en la producción ovina. Por tal motivo desde el Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) y el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) se exhorta a que los productores cuiden bien a sus ovejas y corderos, solicitándoles además que se esfuercen para mejorar su producción.
El presidente del SUL, Alejandro Gambetta; el jefe del Área de Transferencia de Tecnología del SUL, Adolfo Casaretto; y el jefe del Programa Carne y Lana del INIA, Gabriel Chiappesonni, brindaron una conferencia.
En diálogo con EL TELEGRAFO, Casaretto explicó que “Gambetta repasó las fortalezas del rubro, la buena situación del momento en cuanto a precios y mercados y productividad, con hincapié en la buena señalada y la cantidad y calidad de la lana que se está cosechando, un poco más fina pero un poco más liviana”.
En el marco de valorizar la productividad y el buen momento del rubro ovino, el ingeniero Chiapessoni del INIA, y en representación del INIA Grass, “confirmó que las probabilidades de lluvias en el próximo trimestre indican que serán más copiosas que el promedio histórico”. Respecto a las recomendaciones y sugerencias técnicas efectuadas para afrontar de mejor manera este efecto climático adverso, “primero es hacer algo distinto, con mayor seguimiento y mayor dedicación al rubro en esta coyuntura”, dijo Casaretto. Se refirió a la necesidad de “hacer recuentos más periódicos, aparte de brindarle mayor atención a los animales más vulnerables, porque ante una situación distinta, me parece debemos hacer cosas distintas, que es lo que sucede con el vacuno cuando hay sequía, y que demanda más actividad y seguimiento”. El segundo aspecto es “preparar potreros forrajeros dentro del establecimiento más aptos para el ovino”.
Entiende que en el destete, “cuando vienen lluvias extremas, el productor intenta detener el cosechar el pasto en todos lados, esto finalmente resulta infructuoso y terminamos con un sistema en donde todos los potreros tienen mucho pasto, generando que el ovino esté concentrado en áreas más duras y refuerza problemas sanitarios y nutricionales”. De ahí que la recomendación efectuada por Casaretto sea “especializar áreas para el pastoreo de las majadas en los campos”.
También destacó la incorporación de tecnología del análisis coprológico “como indicador objetivo temprano y certero de la carga parasitaria, sobre todo lombricocis, cuando viene la pluviosidad acompañada de altas temperaturas, lo que todavía no ha sucedido porque las temperaturas son bajas y la productividad del ovino ha sido buena. En la medida que empiece a calentar y a llover, probablemente los inconvenientes parasitarios serán importantes”.
Sostuvo que habitualmente el productor “espera a ver los síntomas --paperas, anemias, diarreas, pérdidas de estado, inclusive muertes-- para tomar acciones de combate de lombrices. Ya ahí las pérdidas están producidas y los animales están muy parasitados y el campo también, por lo que al antihelmíntico le va a costar mucho más bajar esas cargas”. Para eso, la propuesta del SUL “es apoyarse en el análisis de materia fecal. Por suerte tenemos una red de laboratorios veterinarios en todo el país, y en particular en Paysandú, que nos pueden solucionar este tema, para tempranamente detectar el nivel de infestación”. Agregó que el coprológico “permite realizar en 10 a 12 días pos dosificación, y tener la certeza de saber la eficacia del tratamiento aplicado”.

DESTETE
El destete es un episodio “que está muy cerca y se nos viene para fin de año y el mes de enero”, explicó el médico veterinario, “cuando el cordero pasa a ser la categoría prioritaria”. Para esto destacó el tema de “las pasturas y la posibilidad de vacunar contra la boquera, una enfermedad viral que se previene muy bien con vacuna, además de vacunar contra la clostridiosis (mancha y gangrena), porque el exceso de verde también genera mayor prevalencia de estas patologías”.
Señaló que el cordero que llega al destete “con tres meses y medio o cuatro y con menos de 20 kilos es un animal más sensible y delicado, requiriendo una atención especial. Hay mucha tecnología de manejo, de sanidad y sobre todo de alimentación como para que se ponga en condiciones productivas y se recuperen esos animales más débiles”.

CRECIMIENTO
La posibilidad de crecimiento del rubro es a través de productores que “ya tienen ovinos”, subrayó el profesional. “Hay mucho margen para ingresar stock en gente que tiene la infraestructura y campos aptos para el ovino, y ahí puede ser el futuro crecimiento del rubro”.
Consideró que ha sido importante la inclusión del cordero pesado en los “puentes verdes”, citando el caso del departamento de Paysandú, con “experiencias exitosas observadas recientemente tras las jornadas realizadas por el ingeniero agrónomo Marcelo Grattarola. A esto se suman casos de muchos agricultores que el cordero pesado le encaja muy bien en su puente verde y hay una posibilidad de expansión importante del rubro en esos sistemas, siempre y cuando los productores aporten corderos que sería la materia prima restringida”.

BRASIL
El presidente del SUL, Alejandro Gambetta, señaló en la conferencia que a pesar de la devaluación que hubo en Brasil, este país “sigue comprando carne ovina y pagando buenos precios. En lo que es volumen estamos bastante por debajo de lo que era el año pasado --en la mitad--, en parte porque tenemos una menor producción de corderos y porque hay mayor retención de hembras en los predios. Ese es un signo positivo hacia adelante, a pesar de que sabemos que tuvimos una caída en el stock cuando cierre Dicose”.
El titular de la institución lanera acotó que “los productores siguen reteniendo las corderas y eso genera un menor volumen de carne ovina para exportar, pero muestra un futuro promisorio”.