Opinion | 07 Nov Durante su reciente visita a Paysandú, el ministro de Transporte y Obras Públicas, Víctor Rossi, confirmó lo manifestado en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda de la Cámara de Senadores sobre el tema del boleto de estudiante, en el sentido de que “se ha generado un desfasaje” entre Montevideo y el Interior en lo que respecta a los aportes en los subsidios para las empresas , naturalmente en desmedro de las que operan al norte del Santa Lucía, como es la norma del centralismo montevideano.
El secretario de Estado indicó a EL TELEGRAFO que comparte “que las políticas en materia de estudiantes tienen que ser armónicas y apuntar en la misma dirección. La verdad es que hemos estado buscando soluciones para ver si podemos encontrar caminos en forma gradual para lograr esto”.
Aseguró que “empezamos por decir que no somos partidarios de las transferencias para el cien por ciento, porque eso elimina todo incentivo de contralor y, entonces, nadie se preocupa si el que viaja tiene o no derecho a la bonificación. Creo que hay que bajar del 100%, y en relación al 90% o al 85%, hay que dar la pelea para que se extienda el subsidio en general”, lo que no indica si este incentivo de contralor se está aplicando efectivamente en Montevideo, o si solo va a regir, y si puntualmente regirá para el caso del Interior.
El punto es que desde que se instrumentó esta medida --que obviamente fue pensada para Montevideo-- se han volcado millones de dólares a subvencionar a las empresas capitalinas, con fondos provenientes de aportes de todos los uruguayos, y en el mismo período han sido postergadas las de tierra adentro.
Ocurre además que no solo se da en esta problemática, sino que como bien se ha denunciado desde Copay, hay préstamos y concesiones especiales que no se filtran hacia el norte del Santa Lucía, incluso con manejos dispendiosos sin que sean llamados a responsabilidad, y casos como otras empresas “que consiguieron préstamos del Fondes y compraron chasis en Argentina y los encarrozaron en Brasil; y nosotros nunca supimos de esos préstamos para cambio de flota”, según reveló el presidente de la cooperativa, Alvaro Delpino.
En la misma línea va el director de Tránsito y Transporte de Canelones, Marcelo Metediera, quien subrayó que el transporte urbano de Montevideo “tiene un subsidio para los boletos de los estudiantes, de los jubilados, de la propia Intendencia y del MEF. Entre el subsidio del MEF y de la IMM debe andar por los $ 120 millones mensuales. Canelones no tiene subsidios como tiene Montevideo”. En tanto respecto a un segundo fideicomiso del boleto, sostuvo que “estuvimos hace 20 días con el Ministerio de Transporte, que fue el único que nos dio un Ok. El MEF nos atendió la llamada pero nunca nos recibió. El directorio de Ancap nos atendió la llamada y nos recibió, pero nada más. Se mira y se mide solo por Montevideo”.
Es decir, que continúa actuando en función del “país” de Montevideo, solo para confirmar que no hay nada nuevo bajo el sol, más allá de los eslóganes.