Paysandú, Sábado 14 de Noviembre de 2015
Locales | 12 Nov Las condiciones de seguridad de los trabajadores municipales, sacar las dependencias de una zona inundable de la ciudad y la recuperación de un espacio para el paseo costero fueron las razones que pesaron en la decisión --ya adoptada en la comuna-- de trasladar Vialidad, Construcciones y Alumbrado Público desde su emplazamiento actual.
Así fue confirmado a EL TELEGRAFO por el director de Obras de la Intendencia Departamental, arquitecto Gonzalo David De Lima, quien agregó que las conversaciones están adelantadas para pasar a ocupar dos galpones ubicados sobre una calle interna, al oeste de la planta de Ancap, en Nuevo Paysandú, a los fondos del Polo de UTU.
“Nosotros ya avanzamos en la negociación con Ancap para que nos ceda una serie de galpones de la vieja fábrica de alcoholes. Ahora estamos avanzando en la parte del comodato, la parte legal de las autorizaciones que corresponden”, indicó.
“Uno de los motivos principales que se tuvo en cuenta es la parte de la seguridad de los trabajadores: en las condiciones actuales en las que estamos en la Dirección de Vialidad hay cuestiones de seguridad que son muy complicadas, entonces, en ese sentido, se gana en gran medida. Esa es la principal fundamentación del traslado”, explicó el jerarca.
Con respecto a los plazos para llevar a cabo el traslado, el director dijo que hay una idea tentativa, “que es el año que viene en los primeros meses ya estar operativos en el nuevo lugar, por lo tanto, en lo que queda del año avanzaremos en la logística del traslado, porque la demanda que implican los distintos frentes de trabajo no nos permite tener mucho margen para dedicarle a esto”.
INSALUBRE
David de Lima destacó que la nueva ubicación tiene buenas instalaciones, tanto edilicias como eléctrica y sanitaria, situación que contrasta con la realidad de la ubicación actual, que EL TELEGRAFO tuvo oportunidad de recorrer junto al director y al asesor letrado de la Intendencia, doctor Federico Álvarez Petraglia.
En la visita a los galpones actuales, se apreció la falta casi absoluta de los vidrios que cierran la parte superior de la estructura, al igual que la falta de numerosas chapas, que hace que los trabajadores tengan que realizar su tarea prácticamente a la intemperie o que directamente no la puedan hacer, ya que hay parte de la instalación eléctrica al alcance de la lluvia. Los pisos, que alguna vez fueron de hormigón, presentan tal deterioro que prácticamente hoy son de tosca.
Como agregado, hay condiciones de salubridad cuestionables, como una fosa en el sector de servicio de la maquinaria que está inundada y con numerosos desperdicios, evidenciando que no se ha utilizado en mucho tiempo. También se puede apreciar que en esos mismos galpones los trabajadores procesan alimentos, así lo evidencia una sartén con grasa que se encuentra sobre un improvisado brasero. Álvarez Petraglia comentó que si fuera un establecimiento privado y viniera una inspección del Ministerio de Trabajo, probablemente se dispondría la clausura del establecimiento y se formularía una denuncia. En tal sentido, manifestó que el Estado, por la Intendencia en este caso, es quien debe predicar con el ejemplo en cuanto al respeto a las normas.
EN LO SECO
Otra de las ventajas que se consideró es que el nuevo emplazamiento no es inundable. “La zona donde está ahora está muy próxima al río y tiene ese problema: cuando el río sube, siempre estamos con el corazón en la boca, por decirlo de alguna forma. Si el agua nos ingresa, nos quedamos sin operar cierto tiempo y después todo lo que implica reinstalarse para volver a funcionar”, señaló David de Lima.
Otro de los puntos que se consideró fue la intención que existe en la comuna de agregar infraestructura al paseo costero. “Es incompatible el paseo costero con el tránsito de maquinaria vial pesada, que está pasando por ahí”. Quien acierte a pasar por la zona podrá apreciar los trabajos para la apertura de una calle, que forma parte de un replanteo de la zona que apuesta a mejorar las condiciones de seguridad y de circulación en el conocido como Paseo de los Niños.
Con respecto al proyecto para la ampliación del paseo costero, David de Lima señaló que todavía no está definido el destino que tendría esa infraestructura que quedará ociosa, pero cualquier idea debe considerar que se trata de un sitio inundable.
A RESOLVER
El cambio de ubicación implica una serie de asuntos a resolver. Uno es el de los trabajadores que tendrán que desplazarse hasta Nuevo Paysandú para ir a su puesto de trabajo. En tal sentido, el jerarca indicó que se están estudiando algunas opciones. El pago de viático está descartado porque el lugar se encuentra dentro de los límites de la ciudad. Las alternativas son un servicio de transporte colectivo o el abono de alguna compensación, pero aún no está definido.
“Se viene avanzando bien, ya se está en intercambio con el sindicato, lo ven de forma favorable y estamos en este proceso de readecuación”, explicó. Para compensar el problema que supone la distancia hasta la base para el desplazamiento de maquinarias, se ha planteado mover las máquinas en chatas. El otro problema que hay que resolver es por dónde circularán las máquinas, es decir, definir un circuito que se emplee para desplazarlas de un extremo a otro de la ciudad.
“Eso lo vamos a evaluar, la Roldán nueva tiene una limitante: no se puede circular con camiones. Eso lo tendremos que resolver sobre la marcha, pero estamos avanzando con la parte de las chatas viales para el traslado de la maquinaria, que es un debe que se tenía, justamente, para evitar que la maquinaria de menor porte ande circulando a una velocidad que no es conveniente”, explicó.
OCIOSOS
Los galpones que pasarán a ocupar las dependencias comunales tienen una superficie techada algo menor que la que se dispone hoy, pero las condiciones de la estructura son mejores, ya que si bien hay temas a solucionar, son más que nada de mantenimiento, como la desobstrucción de un desagüe, renovar la instalación eléctrica y resolver algunas goteras.
Son dos galpones de 50 metros de largo por aproximadamente 20 de ancho, uno de ellos está en desuso con maquinaria y algunos elementos de repuesto. El otro es un depósito donde funcionaba el almacén de la planta, allí se encuentra repuestos de todo tipo, desde elementos de seguridad a piezas de recambio, tiene una estructura administrativa y una batería de baños.
La intención es realizar una nueva salida por lo que hoy es el fondo de los galpones, que da a una pequeña calle lateral de tosca que desemboca al camino de acceso a unos 200 metros de Avenida de las Américas. La Intendencia realizará un cercado para aislarse del resto de las instalaciones de la petrolera y una explanada que funcionará como playa de estacionamiento para la maquinaria.
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