Policiales | 14 Nov Un grupo de casi 40 personas intentó impedir que la policía trasladara detenidos a tres menores, poseedores de anotaciones policiales, sospechosos de haber tenido participación en un arrebato. La turba, enardecida ante la presencia oficial, lanzó piedras de gran porte y ladrillos contra los efectivos de la Seccional Tercera, quienes debieron solicitar apoyo a sus pares de Radio Patrulla, los que también fueron amenazados.
De acuerdo con información extraoficial obtenida por EL TELEGRAFO, la gresca se originó en la tarde de la víspera en las inmediaciones de Dr. Antonio Estefanell y el ingreso a los barrios Curupí y P-3. Hasta allí habían llegado los móviles de la Seccional Tercera, cuyos efectivos debían conducir en calidad de detenidos a tres menores --acompañados por sus correspondientes responsables legales-- a pedido de la jueza subrogante de Cuarto Turno, Elsa Graciela Montín, para declarar en pos del esclarecimiento de un arrebato perpetrado en la zona de Juncal y avenida Salto.
Al hacerse presente la policía --munida de armas largas--, un grupo de desconocidos comenzó a propinarle insultos a la vez que amenazaban con lanzar piedras y objetos contundentes. Los efectivos de la citada repartición ingresaron al barrio y se dirigieron a las fincas de los sospechosos, así como a un comercio en donde se suponía habían vendido el celular Samsung Galaxy arrebatado a la joven. En dicho lugar incautaron el aparato móvil y --entre otras cosas-- un revólver calibre .22.
Mientras se cumplía con estas diligencias, el grupo de enardecidos jóvenes se desplazaba alrededor de la cuadra sumando adeptos a su paso, por lo que fue solicitado oportunamente el apoyo de Radio Patrulla, a fin de controlar la situación. Cuando la policía se disponía a cumplir con el traslado, la turba lanzó con violencia numerosas piedras, cascotes y ladrillos enteros, poniendo en riesgo no solo a los policías, sino también a los menores que debían ser trasladados y sus acompañantes, entre ellos una joven embarazada. Para concretar su cometido, los uniformados de Radio Patrulla efectuaron un resguardo alzando sus escudos y pese a que portaban armas con balas de goma, éstas no habrían sido usadas.
Una vez en la sede judicial, los menores negaron su vinculación en los hechos, pese a que ante la policía habían confesado su responsabilidad en el arrebato.