Locales | 11 Nov Uno de los tres silos con capacidad de seis mil toneladas instalados el año pasado en la planta de etanol de Alcoholes del Uruguay S.A. (ALUR) de Nuevo Paysandú, presentó una fisura que alarmó a los trabajadores y motivó el vaciado de las 6.000 toneladas de granos que contenía.
Al respecto, el gerente general de ALUR, Manuel González, consultado por EL TELEGRAFO dijo que “en uno de los anclajes apareció una fisura que creó una pequeña deformación en el silo. Por precaución se vació y se está analizando cuál pudo ser el origen del problema”. Agregó que “aparentemente no hay ningún tipo de problema estructural. Igualmente consultamos al proveedor para ver de qué se trataba, y se está analizando cuál pudo ser el origen del problema”.
Según González, “esto no generó problemas en la producción; con tranquilidad se vació el silo para entrar y evaluar el daño, que se constató que no era estructural, así que en la planta se está operando con normalidad. Fue una medida preventiva para que ante un hecho como este, de una fisura, no correr ningún tipo de riesgo y optamos por vaciar el silo y estudiar el caso. Al tener el resultado veremos qué acción deberemos tomar”.
Una de las posibilidades que se manejan es que “haya sido una maniobra que no se hizo adecuadamente”.
Una fuente de los trabajadores indicó a EL TELEGRAFO que el hecho fue detectado cuando el silo se encontraba a plena carga, y dos de los perfiles verticales que forman la estructura del silo se deformaron varios centímetros hacia afuera, en la base, cerca del anclaje al piso. Por precaución, el área circundante fue cercada y aislada, se trasladó una oficina que se encuentra junto al depósito de granos e incluso se suspendió temporalmente la descarga de camiones, dado que la playa de descarga está ubicada unos metros hacia el oeste, ante la eventualidad de un colapso.