Policiales | 11 Nov La Dirección de Tránsito de la Intendencia inicia hoy una investigación para establecer la presunta falta de piezas y modificaciones denunciadas ante la Policía por la propietaria de una moto incautada que, según registros de la División de Movilidad Urbana, fue incautada en dos oportunidades, según indicó a EL TELEGRAFO el director de Tránsito de la comuna, Daniel Ballejo.
Rosario Silva Susalla circulaba el 15 de setiembre por avenida Soriano en una moto Yumbo negra, con sus dos hijas. Al doblar por José Pedro Varela, fue interceptada por inspectores al apreciar que el birrodado iba excedido de pasajeros. A la vez, se estableció que la moto, con 5.344 kilómetros, se encontraba sin empadronar porque --según manifestó su conductora-- la compró en esas condiciones, por lo que no se opuso en ningún momento a la lógica incautación del vehículo. En el acta de ocupación, cuya copia fue facilitada a EL TELEGRAFO por Rosario Silva, se detalló el estado de la moto, haciéndose constar únicamente la falta de uno de los espejos retrovisores.
El viernes la propietaria empadronó la moto y le indicaron que el lunes la retirara del depósito del Parque Artigas. Buscaron la moto en ese lugar hasta las 13 y, al no encontrarla, le indicaron que se dirigiera al Corralón, ya que dedujeron que se encontraba allí. A las 14.15 se presentó en esa dependencia, donde la persona a cargo le pidió que retornara al día siguiente, pero se negó. Ante esto, dos inspectores comenzaron a buscar la moto requerida entre las 2.500 depositadas en el lugar. Mientras buscaban la moto, los funcionarios le ofrecieron una botella con agua y luego llevarla hasta su casa, bajo el compromiso de contactarla cuando encontraran el vehículo. 45 minutos después, funcionarios de la Dirección de Tránsito
dijeron haber encontrado su moto.

"NO ES LA MÍA"
No obstante, la moto que le presentaron --si bien los números de chasis y motor correspondían a la suya-- carecía de plásticos protectores, luz delantera, velocímetros, los guardabarros eran de color rojo y se le había colocado un "roncador", por lo que se negó a reconocerla como la que le fuera incautada. "La mía estaba enterita, como figura en el acta de depósito", señaló Rosario Silva a EL TELEGRAFO. En la víspera, se hizo presente en la División de Movilidad Urbana, donde su encargado, Eduardo García, le exhibió una fotografía captada durante la incautación con la cámara que llevan los inspectores en su chaleco, pero, como observó que se trataba de la misma moto que intentaron entregarle el día anterior, se negó a reconocerla y optó por denunciar en la Seccional Primera el hurto de partes de motos, adjuntando fotografías y nombres de testigos. Anunció que hoy intentará reunirse con el director de Tránsito. Precisamente, el titular de la dependencia explicó que, a pesar de coincidir la numeración del chasis y motor, no existían elementos para dudar del reclamo de la mujer. "Luego de un intenso trabajo de Eduardo García con el personal administrativo, descubrimos que esa moto registra en el sistema dos incautaciones" señaló.
Anunció que hoy se llevará a cabo una exhaustiva labor a efectos de establecer si, luego de que la moto fuera incautada a Rosario Silva, fue hurtada desde el depósito y vuelta a incautar posteriormente, en las condiciones actuales.
En ese caso, se radicará la denuncia de hurto ante la Policía. "Estamos realmente preocupados por solucionar esta situación a la brevedad, ya que nosotros somos responsables de los vehículos que se incautan", precisó Ballejo, quien explicó a la vez que dado el aumento de la incautación de motos, se está pensando en “la instalación de un nuevo depósito".