Deportes | 11 Nov Tabárez ordenó fútbol táctico, y sorprendió con las variantes que plasmó en la cancha pensando en el choque de mañana frente a Ecuador, por la tercera fecha de las eliminatorias. Había tres cambios cantados: primero, la gran posibilidad de que Coates se quedara con el lugar del lesionado Giménez en el fondo; segundo, la presencia de Arévalo Ríos por el suspendido Corujo; y tercero, el ingreso indiscutido de Cavani en la ofensiva.
Pero en la primera práctica con todo el plantel a disposición en Guayaquil, donde espera y trabaja Uruguay para llegar de la mejor manera al choque frente al otro líder de las eliminatorias, metió mano un poco más allá de lo que se esperaba: habrá 5 variantes con respecto al último partido.
Es que el entrenador celeste, que cumplirá su tercera fecha de suspensión por lo que volverá a dirigir Celso Otero, se inclinó por modificar la que parecía más que posible conformación de la mitad de la cancha, dándole cabida al sanducero Nicolás Lodeiro, dejando afuera a Álvaro Pereira, mientras que en ofensiva definió ayer que Cavani fuera acompañado arriba por Abel Hernández.
Esa fue la prueba que Tabárez llevó adelante durante el movimiento llevado a cabo en el estadio del Barcelona de Guayaquil, donde Urguay formó entonces con Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Sebastián Coates, Diego Godín, Martín Cáceres; Carlos Sánchez, Edigio Arévalo Ríos, Álvaro González, Nicolás Lodeiro; Edinson Cavani y Abel Hernández.
Hoy, la selección volverá a entrenar a puertas cerradas tal como sucedió en la víspera. Tabárez volverá a probar al equipo, y hará hincapié en los movimientos que pretende de su equipo para, fiel a su idea, limitar al rival pero también intentar explotar las cualidades de los suyos.
Se espera que mañana, a la hora del partido, la lluvia caiga sobre Quito, lo que podría beneficiar a los celestes, que igualmente se preparan para jugar una final, más allá de que este camino rumbo al Mundial 2018 recién comienza. Y mientras en Uruguay todo parece estar definido, el dueño de casa arma un rompecabezas ante tantas ausencias por lesión.