Nacionales | 14 Nov El 45% de los uruguayos considera que los pobres están en esa condición “por flojos y por falta de voluntad”. Esto muestra un cambio en la percepción que tenían los uruguayos sobre las causas de la pobreza: en 1996, solo un 12% lo consideraba de esa manera, en 2006 alcanzaba al 26% y en la medición de 2011 alcanza al 45% de los uruguayos.
Mientras tanto, la cantidad de personas que consideran que “son pobres porque la sociedad los trata injustamente” ha bajado notoriamente y pasó de ser el 77% en 1996 a ubicarse solo en el 34% en 2011.
Los datos se desprenden del estudio “Los valores en Uruguay: entre la persistencia y el cambio”, elaborado por Equipos Mori y presentado en Presidencia, informó Subrayado. Según la consultora, el cambio en la percepción se da porque un 43% considera que el gobierno está tomando las acciones adecuadas para combatir la pobreza y un 60% entiende que, a partir de ello, es posible salir.
Otro aspecto relevante del estudio indica que ha disminuido en el país la confianza interpersonal. Solo uno de cada siete uruguayos (14%) afirma que “se puede confiar en la mayoría de las personas”.
Por el contrario, la amplia mayoría (77%) considera que “no se puede ser tan confiado”. El aumento de la desconfianza está vinculado con la percepción de inseguridad.
En tanto, el 89% de los uruguayos considera que “nunca se justifica” que un hombre le pegue a una mujer y el 82% aprueba que una mujer decida ser madre soltera, sin relación estable. Para la mayoría de los uruguayos, las mujeres no necesitan tener niños para realizarse en la vida. Esta percepción ha cambiado a lo largo de los años: en 1996, el 55% opinaba que la realización estaba directamente relacionada con la tenencia de hijos mientras que hoy solo el 38% considera eso.
Finalmente, el estudio indica que la felicidad de los uruguayos está vinculada con la capacidad económica y en los hogares en que están muy satisfechos con su situación económica la felicidad es casi absoluta (94%). En los hogares menos satisfechos, la felicidad es menor (65%), pero de todos modos la proporción es alta: dos de cada tres se declaran felices, más allá de su condición económica.