Rurales | 19 Nov La industria sanducera PILI, que junto a Claldy y Calcar embarcaron hasta el pasado fin de semana 2.375 toneladas de quesos por un valor de U$S 12.200.000 con destino al mercado venezolano y que mañana estarían concretando el tercer embarque del presente mes, sigue aguardando por los avales de cobro.
El acuerdo que estas empresas suscribieron con la Corporación Venezolana de Comercio Exterior (Coprovex) establecía la venta de 12.000 toneladas de quesos distribuidas en tercios iguales entre las tres firmas. Si bien los primeros embarques no arribaron a destino, estas empresas están preocupadas por una posible demora en las autorizaciones en los pagos por el riesgo financiero que eso implica para su giro industrial.
Hace dos semanas la nación bolivariana procedió a depositar una partida de U$S 50.000.000 en la sucursal del Bandes en Uruguay, como parte de un fideicomiso por algo de más de U$S 300.000.000 que acordó con su par de Uruguay, Tabaré Vázquez, a mediados de julio, pero que se demoró bastante más de la cuenta en implementarse. Este instrumento financiero iba a oficiar como garantía de cobro para los exportadores de alimentos locales y tiene especial relevancia para el sector lácteo, ya que Venezuela es su principal destino y la demanda global de estos productos sufrió una notoria retracción, al igual que sus precios.
Incluso, desde las empresas se entiende que ya debería procesarse un segundo giro de Venezuela por otros U$S 50.000.000 en el fideicomiso para dar mayor seguridad a los futuros embarques, pero también sostienen que las gestiones son muy lentas y eso genera mucha preocupación.
De todas maneras, el banco Bandes Uruguay –institución que administra el fideicomiso-- sí recibió la primera autorización por parte del gobierno de Venezuela para pagar una partida de U$S 10.000.000 a cuenta de la Cooperativa Nacional de Productores de Leche (Conaprole).
El Observador se contactó con fuentes de Conaprole para confirmar a cuenta de qué se habilitó la transferencia de ese dinero. Además, de las 16.000 toneladas de leche en polvo por unos U$S 59.900.000 –de un total de 44.000 comprometidas por contrato-- que ya se embarcaron con destino al país caribeño, Venezuela mantiene una deuda de unos U$S 27.000.000 por compras anteriores con la cooperativa.
Hasta el pasado martes oficialmente no habían recibido ninguna comunicación oficial por parte del Bandes que confirmara el cobro de esa primera partida, aunque sí se había solicitado documentación comercial que avalara los embarques a ese mercado. Según supo El Observador, del volumen de leche en polvo que se embarcó ya arribaron a suelo venezolano dos embarques (8.000 toneladas) por un valor de U$S 29.900.000. El tránsito marítimo de una carga a ese destino demanda unos 30 días.
BAJA EN FONTERRA
La licitación de la empresa neocelandesa Fonterra --que es referencia a nivel global-- mostró precios a la baja nuevamente para los lácteos. Los precios promedio de los lácteos alcanzaron a U$S 2.345 la tonelada, esto es 7,9% por debajo del remate anterior. Además, se comercializó 11,6% menos volumen de lácteos.
La mayor caída se dio en el precio que más importa a Uruguay: el de la leche en polvo entera, con una baja de 11% para cotizar a U$S 2.148 la tonelada. Ese nivel está 5,4% por debajo de la última licitación de 2014 de Fonterra.
“Veníamos con una recuperación interesante desde la primera subasta de agosto, pero ahora estamos en la corrección de las correcciones con bajas que acumulan 18,4%”, dijo Rafael Tardáguila en el programa Valor Agregado por radio Carve. Fue la tercera licitación consecutiva con precios a la baja.
“Si tenemos en cuenta el piso que había alcanzado (la leche en polvo entera) en la primera subasta de agosto, de U$S 1.600 por tonelada, había recuperado de forma realmente muy importante a U$S 2.800 por tonelada y ahora bajó alrededor de la mitad de su recuperación”, señaló.
A su vez, los contratos a futuro de la leche en polvo entera también presentaron un comportamiento a la baja. Los valores se situaron entre U$S 2.065 (enero 2016) y U$S 2.319 (abril 2016) por tonelada, esto es 13% menos y 6% menos respectivamente que en la subasta previa. La leche en polvo descremada cayó 8,1% (U$S 1.851 su valor medio) y el queso Cheddar bajó 5% (U$S 2.874 por tonelada).