Deportes | 17 Nov Si hay algo en claro en las eliminatorias, es que para aspirar a clasificar al Mundial de turno es necesario, obligatorio, ganar como local.
Es cuestión de matemáticas, de la famosa calculadora que, en los últimos tiempos se usa menos por estos lados aunque siempre está en el cajón más cercano del escritorio.
Si se ganan todos los puntos en casa, donde por lógica cualquier equipo se hace más fuerte al contar con el apoyo de su gente, las posibilidades de clasificar al Mundial se incrementan sensiblemente.
Por eso el partido de esta noche ante Chile cobra vital importancia para que la selección uruguaya de fútbol siga prendida arriba en la tabla de posiciones, como para cerrar el año con tres puntos más de los esperados, ya que pocos pensaban en aquel triunfo inicial en La Paz.
Porque, en definitiva, todo pasa por ganar todo en casa y rescatar unidades afuera.
Hoy, el equipo que dirige Oscar Tabárez deberá sacarse de la cabeza esa locura de la gente que quiere revancha ante Chile por la eliminación en la Copa América con el “dedito” de Jara a Cavani incluido.
El Estadio Centenario estará repleto cuando a partir de las 20 la pelota comience a rodar y se inicie otra historia.
Uruguay no perdió nunca ante Chile en casa, y no puede alejarse de esa historia más allá de la positiva realidad de un equipo trasandino al que le gusta tener la pelota y apostar al ataque, lo que le ha dado resultado.
Pero los dos se conocen. Uruguay tiene en claro qué es lo que va a plantear el equipo trasandino, y sabe además que la receta pasará por estar firme en la mitad de la cancha, atento en el fondo para no cometer errores, pero también tendrá que afianzar la otra parte del libreto, la de jugar la pelota, la de realizar pases seguros y generar los espacios para atacar a un equipo que, así como lastima arriba, tiene sus falencias en el fondo.
Para hoy Tabárez, que debutará en el banco en estas eliminatorias tras haber purgado las tres fechas de suspensión que arrastró de la Copa América, ensayará finalmente dos variantes.

ROLAN Y CORUJOLa primera variante es táctica, dado que ingresará Rolan en la ofensiva por Hernández. Y la segunda es obligada, teniendo en cuenta que esa molestia en un gemelo que Álvaro González tenía desde antes del partido ante Ecuador pasó factura.
El volante fue sobreexigido ante los ecuatorianos, debió haber salido antes porque se lo notó extenuado, pero se prefirió que jugara prácticamente todo el partido en la altura de Quito. Y no aguantó.
Su lugar será de otro que vuelve de una sanción, Mathías Corujo, que ocupará su lugar en la mitad de la cancha.
Por lo tanto, el equipo celeste formará con Fernando Muslera; Maximiliano Pereira, Sebastián Coates, Diego Godín, Martín Cáceres; Carlos Sánchez, Egidio Arévalo Ríos, Mathías Corujo, Nicolás Lodeiro; Edinson Cavani y Diego Rolan.
Los trasandinos llegaron en la tarde de ayer a Montevideo con una sola duda en la oncena titular.
Jorge Sampaoli, que hace rato tiene intenciones de dejar la dirección técnica de la selección chilena y que suena fuerte para sustituir a Gerardo Martino en Argentina si los albicelestes no ganan esta noche, cruza los dedos para poder contar con Alexis Sánchez, que llega sentido y está entre algodones.
Chile llega como escolta de Ecuador, a dos puntos, y tiene uno más que Uruguay, por lo que apostará a un triunfo para poder mantener la posición.
El equipo iría con Claudio Bravo; Mauricio Isla, Gary Medel, Gonzalo Jara, Eugenio Mena; Marcelo Díaz, Arturo Vidal, Jorge Valdivia; Eduardo Vargas, Mark González y Alexis Sánchez o Fabián Orellana.
Para Uruguay es un partido vital porque en casa no se puede dar el lujo de dejar unidades por el camino. Lo otro, el entorno, es puro cuento.