Deportes | 19 Nov Uruguay cerró el primer tramo de las eliminatorias quizás como nunca imaginó. O sí, quizás.
En las primeras cuatro fechas tuvo varias ausencias, demasiadas para un fútbol uruguayo al que no le sobra nada. Para empezar Cavani y Suárez estaban suspendidos. Y después aparecieron las lesiones.
Así el técnico Oscar Tabárez, otro suspendido por tres partidos, afinó el lápiz no solo para realizar la convocatoria sino también para idear la receta sin el goleador del Barcelona, sin lugar a dudas la baja más sensible. Y superó tres de las cuatro pruebas con creces. Más allá de que el equipo tuvo luces y sombras en lo futbolístico, algo que en definitiva es moneda corriente, los resultados --que en definitiva es lo que vale-- dicen que de 12 puntos disputados Uruguay ganó 9.
Y no la tabla de posiciones indica que la Celeste está segunda en las eliminatorias rumbo al Mundial 2018, sino que además, sin su máximo goleador, tiene hoy la delantera más efectiva con 9 dianas, las mismas que el líder Ecuador (que suma puntaje perfecto), y también la defensa menos vencida, con 2 goles, también compartiendo el privilegio con los ecuatorianos.
Lo más importante es que sumó en casa: ganó dos en dos. Mantener esa situación es vital para aspirar a clasificar en este largo camino que tendrá vaivenes de todo tipo. Ante Chile, Uruguay acumuló 12 partidos sin perder como local ya que la última derrota fue el 4 de octubre de 2009 ante Argentina. Pero en el Centenario tiene que acostumbrarse a ganar.
Tras cerrar este primer paso en las eliminatorias, y pasar raya en este 2015, la Celeste comienza a palpitar lo que será la vuelta al ruedo en marzo.
Y a nadie, ni a Uruguay ni a los rivales, le es indiferente que volverá Luis Suárez a lucir la Celeste. Y eso, más allá del resultado de cada partido, es un plus.
El “Pistolero” retornará en marzo, para jugar ante Brasil de visita, y pocos días más tarde retornará a un Centenario que explotará, para recibir a Perú. “Felicito a mis compañeros por el trabajo que han hecho. Demostraron que Uruguay no depende de un jugador sino de estar unidos”, tiró el delantero ayer en plena conferencia del Barcelona, donde la Celeste no podía estar ajena.
Después de aquella durísima e inédita sanción tras el partido mundialista ante Italia, Suárez está listo para volver. “Los últimos partidos los viví con mucha ansiedad. No veía la hora de que esto terminara. Puedo decir que soy libre”, dijo.
Sin cadenas, Suárez se relame para volver a vestir la Celeste. Y tiene, está claro, hambre de revancha.