Deportes | 24 Nov El ciclista uruguayo Fabricio Ferrari, desde hace diez años residiendo en España y compitiendo en el ciclismo profesional europeo, estuvo en Paysandú para visitar a su amigo Agustín Margalef y, entre otras cosas, compartir un asado donde también estuvieron presentes los gurises de la Escuela de Ciclismo del Velódromo Municipal “Milton Wynants”, que dirige precisamente Margalef.
Ferrari está de vacaciones en sus pagos de Santa Lucía, Canelones, permaneciendo hasta el 27 de diciembre, para retornar luego a Europa, más precisamente a España.
Hijo de Diver Ferrari, también ciclista y luego entrenador, Fabricio comenzó a destacarse en el ciclismo nacional y hace ya diez años que está integrado al ciclismo profesional. Integra el equipo profesional de Caja Rural, y ha renovado contacto por una nueva temporada.
“Hemos tenido un buen año tanto en lo personal como a nivel de equipos. Ganamos 17 carreras lo que significa mucho en aquel ciclismo tan exigente. He corrido Vueltas de España, Portugal, de los Paíser Bajos, entre otras muchas competencias y teniendo en cuenta mi edad, 30 años, y el tiempo que llevo corriendo allá, mi aporte en el equipo es precisamente orientar a los más jóvenes, guiarlos en carrera, buscar que trabajen con la mente en lo mejor para la escuadra”, expresó Ferrari a EL TELEGRAFO.
Y continúa, “el ciclismo europeo y naturalmente el profesional no es cosa fácil para quienes llegan desde el continente americano. En nuestro país no hay montañas, una subida no pasa de un kilómetro cuando allá hay cuestas de 20 kilómetros. La forma de correr, la alimentación, no pueden sobrar kilos cuando competís en ruta en Europa, tienes que estar liviano. Tanto en carrera como afuera de ellas tienes que cuidar el físico, ser responsable. A mi me llevó un tiempo pero felizmente me pude adecuar a ese ciclismo y he corrido por muchos lugares de Europa en pruebas importantes”.
A nuestra pregunta de cómo vivió este nuevo encuentro con Margalef y su gente, manifestó que “como siempre, muy bien, rodeado de cariño y amistad. Compartimos un asado incluso con los chicos de la escuelita de ciclismo. Margalef está haciendo ahí con sus chicos un gran trabajo que se debe alentar. Por lo que él hace, por estos chicos y por el ciclismo de Paysandú que tiene con ellos un gran futuro. Me han tratado de maravillas por cierto y me llevo su cariño. Pasaré Navidad con mi familia y el 27 de diciembre estaré retornando a España después de haber pasado muy lindos momentos, como aquí en Paysandú por ejemplo”. “Chapatín”