Rurales | 24 Nov Los integrantes de la Dirección de Laboratorios Veterinarios (Dilave) del Rubino en Paysandú, encabezados por su responsable, el doctor Rodolfo Rivero, presentaron en las instalaciones del Centro Médico Veterinario sanducero, la actualización de la Casuística Regional del Laboratorio Regional Noroeste Dilave y comentarios sobre las principales enfermedades, presentándose las líneas de trabajo llevadas adelante.
Los doctores Rodolfo Rivero, Carolina Matto, Edgardo Gianneechini y Florencia Buroni, integrantes del equipo, expusieron el trabajo desarrollado ante la presencia de profesionales locales, el doctor Franklin Riet Correa, de la Plataforma Salud Animal del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), quien también se refirió en su charla a los laboratorios de diagnóstico en Brasil y cómo formar recursos humanos en salud animal, y el doctor Alvaro Nuñez, director del Laboratorio Rubino a nivel nacional.
El equipo del laboratorio instalado en la zona de El Trébol en Paysandú expuso sobre las principales enfermedades, explicando cómo se presentan, las que se observan más frecuentemente y las que revisten un criterio de discusión, además de los cambios en la epidemiología y en el tiempo.
Rivero indicó a EL TELEGRAFO que el laboratorio junto a otras instituciones del país, trabaja en la investigación de enfermedades de la trascendencia de la leptospirosis, mortalidades de terneros en predios lecheros, diarreas y otras enfermedades emergentes. También hablaron del diagnóstico e investigación en salud animal. Consideró que el efecto año “es fundamental”, mencionando el exceso hídrico que determina la presencia de enfermedades “esperables”, como leptospirosis, fasciola hepática, entre otras.
Entiende que el país “debe tener un sistema de vigilancia y diagnóstico que esté permanentemente monitoreando la situación de salud animales y las enfermedades de la región y la incidencia económica que tienen”. Aclaró que “muchas veces se observa una enfermedad que todos las conocemos y son muy simples, que muchas veces no amerita llamar a un colega, pero a veces tienen mucha más repercusión de la que uno se imagina”.

COMPROMISO
El doctor Álvaro Núñez señaló que “en los últimos ocho años ha sido un compromiso muy fuerte el potenciar los laboratorios del interior, como los de Treinta y Tres, Tacuarembó y Paysandú, lográndose mucho acercarnos a la idea inicial, aunque todavía tenemos un pequeño debe referido a los recursos humanos en el departamento de Tacuarembó, aunque logramos armar un laboratorio nuevo”.
El director del Rubino en Uruguay dijo que “tenemos un laboratorio en el país muy bien catalogado a nivel nacional e internacional, pasando constantemente auditoría, como la de la semana pasada de la Unión Europea sobre residuos biológicos”.
En cuanto al Dilave en Paysandú, dijo que “es un laboratorio pujante que tiene fama y que acompaña el dinamismo del Centro Médico Veterinario de Paysandú, que es uno de los más pujantes del país con técnicos muy capacitados y de primerísimo nivel”. Al frente está el doctor Rodolfo Rivero, “un referente mundial, integrante de la Comisión de Estándares Biológicos de la OIE, uno de los cargos más encumbrados a los que ha llegado un veterinario uruguayo a nivel internacional”. Precisamente desde ayer está en París con su trabajo referido a la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), conocida como el mal de las vacas locas.

DESOCUPACIÓN CASI CERO
El director del Rubino precisó que en la veterinaria hay “una desocupación casi cero, lo que llena de orgullo y es muy digno de comentar y que trascienda”. No obstante, comentó que a nivel oficial es muy difícil captar recursos humanos. Está el caso de Tacuarembó, “en donde hemos hecho llamados para cargos y lamentablemente ha quedado vacante porque no tuvimos oferta. La parte mala es que no tenemos gente y la buena que quiere decir que la profesión tiene otras actividades en donde los veterinarios están instalados trabajando”, dijo.

EXPERIENCIA EN BRASIL
El doctor Franklin Riet Correa señaló a EL TELEGRAFO que “en Brasil hay una experiencia bastante marcada en laboratorios de diagnóstico, pero no tanta como la que por ejemplo hay en el Rubino en Uruguay, la que comenzó a mediados de la década del 70, a pesar de que ya se hacía diagnóstico desde hacía mucho tiempo”.
La experiencia en Brasil comenzó precisamente en esa época, “cuando nos fuimos de Uruguay, creando un laboratorio en la Universidad Federal de Pelotas y después creamos un sistema de diagnóstico en otra zona de Brasil. Posteriormente, me fui a trabajar más al nordeste”, recordó.
El profesional tiene hoy como uno de los principales objetivos en su tarea en el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la formación de recursos humanos y desarrollar una plataforma de salud animal. “Tenemos que tener demanda de gente joven que quiera aprender y dedicarse a la investigación, y a esa gente ofrecerle las oportunidades de trabajar y que integren un programa por graduación que hay actualmente en la Facultad de Veterinaria y del que también participamos con alumnos que están en La Estanzuela trabajando plenamente”, acotó. Reconoció que también en el interior se están formando recursos humanos, y citó el caso de Paysandú con Rodolfo Rivero, procurando “una buena reposición de profesionales cuando las generaciones mayores se vayan jubilando”.

APOYO Y FORTALEZA
Resaltó que el INIA brinda “un gran apoyo al crear la plataforma de salud animal. Se le dedicó muchos recursos para la construcción de un laboratorio para contratar cuatro investigadores y tres laboratoristas, además de invertir tres millones de dólares en recursos para los proyectos”. De todas maneras, acotó que “esto se desarrolla junto a lo que ya existe en Uruguay, como es el Dilave, la Facultad de Veterinaria e institutos básicos como la Facultad de Ciencias, el Pasteur y el Clemente Estable. Entre todos se está tratando de solidificar lo que denominamos el Sistema Nacional de Salud Animal”.
El reconocido profesional consideró a la veterinaria en Paysandú como “una fortaleza”. Desde que se crearon las Jornadas Uruguayas de Buiatría en 1972, “el Centro Médico Veterinario de Paysandú ha participado activamente en la formación de los veterinarios y la puesta al día de los principales temas de la profesión”.
A esto le agregó la Facultad de Veterinaria, que funciona en las instalaciones de la Eemac, y el Laboratorio Dilave, “demostrando que en años durísimos de nuestro país, Paysandú fue una fortaleza y la principal responsable por la calidad que se mantuvo en la profesión veterinaria durante los últimos 30 años”. Recordó a quienes se han dedicado “con amor a la profesión, como Recaredo Ugarte, Miguel Dubra, Alfredo Ferraris, Jorge Moraes y el propio Rodolfo Rivero y con un esfuerzo enorme. Por eso Paysandú es un ejemplo para todos nosotros”.