Deportes | 25 Nov La velerista sanducera Dolores Moreira y la selección uruguaya de fútbol Sub 23, que integró el sanducero Ignacio González, recibieron en la víspera el Premio “Altar Olímpico”, el máximo galardón al Deportista del Año que entrega el Comité Olímpico Uruguayo (COU).
La ceremonia se llevó a cabo en un repleto Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo, donde se reconoció al mejor deportista joven tanto de la rama masculina como femenina, al mejor deportista y al mejor aporte técnico en cada disciplina.
Varios sanduceros (ver nota adjunta) fueron reconocidos a lo largo de la ceremonia, que contó con la participación de las autoridades del COU, lideradas por el presidente Julio César Maglione; de las de la Secretaría Nacional del Deporte, cuyo director es Fernando Cáceres, y de autoridades nacionales encabezadas por el vicepresidente de la República, Raúl Sendic.
La gran expectativa, a medida que transcurrió la ceremonia fue conocer quiénes serían reconocidos como mejor deportista del año, mejor deportista joven y mejor entrenador de la temporada tomada en cuenta, que fue del 1º de abril de 2014 al 31 de agosto del presente año.
Finalmente se develó la incógnita. El Premio “Olivo Olímpico”, destinado al mejor aporte técnico, fue para el entrenador de handball Miguel Ángel Berger.
La “Llama Olímpica”, destinada al mejor deportista joven, se dividió en tres: fue para la esgrimista Ana Valentina Olivera, para el velerista Federico Radovitzky y para el nadador Santiago Saint-Upery. Y el premio mayor al deportista del año, el “Altar Olímpico”, fue para la sanducera Dolores Moreira, la laserista medalla de plata en los Juegos Panamericanos, vicecampeona mundial Juvenil de Laser Radial, habiendo clasificado a los Juegos Olímpicos 2016, así como también para el combinado celeste de fútbol Sub 23, que fuera medalla de oro en los Juegos Panamericanos.
Dentro de esta selección uruguaya se encuentra un sanducero, Ignacio González, quien formó parte de la gran campaña del equipo que dirigió Fabián Coito en Canadá, y por lo tanto también forma parte de este premio que, en definitiva, tiene a dos sanduceros como protagonistas.