Opinion | 28 Nov En una coyuntura problemática para nuestros principales productos de exportación de base agropecuaria, por el estancamiento y retroceso en los precios de los commodities, han surgido noticias que llevan algo de aliento a los protagonistas del desafío diario de producir en el Uruguay, de aportar trabajo y capitales de riesgo para vender al mercado interno y sobre todo al mundo.
En este caso particular, despierta un cauto optimismo en nuestra zona --nunca hay que vender la piel del oso antes de cazarlo-- que se estén registrando muy buenos rindes en los cultivos de invierno en lo que se lleva levantado de la cosecha, de más del cincuenta por ciento en el caso del trigo, tal como diera cuenta recientemente EL TELEGRAFO.
Más allá de los avatares meteorológicos que pueden afectar la tarea de cosecha en momentos clave, se están registrando rindes muy auspiciosos en el mencionado cereal, que incluso superan los cinco mil kilogramos por hectárea en algunas chacras.
Así dio cuenta el ingeniero agrónomo Edgardo Nasta, del departamento técnico de Copagran, quien señaló que si bien los rindes promedialmente superan los 3.000 kilogramos por hectárea, hay zonas en las que se ha logrado superar los cinco mil.
En lo que refiere a la cebada, se está dando una situación similar a la del trigo, con buenos rindes también en nuestra zona, en tanto en el área donde se registra la mayor cosecha del país, con eje en Soriano, si bien el panorama en rindes es bueno e incluso superior, la cosecha está más retrasada y solo se ha levantado una cuarta parte.
En ambos casos, los productores verán compensados los bajos precios una producción alentadora, por lo que en esta coyuntura adversa de precios por lo menos se suma algún factor positivo que induce a compensar lo que se deje de percibir por los valores internacionales.
Lo que no es poca cosa, si se tiene en cuenta el derrame que significa la agricultura en cuanto a reciclaje de recursos en el medio, sobre todo en localidades y ciudades cercanas a las zonas de producción, al mover servicios y requerir apoyo en infraestructura de variados rubros.
Por otro lado se conoció en las últimas horas que Rusia aceptó la definición de carne de alta calidad que le ofreció Uruguay y ahora se abre una nueva oportunidad para intensificar la producción ganadera y la inserción internacional del país.
Y como es norma en estas instancias de comercio internacional, lo que se abre es una oportunidad y sería una buena cosa que surjan negocios, abriendo una ventana para renovar el aire en un momento de muchas dudas y expectativas.