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Paysandú, Sábado 05 de Diciembre de 2015

Perjuicios para Ancap en prospecciones de calizas

Locales | 29 Nov Uruguay comenzó a inicios de la década del año 2000 un proceso de exploración de hidrocarburos en el mar y en tierra (bajo las denominaciones offshore y onshore) con empresas especializadas, que delimitaron su tarea en “bloques”. En Paysandú esta fase se cumplió al Este del departamento (Piedra Sola) a cargo de la multinacional estadounidense Schuepbach Energy.
Esta empresa especializada en fractura hidráulica o fracking recibió una fuerte oposición de distintos grupos de la sociedad civil organizada, que basaron su campaña de difusión en los posibles impactos de esta técnica sobre el Acuífero Guaraní. A mediados de 2013, el gerente general de exploración y explotación de Ancap, el doctor en Geología Héctor de Santa Ana, aseguró en una audiencia pública que no se iba a utilizar la estimulación hidráulica; un extremo cuestionado por los activistas, en tanto los contratos mencionaban explícitamente la instrumentación de dicha técnica.
De Santa Ana es, además, socio junto a su sobrino, Gerardo Veroslavsky, en las mineras Edowel S.A. y Exploraciones Mineras SRL y se desempeña como profesor adjunto de la Cátedra de Sedimentología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República (UdelaR). Este último factor se contradice con el estatuto del funcionario público para llevar adelante contrataciones con el Estado y surgieron tras una investigación interna efectuada en la alta casa de estudios contra el docente Veroslavsky ante su incumplimiento con el régimen de dedicación total que ostentaba en ese momento.
Con el avance de las actuaciones académicas, surgieron nuevos vínculos entre ambos y el Licenciado en Geología Mario Torterolo, propietario de otras empresas mineras tales como Ermal S.A. o Los Naranjos S.A.
La doctora en Geología, Leda Sánchez, elaboró en 2001 su tesis doctoral basada en un mapa geológico, (Proyecto Nº 3011. “Caracterización geológica y minera de los recursos calcáreos para la industria del Cemento Portland en el Uruguay”), que demostraba el territorio orientado a la prospección de yacimientos de piedra caliza ubicados al noroeste de la hoja Fuente del Puma, en Minas, a través de un convenio entre la Facultad de Ciencias y Ancap. En dicho convenio, Veroslavsky representó al ámbito universitario y De Santa Ana, lo hizo por el ente petrolero.
Sin embargo, una vez culminada la investigación de la geóloga Sánchez, la información resultante fue derivada a Torterolo, quien en conocimiento de los resultados de las prospecciones --realizadas bajo el auspicio de Ancap-- denunció para Los Narajos S.A. los yacimientos de mejor calidad que se describen en el mapeo. Mientras recopilaba documentación para presentarse a un concurso y así acceder al cargo de Profesor Adjunto en Geología Estructural y Geotectónica, Fue así que la doctora Sánchez solicitó una copia del mapeo a De Santa Ana y Veroslavsky, quienes le negaron tal posibilidad y argumentaron la inviabilidad de la exhibición de fotocopias de un informe de carácter confidencial. Finalmente, en 2002, un grupo de docentes de la Facultad de Ciencias presentó una denuncia por plagio efectuado sobre el informe de la Dra. Sánchez.

LA DENUNCIA
“Por ese entonces, Gerardo Veroslavsky era director del Instituto de Geología y Paleontología, tal como se denominaba en aquellos años, con indicios de su participación directa en empresas privadas y recibía una compensación por dedicación total de la UdelaR, que impide su desempeño en otras tareas tanto honorarias o remuneradas, según el estatuto docente”, precisó a EL TELEGRAFO el paleontólogo Richard Fariña, uno de los querellantes.
Tras la presentación de la denuncia correspondiente, “se llevaron adelante varias instancias con una investigación administrativa de la UdelaR que terminó en ‘más o menos’, como desgraciadamente finalizan demasiadas cosas en las Universidad. Incluso se hizo una denuncia penal porque en medio de todo apareció un plagio”, añadió.
Según Fariña, “hay tres personas que son Veroslavsky y dos más que tienen montada una máquina de corrupción. Este (por Veroslavsky) es sobrino de Héctor de Santa Ana, quien era y sigue siendo un funcionario bastante prominente en Ancap. En aquel entonces (De Santa Ana) era gerente general de exploración y explotación del ente y en la actualidad es el gerente de petróleo”. Por esos años ganó un proyecto del Consejo Nacional de Innovación, Ciencia y Tecnología (Conicyt), para el financiamiento de investigaciones relacionadas a las calizas, que son la materia prima utilizada en la elaboración del cemento portland”.
“De Santa Ana le facilitó la investigación a un tercero, Mario Torterolo, quien denunció un terreno en Treinta y Tres para la explotación de calizas y su posterior venta a Ancap. Torterolo hizo las cosas tan mal, que copió literalmente el documento enviado por De Santa Ana y eso no era otra cosa que un informe interno --supuestamente confidencial-- basado en la tesis doctoral de Leda Sánchez”, dijo el paleontólogo.

UN “PRESTANOMBRE”
Como parte de su defensa en la investigación administrativa efectuada en la Universidad, de acuerdo al expediente, Veroslavsky declaró que en realidad no trabajaba en esas empresas relacionadas a Torterolo, sino que prestaba su nombre porque su tío, Héctor de Santa Ana, no podía hacerse cargo por ser funcionario de Ancap. “O sea, abiertamente confesó que es un testaferro y tapó una macana con otra mayor”, aseveró Fariña.
En este caso, “era titular de dos empresas y en la segunda, el verdadero titular era otro tío suyo o hermano de Héctor, Jorge de Santa Ana, quien se estaba divorciando. Entonces, para estafar a su tía política también le prestó el nombre a Jorge. En ese sentido, a la Universidad no le llama la atención porque parafraseando al expresidente de la República, José Mujica, ‘lo político siempre está muy por encima de lo jurídico’”, agregó.
Para Fariña, un plagio es muy fácil de demostrar con las comparaciones pertinentes y la comprobación de las fechas de presentación de ambos trabajos. “Esta denuncia por plagio finalizó con sentencia firme y procesamiento de Mario Torterolo (autos IUE 2-26041/2005), además de la actuación administrativa de la UdelaR que se cerró con la renuncia de Veroslavsky a su régimen de dedicación total, pero sin mayores consecuencias ulteriores. Tiene toda la pinta de ser un acuerdo extrajudicial”, prosiguió.
Fariña consignó que “hoy, el trío mencionado se dedica con bastante intensidad a ‘explotar’ el inexistente petróleo en la localidad salteña de Pepe Núñez”. Veroslavsky “es --casualmente-- el geólogo de la empresa de Mario Torterolo, dedicada a la exploración de petróleo que también --casualmente-- gana todas las licitaciones. Y Héctor de Santa Ana es quien decide cuál empresa gana o no gana esas licitaciones”, añadió.

EL PODER LA INFORMACIÓN
Las investigaciones que definen las prospecciones son variadas, “pero existe una sustancial a través del polen fósil. Cuando hablamos de estos términos nos acostumbramos a pensar en los dinosaurios, pero el polen de las plantas también se fosiliza y de acuerdo al color, se ve si la roca está madura para albergar petróleo alguna vez”, dijo Fariña.
Explicó que “si el polen es demasiado claro, significa que la temperatura no alcanzó para cocinar el petróleo y si es demasiado oscuro, entonces se quemó. Estos colores son típicos y se denominan ‘ventana del petróleo’”.
Sin embargo, los resultados obtenidos en las formaciones de Pepe Núñez “son demasiado claros y se cita el estudio del polen de un lugar que queda a unos kilómetros y no tiene fotos, por lo tanto, no se puede saber si la afirmación es correcta. La autora de ese resumen es la palinóloga Gloria Daners, esposa de Veroslavsky”.
En general, las prospecciones son costosas, de alto riesgo y se programan para su presupuestación. “Los geólogos me decían que cada metro de profundidad cuesta quizás U$S 1.000 y son excavaciones que llegan a 500 metros o más. Y en este caso, estaban haciendo perforaciones a muy corta distancia unas de otras, lo cual es un disparate desde el punto de vista técnico porque las exploraciones se realizan con suficiente distancia para obtener una muestra de un área bastante grande”, agregó el paleontólogo.
El argumento de las empresas públicas, en particular de Ancap, “tiene que ver con la soberanía. En realidad si le compráramos el combustible a Estados Unidos, ya refinado, sería más barato por eso se refieren a cuestiones estratégicas”.
Sin embargo, ¿cuál es el interés de Ancap en realizar esas perforaciones donde no hay petróleo? “La empresa Schuepbach Energy se lleva toda la información y esto ocurre porque tal vez dentro de 50 años, no sabremos qué mineral se utilizará para la construcción de misiles, microscopios o computadoras y si ese mineral llegara a presentarse en esas rocas, entonces esta empresa tendrá la información”, respondió el académico.
Y agregó: “Yo desafío a cualquiera a que le pregunten a los directores de Ancap si cuentan con esa información, pero mi presagio es que se fracasará en una respuesta afirmativa”.
Según Fariña, “a esa información solo la tiene Schuepbach Energy y lo sabe de Santa Ana. Incluso es una información que se entregó por nada a la empresa que realiza exploraciones en el norte uruguayo”.

INVESTIGACIÓN PERIODÍSTICA
El académico elogió la labor del periodista Carlos Peláez, quien consiguió trazar una línea completa de investigación. “Entre otros detalles, le debemos los datos que señalan a Torterolo, quien denunció el mejor predio del yacimiento de calizas en Treinta y Tres ante la Dirección Nacional de Minería y Geología (Dinamige), pero dejó para Ancap la parte de peor calidad y con mayores índices de magnesio”.
Fariña recordó que Torterolo aclaró que esto se hizo “‘en el marco de un pacto de caballeros de mutuo beneficio para las dos partes’. Yo no sabía que Ancap era un caballero, sino que creía que se trataba de un ente autónomo. Por eso, cuando le vendieron cal a Candiota para purificar las emanaciones de la central térmica brasileña, el producto se devolvió y la tiraron por los terrenos. Todo esto ocurrió a pesar de una sentencia firme en su contra, porque se supone que son necesarios los certificados habilitantes”.
El técnico reflexionó que “si estuvo relacionado a un caso de mal ejercicio de sus influencias con el ente petrolero, resulta que Ancap lo premia con las licitaciones que siempre gana contra viento y marea. Incluso algunas --como es el caso de las calizas-- con precios mayores”, en tanto “De Santa Ana se encuentra en un lugar estratégico y beneficia a su socio”.

CONSECUENCIAS
Tras diez años de gestión del gobierno del Frente Amplio, a comienzos de agosto pasado la Cámara de Senadores votó la primera comisión investigadora y en este caso refiere a la gestión de Ancap entre los años 2000 y 2015 y ya han citado a exministros, directores, exdirectores, particulares y periodistas.
Sin embargo, su imagen proyecta claroscuros sobre un organismo que desarrolla inversiones en diversas partes del territorio nacional. “La politización del tema es una desgracia porque algunos quieren embromar a Raúl Sendic (expresidente de Ancap) y otros lo defienden a capa y espada, pero todo es absurdo porque los dineros no son de Sendic, ni de los senadores que integran la comisión investigadora (Álvaro Delgado, Pedro Bordaberry, Marcos Otegui o Pablo Mieres), sino que son de los uruguayos”, remarcó.
De acuerdo con Fariña, “es una visión completamente miope. Incluso hay un factor personal porque De Santa Ana es muy entrador y es capaz de venderle heladeras a los esquimales. Evidentemente los tiene muy convencidos de que es una persona muy valiosa a la que tienen que proteger y los demás mencionados, vienen detrás de él. Por eso, los directores optaron por creerle a De Santa Ana, antes que a la evidencia científica”.
De aquí en más, restará la información vinculada al destino y volumen del petróleo que probablemente se encuentre en la plataforma uruguaya y ante eso cabe la pregunta: ¿Qué monitoreos realizará Ancap para su protección y explotación?
A raíz de sus declaraciones y denuncias, Fariña pagó un alto precio, en tanto, “el establishment lo defendió y defiende todavía a Veroslavsky”. Después que el presidente Tabaré Vázquez le negara el cargo de director de la Dinamige y nombraran en su lugar a la Dra. Sánchez, le asignaron la dirección del Instituto de Geología.


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