Locales | 01 Dic Hermes Pastorini, extrabajador de Paylana y sindicalista, recordó que “el plebiscito del 80 marcó a fuego lo que quería el pueblo en cuanto a la dictadura”, destacando dos hechos: “el enfrentamiento de los trabajadores en la huelga general de 1973 en defensa de la democracia” y, “en el año 80, yo había salido en abril de la cárcel, y la campaña que pudimos hacer por el no fue muy difícil y en la clandestinidad. Pero ese no produjo una inmensa alegría en todo el pueblo que enfrentó la dictadura, unos de una manera y otros, de otra, pero todos unimos al pueblo sanducero para decir no a la dictadura, que fue la herida definitiva profundizada en el mar de gente del acto del 83 y el 1º de mayo y las grandes puebladas”.
Pastorini destacó la importancia de la solicitud del Centro de Estudios Paysandú de que haya un lugar físico para recordar aquel hecho.

COMUNICACIÓN CLANDESTINA
Para el arquitecto Juan Carlos Siázaro, sobre la casi imposibilidad de hacer campaña pública por el no, “los siete años (anteriores de dictadura) fueron un magnífico campo de entrenamiento para desarrollar nuevas técnicas de comunicación clandestina, aunque legítima”. Mencionó “la subversión inteligente”, expresión de Gerardo Caetano, sobre la forma de apelar al intelecto de los ciudadanos para tomar conciencia. Puso como ejemplo “las cooperativas de vivienda, que con el pretexto del ladrillo y de la ayuda mutua hacíamos otras cosas más que comunicarnos y eso significaba un compromiso” y “esa subversión inteligente fue desarrollada por la mayoría de los sanduceros”.
Justificando a algunos de los que habían votado por el sí, indicó que habría “quienes creían honestamente en la necesidad del retorno a la democracia”, aunque “de repente se equivocaron (…), pero eso no descalifica sobre cuántos demócratas habrán votado por el sí”, pero que “se extraviaron en el no siempre claro camino del deber”, afirmó citando a José Batlle y Ordóñez.

UN PASO EN LA HISTORIA
“Lo que hicimos fue nada más que un paso que dio lugar a que posteriormente se dieran hechos históricos” que llevaron al país nuevamente a la democracia, afirmó el profesor Héctor Beceiro. Recordó que como profesor de Historia y de Derecho, utilizó imágenes de la historia de Napoleón Bonaparte haciéndoles pensar a sus estudiantes cómo podrían ser los hechos históricos, utilizando la imagen del emperador francés en relación con la situación en el Uruguay de la época de la dictadura cívico-militar.
También la profesora María Julia Burgueño habló sobre el evento, en su calidad de redactora del libro que detalló la historia sanducera de la mayoría por el no a la dictadura, haciendo mención a la importancia de que esos hechos históricos queden debidamente registrados. “Que Paysandú siga escribiendo y haciendo su historia local”, pidió la docente e historiadora, aspirando a “seguir viviendo en democracia”.
Por su parte, el intendente Caraballo recibió “con gran alegría” la sugerencia, destacando “el mensaje político de la ciudadanía uruguaya y el mensajero, que es el Centro de Estudios Paysandú, una institución plural donde todas las voces pueden expresarse”. Refiriéndose a los invitados, Caraballo afirmó: “ustedes lo vivieron, yo lo tuve que leer, pero fue esa mayoría silenciosa sin espacios para debatir que logró ese triunfo contundente”.
Pasó la solicitud formal a la Unidad de Derechos Humanos a cargo de Mariela Coiro para elevarla a la Junta Departamental “con el aval de la Intendencia”, donde “me parece que no habrá voces para contradecirla”. Coiro acotó que este proyecto es el puntapié inicial para la función de la Unidad de Derechos Humanos”.