Locales | 01 Dic
"La victoria del No fue un acto de resistencia civil, y un pronunciamiento categórico del espíritu democrático. Resistencia pacífica en las calles y rebelión dignificadora en las urnas". Así resumió el presidente del Centro de Estudios Paysandú (CEP), Rodrigo Deleón, el resultado del plebiscito constitucional de 1980 cuando argumentó a favor de designar a un lugar público como "30 de noviembre", recordando aquella heroica fecha.
Las vivencias de tres referentes sanduceros de la victoriosa campaña por el No en 1980 fueron el entorno ideal para que el CEP solicitara al Intendente Guillermo Caraballo que un espacio público de la ciudad lleve el nombre de "30 de noviembre" en homenaje a la victoria obtenida en el año 1980, en la cual los uruguayos rechazaran por una inmensa mayoría el proyecto de reforma constitucional formulado por el gobierno dictatorial.
Héctor Beceiro con 78 años, Juan Carlos Siázaro con 76 y Hermes Pastorini, el menor con 73, estaban en la plenitud de su vida adulta cuando les tocó militar junto a los sectores democráticos que lograron una victoria por una mayoría casi inesperada, particularmente en Paysandú donde se registró la mayor diferencia entre los votantes de la boleta celeste del Sí y la amarilla del No. Hasta publicidad subliminar con los colores hizo la dictadura.
El Plebiscito de 1980 fue el primer acto eleccionario tras las elecciones de 1971, y luego del golpe de Estado de 1973. El no a la reforma obtuvo el 57% de los votos. Paysandú fue el departamento con mayor rechazo a la reforma: 65%. En Montevideo el No ganó con un 63%.

QUE SE INMORTALICE
Por esa misma razón, y "habiendo sido Paysandú el departamento en el cual el NO obtuvo el mayor porcentaje, resulta pertinente que ese hecho resulte inmortalizado a través de dicha designación, para que sea rescatado, recordado y recreado para la memoria colectiva del departamento y para las futuras generaciones", dijo Deleón.
Recordó que "en el año 2005 el CEP lanzó un proyecto de rescate de la memoria de ese hito, el cual fue declarado de interés por la Junta Departamental y de interés nacional por resolución del Presidente Tabaré Vázquez. El entonces intendente Julio Pintos y Helena Heinzen, quien era secretaria general, dieron un fuerte apoyo a esta iniciativa. Cuatro años más tarde, gracias al apoyo de los diputados Marcos Arregui y Juan Domínguez del Frente Amplio, Bertil Bentos y David Doti del Partido Nacional, la Cámara de Representantes y AGADU, se publicó el libro "La victoria del NO en Paysandú".

SOBRE LAS BANDERÍAS
Dijo Deleón que "la victoria del No en 1980 superó las banderías partidarias y encolumnó a todos los uruguayos en la defensa de la democracia, refrescando las fibras más orientales de nuestra esencia, las que se encuentran en la figura de José Artigas y José Pedro Varela, el fundamento democrático-republicano que nos explica y nos une como nación".
"Nuestra institución siempre hizo hincapié en el rescate de la preservación y la difusión de la memoria colectiva de los sanduceros. En palabras pronunciadas en su último discurso en radio Magallanes por ese gran chileno y latinoamericano que fue el presidente Salvador Allende, cuya consecuencia y convicción democrática es un ejemplo inalterable de valentía y unidad, `la historia es nuestra, y la hacen los pueblos´".
Definió el resultado del plebiscito como "una victoria sin padres" ya que "ningún partido político o movimiento social uruguayo pueden tratar de atribuirse una victoria que nos pertenece a todos. Fue un triunfo de los uruguayos a secas y de a pie, de los naides", dijo parafraseando a Eduardo Galeano y a Aparicio Saravia.
Sin embargo, esta reconstrucción de la democracia "sí tuvo albañiles, que hacían reuniones en casas de familia, clubes deportivos, sociales, cooperativas, asados de trabajadores, artículos periodísticos, reuniones de militantes políticos, parroquias, organizaciones sociales o incluso quienes estaban fuera del país o privados de libertad se ingeniaron para hacer lo que sería, en noviembre de 1983, un verdadero río de libertad".

LA TRINCHERA DE EL TELEGRAFO
Deleón afirmó que "una de esas trincheras de libertad fue el diario EL TELEGRAFO, en cuyas páginas escribieron opositores al proyecto constitucional, como por ejemplo los doctores Aníbal Barbagelata, Miguel Saralegui, Rodolfo Zanoniani, Enrique Tarigo y el arquitecto Juan Carlos Siázaro. No era una época fácil para los medios de prensa. Pero la valentía y el compromiso democrático del entonces director, Fernando Baccaro, le dieron a estos columnistas una tribuna desde la cual expresarse, como lo indicaba en esa época el propio Enrique Tarigo, quien todos los sábados viajaba desde Montevideo en la ONDA para entregar personalmente sus artículos.
`Para mi honor, estoy escribiendo en el diario EL TELEGRAFO que me abrió las puertas cuando en Montevideo se me cerraron´, había dicho quien luego fue el primer vicepresidente de la República desde 1985. Luego señaló que "para recordar esos acontecimientos" invitaron a los tres referentes mencionados, Beceiro, Siázaro y Pastorini, "personas cuya dignidad y conducta son un ejemplo para nuestra comunidad".
"A los protagonistas anónimos de esa resistencia civil, estuvo dedicado el proyecto de rescate de la memoria que llevó adelante nuestra institución. A todos ellos, y a las ansias de libertad de un pueblo que cuando tuvo que optar entre libertad y despotismo, honró su propia historia y optó, una vez más, por la libertad".