Policiales | 05 Dic La Casita del Parque es uno de los sitios donde moran personas oriundas de otros departamentos --especialmente de Montevideo--, poseedoras en su mayoría de antecedentes penales y carentes de domicilio fijo, que han arribado a Paysandú en los últimos tiempos, según datos extraoficiales recabados por EL TELEGRAFO.
En la construcción, que se encuentra en estado deplorable, fue detenido días atrás un ciudadano colombiano, poseedor de antecedentes penales, requerido por la Justicia. Fue conducido a la Dirección de Investigaciones, donde luego recuperó su libertad. En el momento de su detención, al menos unas veinte personas se encontraban en la Casita del Parque y en el parrillero aledaño. A pesar de que las puertas se encuentran tapiadas, los individuos ingresan por el techo, ya que una de las paredes está parcialmente desmoronada, mientras que la puerta del parrillero fue violentada.
La Casita del Parque no es el único lugar usado con esos fines. Recientemente, personal policial debió concurrir a la pieza a la entrada del parque Guyunusa para detener a una persona y encontró, alojados en ese sitio, a una docena de individuos. Otros sitios empleados son casas usurpadas en las inmediaciones de 19 de Abril y avenida Soriano, Larrañaga y Zorrilla de San Martín, así como en fincas de la zona de Zorrilla y Horacio Meriggi, además de otras de los barrios P3 y Curupí.

REUNIDOS EN LA CALLE
Los individuos que se apropian de esos lugares suelen reunirse en algunos puntos fijos de la ciudad, donde permanecen en actitud sospechosa, en algunas ocasiones ingiriendo bebidas alcohólicas. Entre esos lugares, se destacan la plaza Constitución y proximidades de la Terminal de Ómnibus, sitios también utilizados para dormir. Frecuentemente, estas personas protagonizan desórdenes, ya sea porque insultan al personal de servicio o, como en el caso de un individuo montevideano, poseedor de antecedentes penales por rapiña y lesiones personales, que fue sorprendido por la Policía cuando golpeaba, la puerta de una casa en Montecaseros y 25 de Mayo.

"FÁCIL PARA ROBAR"
Días pasados, dos mujeres fueron detenidas cuando se daban a la fuga por 18 de Julio tras hurtar mercadería en una zapatería . Una vez identificadas, se estableció que ambas procedían de Montevideo y consultadas acerca del motivo de su presencia en Paysandú, manifestaron que “les dijeron que estaba fácil para robar”. Ambas fueron conducidas a la Seccional Primera, donde, por resolución judicial, recuperaron su libertad.
En otro procedimiento efectuado en la presente semana, se detuvo a un montevideano, poseedor de antecedentes, que había hurtado un helado desde un supermercado de la zona de Washington y bulevar Artigas.
En la ocasión, un guardia de seguridad solicitó la intervención policial ya que un individuo pidió un helado y se retiró sin pagarlo. El sujeto fue rápidamente aprehendido. Dado que se recuperó el helado sustraído, los responsables del comercio optaron por no denunciar el robo, por lo que el detenido recuperó su libertad.

DOS EN DOS MESES
En menos de dos meses, dos delincuentes montevideanos resultaron procesados con prisión. El último fue el lunes, como resultado de un operativo que permitió esclarecer varios hurtos. El sujeto que resultó procesado ya poseía antecedentes penales en la capital del país.
Al otro procesado, del 24 de octubre --un individuo poseedor de dos antecedentes penales, oriundo de Montevideo--, se le tipificó un delito de rapiña con un delito de lesiones, por atacar brutalmente a una anciana de 91 años en su casa, en Colón casi Luis Batlle Berres.

POSIBLE SOLUCIÓN
Días atrás, en una reunión en el Centro Comercial, uno de los socios del centro propuso impulsar una iniciativa, como la aplicada de manera exitosa por Jefatura de Policía de Maldonado, para que este tipo de conductas, tipificadas en la Ley de Faltas como mendicidad abusiva o ingestión de bebidas alcohólicas en la vía pública, sean informadas por la Policía a los Juzgados de Faltas, cuya labor es asumida en Paysandú por los Juzgados de Paz. Las penas previstas por la citada ley son sanciones económicas o, en caso de insolvencia, tareas comunitarias.
La aplicación de esas medidas por la policía fernandina logró restringir notoriamente la presencia de personas de dudosa conducta, procedentes de otros departamentos, y, como consecuencia, disminuyó el número de delitos.