Paysandú, Lunes 14 de Diciembre de 2015
Locales | 13 Dic “La compleja situación que se vive en Venezuela -y que pudimos apreciar- supera todo lo que suponíamos. Se vive mal, hay escasez de alimentos básicos, el salario está hundido, la inseguridad es enorme y la presión del gobierno total”. Así se expresó el diputado Nicolás Olivera, quien integró la delegación más numerosa de parlamentarios que viajaron a las elecciones en Venezuela, la del Partido Nacional. “Fue un viaje que cada legislador pagó con sus propios recursos”, dijo. En noviembre pasado se rechazó enviar una delegación oficial de parlamentarios como observadores a las elecciones del 6D (legislativas, realizadas el pasado 6 de diciembre), con el voto de más de 19 millones de venezolanos.
Por el Partido Nacional viajaron Verónica Alonso, Elisabeth Arrieta, Mario Ayala, Graciela Bianchi, Armando Castaingdebat, Wilson Ezquerra, Jorge Gandini, Rodrigo Goñi, Nicolás Olivera, Gloria Rodríguez y Jaime Trobo. Por el Partido Colorado lo hicieron Ope Pasquet y Adrián Peña. Por el Partido Independiente Daniel Radío.
Por el Frente Amplio, en tanto, el presidente de la Cámara de Diputados, Alejandro Sánchez, el diputado Daniel Caggiani -en calidad de vicepresidente del Parlasur– y dos integrantes del secretariado de la coalición.
Olivera destacó que “fuimos invitados por la Mesa de Unidad Democrática (MUD), una coalición de los 29 partidos de la oposición en Venezuela. Cada legislador pagó su pasaje y la estadía fue cubierta por la MUD. Desconozco cómo fue en el caso de los demás partidos políticos”.
“La intención era ser acreditados como observadores internacionales ante el Consejo Electoral de Venezuela, o de lo contrario acceder a la figura de acompañante electoral. A las 6 de la mañana del domingo de elecciones nos informaron que estábamos habilitados, pero sin ningún documento probatorio. Nosotros estábamos en Maracaibo”, agregó el legislador sanducero. Así, tuvieron algunas dificultades para poder apreciar la manera en que se desarrollaban las elecciones. De todas maneras, recorrieron diversos circuitos y estuvieron atentos a la realidad social circundante.
“EN UNA OLLA A PRESIÓN”
“A nivel personal, fue una de las experiencias más ricas que he vivido en mi corta actividad política”, destacó Olivera. Sostuvo que vivió “como en una olla a presión, con una situación al límite. Evidentemente la gente estaba cansada de pasar mal, sofocada en lo económico. El salario mínimo es de apenas 9.600 bolívares (unos 11 dólares) y muchos ganan el mínimo. Un profesor universitario gana el equivalente a 30 dólares por mes. La canasta básica se estima en 78.000 bolívares (unos 90 dólares)”.
“Fuimos a un supermercado esperando encontrarnos con góndolas vacías pero no, hay vinos y whisky importados, carne, quesos. Lo que no se encuentra es lo básico: aceite, harina, arroz, fideos, papel higiénico, pañales. Y para acceder a esos productos -que tienen precios regulados, baratos- hay que hacer enormes colas durante horas un día determinado, según el último dígito del documento de identidad. Y dan dos unidades de los dos productos que ese día se vendan. Por ejemplo, fideos y arroz. Y si tocan pañales, no se puede elegir calidad ni tamaño, lo que hay es lo que se recibe”.
Según indicó Olivera, en Venezuela la escasez alimentaria es del 70%, la inflación del 200% anual, hay quince millones de personas que viven en pobreza y anualmente se producen 28.727 muertes violentas. Un estudio presentado a los legisladores uruguayos por la oposición indicó que hay una demanda insatisfecha del 96% en aceite de maíz, 84% en harina de maíz y café, 83% en papel higiénico, 81% en azúcar, 70% en fideos y arroz, y 67% en queso. “Esos números asustan”, dijo Olivera.
FUERTE PRESIÓN OFICIALISTA
Por otra parte, se aprecia “la omnipresencia del gobierno. Está en todas partes. El Partido Socialista Unido de Venezuela y el gobierno son la misma cosa. En el super, un legislador tomó fotografías y vino un Guardia del Pueblo, como los llaman, para que borrara las fotos. Preguntamos por qué, qué ley o dónde estaba el cartel que lo prohibiera. Y solamente dijo que el presidente Maduro lo había dicho en televisión”.
“El Consejo Nacional Electoral se supone debe ser imparcial, pero resulta que de los 167 diputados, una parte se elige por representación proporcional y otra parte por representación distrital. Curiosamente en aquellos lugares donde gana la oposición, se necesitan muchos más votos que en los distritos donde gana el oficialismo”.
También indicó Olivera que “claramente hay una campaña de presión. Se nos hizo escuchar una grabación en la cual un jefe había reunido a los empleados y tras preguntar si ellos estaban contra la revolución chavista, pedían que le tomaran una fotografía al ticket electoral y su documento y se lo enviaran a su teléfono. La presión era enorme, del mismo modo que fuerte la mordaza a la prensa opositora” .
Y aun cuando se supo que la oposición había obtenido un triunfo por dos tercios de los escaños “la gente no salió a festejar; un claro síntoma del temor en que se vive. La gente está cansada del régimen de Maduro, pero nadie lo dice en voz alta. Pero el resultado de la elección, aun con todo lo que hizo el oficialismo para torcer la intención ciudadana, determina que el venezolano está cansado de vivir mal y busca a través de los legisladores elegidos que las condiciones mejoren”.
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