Rurales | 15 Dic El temporal del pasado sábado dejó fuertes secuelas en algunos establecimientos del interior del departamento, que tras sufrir diversos daños, aún permanecen sin energía eléctrica ni comunicación.
Un área muy amplia de la Ruta 26, que va desde El Eucalipto (kilómetro 100), más de 50 kilómetros llegando hasta el límite con Salto y varias localidades de esa región, no han visto aún --hasta las 17 horas de este lunes-- restablecido el servicio de energía eléctrica.
Puntualmente se verificaron importantes daños materiales. La familia Boffano-Rodríguez, cuyo predio se ubica en el kilómetro 122 de Ruta 26, vio cómo las aletas y toda la estructura superior de su molino se despegaba del resto de la torre con el paso del fuerte viento.
“Nos rompió todas las aletas del molino y las dejó tiradas en el piso como si fueran papel”, ilustró ante el requerimiento de EL TELEGRAFO la productora Laura Rodríguez, aseverando que prácticamente “le cortó el pescuezo al molino”.
Explicó que solo la parte superior de las aletas “tiene un costo aproximado a los U$S 1.000, y recién este martes puede venir el técnico a repararlo”. Debe subir a sacar el sistema de engranajes, bajarlo y ver su estado. “Ahí puede surgir otro costo elevado, por lo que el impacto es fuerte”, explicó.
Pero no solamente el aspecto económico preocupa. En el citado predio funciona desde hace varios años una hotelería de terneros y, ante la imposibilidad de brindarles agua a través de los bebederos, “debimos sacarlos al campo para que tengan agua natural”.
Además, Rodríguez señaló que “los comederos en donde les brindábamos ración a se destrozaron por el temporal, por lo que se está trabajando en solucionar ese inconveniente también”, dijo.
A esto debe sumarse que “estamos sin energía eléctrica, por lo que se perdió todo lo que estaba en la heladera”, y con las altas temperaturas “todo se hace más complicado”.
Otro predio que sufrió el fuerte impacto del temporal fue “Piedra Mora” de la familia Filliol Barreiro en la zona de Guarapirú. El ventarrón causó la voladura de parte del techo de la casa principal, el desprendimiento de varios árboles sin consecuencias mayores, además de la falta de energía eléctrica. También a un establecimiento de la zona de Araújo, sobre Ruta 26, se le volaron las chapas de un galpón, ocasionando diversas roturas.

LLUVIAS
Las precipitaciones del sábado fueron generales, pero irregulares en diferentes zonas, destacándose los 50 milímetros en el establecimiento “Ñanderoga” de la familia Artía, en la zona de Ceballos, los que también rápidamente sufrieron el corte de energía eléctrica.
La rotura de varias columnas sobre Ruta 26 dejó sin luz a una amplia zona, “incluyendo a la estancia 'Atalaya', ubicada a 19 kilómetros (al norte) del mojón 134 de Ruta 26”, comentó Carlos Artía.
Fernando Ventura Guichard, en cambio, señaló que en el establecimiento ubicado en el kilómetro 96 de Ruta 26 fueron 20 milímetros de agua “y el viento no rompió árboles ni ramas en la zona”.
En donde no se registraron daños, a pesar del fuerte viento, fue para el Este del departamento. En Capilla del Carmen, a 7 kilómetros de Merinos, “apenas fueron 10 milímetros”, explicó Giancarlo Menegazzi. En tanto que no muy lejos de allí, “llovió 16 mm y sin problemas”, dijo el ingeniero agrónomo Carlos Hiriart Azzato.
En la zona de la colonia José Batlle y Ordóñez, José Ramos informó sobre “algo de viento y 11 milímetros de agua”, en tanto en puntas de Arroyo Negro, Gustavo Dalmás indicó que “llovió 20 mm, poco viento”, pero hubo problemas de energía eléctrica.
En las cercanías de la ciudad, el gran problema fue el corte en el suministro de energía eléctrica en varias zonas. Desde la Estación de Meteorología se manifestó que llovió 12 mm y se detectaron vientos de hasta 100 kilómetros en la hora. En Paso Guerrero, de acuerdo con lo indicado por la familia Brasesco-Gómez, fueron 32 milímetros, en estancia “La Elisa”, en la zona de “La Tentación”, y de acuerdo con lo expresado por el ingeniero agrónomo Andrés Echeverría llovió 10 mm, “tirando ramas y un par de árboles chicos”; en el predio del ingeniero agrónomo Roberto Ceriani “fueron 12 milímetros, mucho viento, algunos árboles caídos y corte de energía eléctrica hasta la 1 del domingo”.

DÉFICIT
Luego de los 220 milímetros de agosto --cuando lo normal serían 73 mm--, los meses de setiembre, octubre y noviembre tuvieron déficit de agua en la zona de la Estación de Meteorología de Paysandú. En setiembre el registro marcó 63 mm (lo normal serían 91), octubre 87 (122) y en noviembre 79 (118), aunque de todas maneras lo espaciado de los días de lluvias permitió que se mantuviera buena humedad en el suelo y los cultivos de soja sembrados en forma temprana ni el crecimiento de las pasturas en esta zona del litoral se vieron afectados. Ya con la presencia del fenómeno de “El Niño” instalándose en la zona y con fenómenos climáticos adversos --que se prevé serán cada vez más seguidos--, se aguarda que las lluvias del presente mes estén por encima de lo normal.