Policiales | 14 Dic La clásica tranquilidad con que se vive en la localidad de Sauce, ubicada a 35 kilómetros al sur de Young, en el departamento de Río Negro, se vio alterada por el crimen de un hombre de 73 años que se encontraba desaparecido desde el 28 de noviembre.
La investigación, a cargo de personal de la Seccional Sexta de Young, permitió la detención de al menos siete personas, cuatro de las cuales quedaron a disposición judicial tras confesar su participación y/o conocimiento en el salvaje asesinato.
Al parecer, unos jóvenes se encontraban desarmando las instalaciones de un bar que permanecía cerrado cuando --de acuerdo a su confesión-- se les apersonó Miguel Árcangel Amaro Barrientos, con quien uno de éstos mantenía algunas diferencias.
En determinado momento, la agresión verbal fue subiendo de tono, por lo que uno de los implicados tomó una maceta y le asestó dos golpes en la cabeza al septuagenario. El hombre quedó tendido en el piso, ocasión en que otro de los presentes se acercó y le propinó otros tres golpes con el mismo objeto. Una vez que se cercioraron de que Amaro se encontraba sin vida, lo envolvieron en nailon y lo ataron con alambre. Seguidamente, lo colocaron en el baúl de un automóvil Ford Falcon y se dirigieron a unos tres kilómetros del pueblo, a un arroyo donde arrojaron el cuerpo. Un rato después volvieron y sacaron el cadáver del agua para colocarle piedras y una batería de automóvil para evitar que saliera a flote.
Dos de los implicados confesaron el hecho a la Policía, uno de ellos hasta marcó el lugar donde fue arrojado el cadáver.
Trabaja en el lugar personal de Policía Científica de Montevideo que llegó a Río Negro para colaborar en la investigación, de forma de no dejar dudas sobre la evidencia encontrada.
Hay siete detenidos, cuatro de los cuales figuran como implicados en el homicidio.

CRIMEN DESCUBIERTO
El dato aportado por un vecino, que indicó a la Policía haber visto algo que se asomaba en el agua, permitió localizar el cuerpo y tomar conocimiento que se trataba de un crimen. “Tuvimos que sacarlo entre cinco personas, fue algo feo y el pueblo ya vivía con intranquilidad por la desaparición de Amaro, un vecino conocido por todos” explicó un vecino a los colegas de El País.
Amaro Barrientos era conocido por sufrir ataques de epilepsia, por lo que la hipótesis de que se tratara de un extravío era la que más sonaba entre los pobladores. En tanto, con el hallazgo del cuerpo y las posteriores investigaciones --que permitieron detener a los autores del hecho--, la comunidad se vio conmocionada, lamentando que en un pueblo tan chico haya ocurrido un hecho de tales características.