Paysandú, Jueves 17 de Diciembre de 2015

Gasten nomás…

Opinion | 15 Dic Mientras el expresidente José Mujica y el ministro de Economía y Finanzas, Danilo Astori, rivalizan públicamente a ver quien lleva con el poncho a quien, inevitablemente los uruguayos tendremos que poner 1.400 millones de dólares para recapitalizar la empresa más grande de Uruguay, nada menos que en el área de los combustibles y monopólica, como Ancap.
A medida que se ha avanzado en la investigación parlamentaria sobre la gestión de los últimos años de Ancap, que han derivado en un déficit de no menos de 600 millones de dólares, y se ha confirmado una desastrosa gestión del ente, los jerarcas del gobierno se están atribuyendo mutuamente responsabilidades y soslayando quién es al fin de cuentas el que ha adoptado y avalado decisiones que han hecho esfumar en el aire centenares de millones de dólares de los uruguayos, porque como se señala bien por los defensores del Estado y las empresas públicas a ultranza, esta empresa es --o debería ser-- de todos los uruguayos.
Como es norma, nadie quiere ser el padre de la derrota, que como establece el dicho, siempre es huérfana, y en este caso el equivalente a la derrota es el déficit enorme que ha llevado a la descapitalización.
En las últimas horas Danilo Astori respondió por carta al expresidente José Mujica, quien lo había responsabilizado por el déficit de esa empresa pública. Astori no solo le dice a Mujica que su enfoque sobre Ancap es “totalmente equivocado” y que las inversiones de esa empresa fueron “muy malas”, sino que le recuerda que junto al exministro de Economía, Fernando Lorenzo, le advirtieron en varias oportunidades sobre la situación “fuera de control. Lamentablemente, nuestros planteos fueron inútiles”, afirma Astori en una carta que divulgó en reacción a otra de Mujica del día anterior.
El ministro de Economía califica de “lamentable” el debate en torno a Ancap y agrega que él no inició este debate, sino primero el vicepresidente Raúl Sendic, luego autoridades de Ancap y finalmente el propio Mujica, con un enfoque “totalmente equivocado” al responsabilizar al Ministerio de Economía por la crisis de la empresa pública.
Señala que parece que Mujica ha “olvidado” que tanto él como Lorenzo plantearon en más de una vez la situación de Ancap y de otras empresas públicas que estaban “fuera de control”.
“Te pido recuerdes una tensa sesión realizada en 2012, durante la cual Fernando y yo hicimos una extensa e intensa argumentación al respecto. Lamentablemente, nuestros planteos fueron inútiles. No obtuvimos ninguna respuesta ni percibimos la más mínima reacción, ni tuya ni de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto que, te recuerdo, es la institución especializada en el seguimiento y control de las empresas públicas”, dice Astori.
Por lo demás, aunque ello fue negado sistemáticamente desde el gobierno, y sobre todo rechazado de plano en la campaña electoral desde el oficialismo, en la misiva de Astori se reconoce que en el gobierno de Mujica funcionaron dos equipos económicos paralelos. Así, Astori expresa que “es verdad” que tuvo incidencia en la designación de los ministros de Economía, pero no así en la integración de la OPP, que bajo el gobierno de Mujica estuvo dirigida por Gabriel Frugoni, del mujiquismo. “No la tuve, sino que sus cargos de dirección fueron ocupados durante todo el período pasado por compañeros que no compartían la visión del Ministerio de Economía, en particular sobre las empresas públicas”, sostiene Astori.
“En cuanto a tu actitud , la has venido a explicar tú mismo con recientes declaraciones en las que has admitido que invitaste a las empresas públicas a que inviertan todo lo que quisieran. Te aseguro que no sonó a programa ordenado y coordinado”, apunta el secretario de Estado.
En otro pasaje de su carta, Astori apunta directamente a las inversiones en Ancap. “Nadie niega que había que invertir, como nadie puede desconocer que las inversiones de Ancap fueron, en general, muy malas (...) Hasta ahora, los evidentes problemas de gestión que existen no han sido corregidos”, afirma el ministro.
De este intercambio de acusaciones y de visiones, por decirlo así, surgen una serie de aspectos que es preciso traer a colación, y que también fueron negados sistemáticamente desde la soberbia del poder: el expresidente Mujica dio la orden a las empresas públicas de que fueran “para adelante” y gastaran “nomás” --y así nos fue-- porque siempre iba a haber cuestionamientos desde el Ministerio de Economía “machete”, aunque aparentemente el dinero abundaba.
Bueno, en Ancap la fiesta nos salió no menos de 600 millones de dólares en déficit y la recapitalización nos va a salir el doble a los uruguayos, mientras “en compensación” seguimos teniendo los combustibles más caros del mundo, la producción de cemento resulte más cara que la competencia privada y sigue a pérdida, tengamos más funcionarios que los que necesitamos y con los sueldos más altos de la administración pública, pese a que la empresa esté con números en rojo. Una perla más del mujiquismo dilapidador, el mismo que enterró millones de dólares en el rescate de empresas fundidas a través del Fondes, sin importar la sustentabilidad de los proyectos y disfrazando la realidad para mantener los subsidios que se esfumaron con total irresponsabilidad y absoluta falta de trasparencia, por decir lo menos.
Hoy la “empresa más grande de Uruguay” a decir del expresidente de Ancap, Raúl Sendic, también está fundida, aún cuando “factura 4.000 millones de dólares” según manifestara con soberbia el jerarca cada vez que se le criticaban los gastos desmesurados del ente y de su subsidiaria ALUR.
Quedó en claro que la consigna de Mujica --el gran responsable de las decisiones-- del “gasten nomás”, porque los ciudadanos van a pagar como sea, lo tendremos que sufrir en carne propia. Y justo ahora que se terminó el tiempo de la vacas gordas.


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