A PESAR DE PROHIBICIÓN DE ENCENDER FUEGOS

Policiales | 12 Dic Unas 40 hectáreas de campo de trigo recién trillado fueron consumidas por las llamas de un incendio en el establecimiento “Dos Arroyos”, en costas del arroyo Negro, cuya extinción motivó la implementación de un operativo que se extendió durante cinco horas y que requirió la participación de una dotación del destacamento de Bomberos con dos autobombas, personal de Seccional Cuarta de Policía con asiento en Pueblo Porvenir y la colaboración de un camión cisterna municipal para el reabastecimiento de agua.
De acuerdo con información extraoficial, próximo a las 11 un empleado del establecimiento preparaba un asado montado sobre piedras de losa, en un predio cubierto con rastrojos de trigo recién sembrado, material altamente combustible. Producto de la acumulación de calor, una de las piedras estalló y sus partículas encendidas se esparcieron en distintas direcciones, generando un foco ígneo. Debido a la elevada temperatura, el fuego se extendió rápidamente y, ya sin posibilidades de controlarlo, se alertó de lo sucedido al 911.
Al arribar, Policía y Bomberos encontraron un incendio con 1.500 metros de frente, lo que motivó que mediante la utilización de mangueras a presión se crearan espacios libres de llamas en los extremos --denominados “cortafuegos”-- para evitar su propagación. Una vez circunscrito el fuego, los efectivos, encaramados en la parte superior de las autobombas --para dotar de mayor alcance a las mangueras-- comenzaron a extinguirlo desde los extremos, atizando luego las llamas pequeñas mediante el empleo de chicotes y otras herramientas manuales. Finalmente, se recorrió el área afectada en procura de localizar y apagar pequeños focos aislados a fin de evitar que el incendio se reavivara. Próximo a las 16, a cinco horas de su comienzo, el fuego fue totalmente extinguido.
Este es el primer incendio con este tipo de origen desde que en diciembre entrara en vigencia --hasta la segunda quincena de abril de 2016-- el decreto que prohíbe encender fuego en espacios al aire libre, a excepción de que sea para cocinar en parrilleros, churrasqueras o similares, con determinadas medidas básicas de seguridad, como tener a mano un balde con arena.