Locales | 15 Dic Tras la fuerte tormenta del pasado sábado, que provocó diversos daños en la ciudad, entre ellos la caída de varios árboles, algunos en la zona del Balneario Municipal, uno de los cuales impactó en un automóvil en tránsito, el exdirector general de Servicios, Emilio Roque Pérez, aseguró que “se puede entender que en un cambio de gobierno haya acciones que no se pueden tomar de inmediato, pero cuando se trata de la seguridad pública y de algo que estaba en proceso, entonces no me queda claro la o las razones para no continuar con el trabajo”.
“En los últimos años se fueron cortando árboles en el Balneario Municipal y en el Parque Municipal, después que se detectó que los eucaliptos de la costanera habían sido atacados por una plaga y que la única solución que velara por la seguridad ciudadana era cortarlos y suplantarlos por otras especies”, recordó Pérez. En 2012 se determinó que habían sido atacados por la chinche del eucalipto (Thaumastocoris peregrinus), el psílido del escudo (Glycaspis brimblecombei), y por la avispa de la agalla (Leptocybe invasa). Estas plagas se sumaron a un estrés provocado por sucesivas inundaciones durante décadas.
El exdirector de Servicios se mostró “muy sorprendido porque este gobierno no haya tomado cartas en el asunto considerando que en el Plan de la Costa es ahora funcionario de jerarquía Andrés Andrusyszyn, quien cuando era edil dijo una y otra vez que tenía la solución para salvar los árboles. Y resulta que no solamente no ha hecho nada, sino que además los árboles se siguen cayendo y ahora hasta provocando accidentes”.
“A fines de 2011 detectamos el problema y fuimos a la Facultad de Agronomía, donde el decano nos recomendó a dos especialistas. Por un lado al ingeniero agrónomo Carlos A. Pérez, profesor adjunto de Fitopatología en el Departamento de Protección Vegetal de la Estación Experimental 'Mario A. Cassinoni' (Eemac), de la Facultad de Agronomía. Y, por otro, al ingeniero agrónomo Carlos Pellegrino, un hombre profundamente comprometido con el paisaje durante toda su vida”, recordó.
Con “el ingeniero Pérez se identificó la enfermedad y se hizo un estudio de los ejemplares que ya no tenían recuperación y debían ser talados. Por otro lado, la Intendencia de Bertil Bentos contrató a Pellegrino para realizar un proyecto de reposición. Precisamente fue gracias a su idea que se cortaron los árboles al sur del Irene Sosa, porque siempre nos decía que 'no puede ser que teniendo una vista tan hermosa del Uruguay, no pueda ser apreciada por esos árboles'”.
Tras el proceso de licitación, “en 2012 se comenzó con el corte de árboles. Además también se contrató al ingeniero agrónomo Pablo Ross, otro experto, para tener una tercera opinión profesional. Y esta coincidió totalmente con la de los otros dos profesionales”. Fue en 2012 “cuando también comenzaron los planteos en la Junta Departamental, siendo Andrusyszyn quien clamaba tener una solución. Y resulta que ahora que está en el gobierno, solamente mira los árboles, porque su oficina está a pocos metros, y no hace nada. Si alguien lo entiende, que lo explique”, sub- rayó Pérez.
Al término de la Administración Bentos “hicimos acuerdo con la empresa Altos Fines S.A., a la que se le entregaron 90 toneladas de madera y debía retornarnos parte de la misma, procesada en tablas. Aptas para hacer tres juegos infantiles, 30 mesas, 50 bancos, tres pérgolas y 15 papeleras, a ser colocadas en la misma zona donde fueron talados los eucaliptos. Y me consta que al terminar nuestro período de gobierno estaban llegando las tablas. Desconozco, claro, si se mantiene el proyecto o se cambiará”.
“La población debe recordar que hay prohibición de estacionar en la zona comprendida por Baldomero Vidal, Avenida de los Iracundos, Purificación e Instrucciones del Año XIII”, recordó Pérez antes de culminar indicando que “la actual Administración no puede continuar descuidando un asunto de tanta gravedad, porque la caída de uno de estos árboles –solo de uno– puede provocar pérdidas humanas, lo que nadie quiere que suceda por supuesto”.