Paysandú, Sábado 26 de Diciembre de 2015
Deportes | 21 Dic En 1989 comenzó a jugar en Primera y desde ahí nunca paró. Con casi 28 años de trayectoria mandando la pelota al fondo de la red que lo llevó ser, hasta ahora, el goleador histórico de la selección de Paysandú, Carlos Jaime dijo basta y hace un par de días decidió retirarse del fútbol. El “Pelado”, como se lo conoce popularmente, nunca perdió la humildad ni el amor por su barrio, lo que generó que siempre haya sido respetado dentro y fuera de la cancha.
“Me llevaba tiempo recuperarme después de cada partido, al menos cuatro días pasaba dolorido. Igual entrenaba todos los días, no como antes pero siempre iba”, dijo el Jaime explicando por qué decidió colgar los botines.
“Sinceramente, hace dos años que ya no quería más nada, ahí me di cuenta que quería abandonar, aunque cuesta. Por ahora no lo he sentido, capaz cuando empiece el fútbol me dan ganas, pero no siento...no siento esas ganas que tenía antes. Cuando ya no tenés voluntad ni ganas no podes seguir, este año fue el que más sentí que ya no podía más”, comentó sobre su retiro.
“Fue una decisión que la tomé solo, no lo consulté con nadie. A este muchachito le pedí que por favor le diga a la madre para que pidiera que dejara el fútbol, medio en broma y medio en serio, decidí por dejar”, explicó sobre la difícil decisión.
“El año pasado era más duro porque trabajaba y llegaba a las seis de la tarde. Sinceramente iba a tomar unos mates y me venía para mi casa. Lo que me voy es contento por la relación que hubo con los rivales y con los contrarios. Vos decís ‘voy a dejar porque te insultan’, pero no, todos los partidos que entré me respetaban. Más allá del folclore del fútbol que a veces me gritaban: ‘¡viejo, jubilate!’”, señaló entre risas. Pero, “me quedaron vivencias espectaculares en el fútbol. Me quedaron cosas para enseñar, yo siempre lo digo con el fútbol no hice ni un peso. Tuve la chance de jugar más de 10 años en el profesionalismo, pero te soy sincero, no hice plata. No me arrepiento de las cosas que viví en el profesionalismo como tampoco lo vivido en el fútbol amateur.
El fútbol me dejó muchas cosas. Nunca tuve problemas con rivales o con hinchadas contrarias, siempre hubo respeto.
Al fútbol de Paysandú soy un agradecido porque jugué en varios equipos, en Centenario, Libertad, Estudiantil, Juventud Unida, y siempre hubo respeto. A uno le quedó la vivencia para enseñar y manejarse, ahora tengo un hijo y le gusta el fútbol, y sinceramente no me gustaría que atravesara las etapas que tuve que vivir yo, me gustaría que sea más correcto y que se sepa manejar mejor que yo. Yo no me manejé muy bien a nivel de fútbol profesional. No le falté el respeto a nadie, pero no fue bueno lo que hice”, señaló con total sinceridad.
TRAYECTORIA Y PROFESIONALISMO
“Cuando estuve en el Paysandú Bella Vista fue la mejor etapa”, dijo Jaime en referencia a la etapa que más disfrutó como profesional. “Todos dicen lo mejor fue el gol a Nacional, todos se acuerdan de eso. Pero se olvidan que en mi etapa en Bella Vista le hice goles a Nacional, Peñarol, Defensor y Danubio”, recordó el “Pelado” con orgullo al convertirle a los cuatro grandes del fútbol uruguayo.
Pero Jaime dejó su marca en el equipo papal, ya que fue el que convirtió el primer gol en el profesionalismo para Bella Vista, en aquel partido en el que cayeron 7 a 1 con Danubio. “Hice el primer gol cuando ganamos el primer partido, que fue contra Rentistas, y me acuerdo que cerré ese primer año convirtiendo ante Tacuarembó dos goles”, señaló Jaime, quien volvió a mencionar que la etapa en la institución vaticana fue una de las más lindas que vivió en el fútbol profesional. “Lo mejor de todo era que estaba en Paysandú, a mi no me gustaba Montevideo y no me gustaba irme. A mi no me gusta andar en otro lado que no sea mi barrio, por ahí ando en todos lados pero estoy un rato”, señaló.
El “Pelado” recordó que cuando llegó le costó un poco, pero el grupo humano fue algo que lo marcó a fuego. “Estuve tres años, la etapa más fea fue cuando dirigió Carlos Manta, con el que ya había tenido diferencias cuando jugué en Central Español”.
Pero Jaime, fiel a su estilo, no bajó los brazos. “Tenía una gente bárbara en Bella Vista tanto jugadores, dirigentes e hinchas”, enfatizó y añadió que el grupo de amigos que se formó en ese plantel lo conserva hasta hoy.
“Una vez que hubo un problema con Manta, los mismos jugadores fueron los que le pidieron que yo jugara y me respaldaron”, contó con emoción.
Pero la carrera profesional de Jaime comenzó en 1991 cuando se fue a La Luz, club con el que hizo 27 goles en la Divisional C.
“Ahí empecé a conocer los enjuagues del fútbol. Llego un día a la sede y estaban todos los medios de la capital; le pregunté al cantinero y me dijo (Roberto) “Fleitas arregló con Nacional”, contó. Fleitas era en ese momento el técnico de La Luz. “Ese día me llama aparte y me dijo que el primer jugador que quería para Nacional era a mí. Hasta el día de hoy estoy esperando para jugar en Nacional”, relató entre risas. Jaime dijo que el error lo cometió él. “Me parece que tendría que haber arreglado con Fleitas, se ve que le gustaba llevarse alguna tajadita”.
En el 1992, volvió a Centenario y al año siguiente arrancó jugando la Copa OFI. Después pasó por Bella Vista de Montevideo durante dos temporadas, volvió a Paysandú para jugar en Libertad. “La amistad que había en Libertad era algo inigualable. Iba a la sede y te decían ‘vamos a comer un guiso o un asado’ y ya salían y armaban todo”, resaltó. El Pelado halagó a los Tarantos por el trabajo que hacían por el club. “Daba gusto ir a jugar” y agregó que después de Juventud Unidad, Libertad es uno de los equipos que lleva en el corazón. “Este año, cuando jugué contra Rampla tuve la mala suerte de errar un penal, yo estaba dolido y estaba jugando llorando porque le estaba fallando al grupo. Tuve la suerte que en la hora hice el gol y ganamos. Salí de la cancha y vi a un amigo de Libertad que estaba también llorando y me felicitó”, dijo Jaime quien destacó que eso no lo da ni la plata ni nada.
Luego, en 1996 jugó en Estudiantil, para posteriormente ir a Gimnasia de Concepción de Argentina, volvió al estudioso, para finalmente en 1998 defender la camiseta de Central Español. “Debuté a los tres días de haber llegado bajo la dirección técnica de Antonio Alzamendi, una persona maravillosa, un fuera de serie”, indicó. Luego pasó a Real Hervido de Fray Bentos, para volver a Juventud Unida, tener unos años nuevamente en Fray Bentos defendiendo hasta 2013 a Laureles, luego tuvo un breve paso por Sandú de Mercedes, para finalmente en 2014 volver a su querido Juventud Unida. Este año logró el Torneo Clausura, lo que fue el último título del “Pelado”.
"NO SOY UN BORRACHO”
“Si tengo algo para reprocharme en el fútbol fue que no me manejé como tenía que hacerlo en el profesionalismo. La gente sabe como soy, a veces decían ‘Jaime es un borracho’, pero yo no soy un borracho, a mi me gustaba la noche. Por ahí estaba toda la noche con vos conversando o estaba toda la noche en el bar hablando con amigos, volvía me acostaba un rato y después me iba a practicar. Lo que tenía era que nunca faltaba a practicar, siendo profesional como ameteur, por eso llegué a jugar hasta esta etapa porque me gustaba muchísimo entrenar”, señaló el delantero.
“Yo le digo a los gurises que hagan lo que yo digo, no lo que yo hice. Uno los trata de encaminar, ya que uno conoce como es el paño de lo que es Montevideo. A mi me duele la gente que lleva a los gurises a la capital, los dejan tirados y al poco tiempo se terminan volviendo”, comentó. Aparte de jugar en la Primera de Juventud Unida, Jaime también fue técnico de la Categoría Sub 15 del verdolaga. “Con seguridad el año que viene siga dando una mano en alguna de las categorías de formativas”, señaló.
LA SELECCIÓN
“Lo único que tengo en la selección son goles, después de títulos tengo un Litoral Norte del 2002, y para mi no es un título, lo que importa es el Campeonato Nacional”, señaló Jaime, quien restó importancia ser el máximo goleador de la selección de Paysandú.
“En 1995 no pude jugar las semifinales y finales del Campeonato Nacional de Selecciones, me perdí la final con Maldonado Interior. En 1998 perdimos otra final con Colonia, y después más adelante volvimos a caer en un final ante Maldonado Capital”, recordó.
“Tuve la mala suerte de perder tres finales con Paysandú y no haber ganado lo que uno pretendía”, lamentó el “Pelado” con los ojos llorosos y afligido. “Haberle dado un título a Paysandú hubiese sido lo más hermoso, porque es algo que es para la ciudad”, agregó. “Yo jugaba hasta por 200 pesos en la selección, y orgulloso”, tiró.
¿Por qué nos cuesta ganar un titulo nacional?: “Desde el ‘90 que Paysandú no salga campeón es mucho. Pero cada vez está más difícil”, señaló, y agregó que el fútbol tendría que cambiar en todo sentido. “Yo veo que acá cada uno cuida su ‘chacrita’ y están pasando los problemas que están pasando”, acotó. Pero Jaime no quedó callado y dijo que no puede creer que en la Liga de Fútbol haya dirigentes de equipos que pasen para el otro lado del mostrador y pidan información de otros equipos. “Yo lo vi cuando estaba en la selección, no puede ser que pase eso”, señaló molesto. “Si querés cambiar el fútbol de Paysandú, la Liga tiene que meter mano dura y se tienen que sentar a hablar con todos los cuadros”, indicó. Para Jaime las redes sociales están matando al fútbol. “Ahora están más preocupados por sacarse una selfie o qué se dijeron”. Para el exfutbolista antes todos querían ir a la selección y lucirse para el lunes ser tapa del diario. “Yo iba a la selección y quería ser el mejor para ser tapa del diario y que todos hablaran de mí”, resaltó y agregó que le gustaba figurar por cómo jugaba, no por otra cosa.
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