Locales | 21 Dic Antes del anochecer del jueves, estudiantes con sus familiares comenzaron una larga fila frente al local de la Escuela Técnica de Paysandú “Arquitecto Leonardo Bulanti Ríos”, a fin de obtener un número que posibilitara su inscripción para el año lectivo 2016. Ante las intensas precipitaciones ocurridas en esos momentos, el subdirector de la institución, Ruben Borthagaray, se acercó y entregó 80 números para evitar la espera hasta la mañana del viernes. Sin embargo, la fila siguió aumentando en horas de la madrugada hasta que el personal de servicio, que comienza su labor a las 6, abrió las puertas de las instalaciones donde aguardaron hasta las 8.
“La actual dirección de UTU resolvió retornar a las filas, porque en otras escuelas del país se lo observa como más democrático, antes que hacer sorteos para los ingresos. Las inscripciones deben comenzar este lunes y se extenderán hasta el 30 de diciembre y para evitar que ocurra lo que ya sucedió, anunciamos que entregamos un cierto cupo de números para Ciclo Básico, en tanto se han reducido la cantidad de grupos”, dijo Borthagaray a EL TELEGRAFO.
Los números se entregaron el viernes y “los interesados pueden asistir este lunes con mayor tranquilidad porque ya tienen un horario y allí elegirán. Las elecciones para Ciclo Básico se harán en una computadora, el FPB (Formación Profesional Básica) se hará en otra y los cursos de más alto nivel se harán en otra”, añadió.
Borthagaray reconoció que en Paysandú hubo reducción de grupos: “Tuvimos que organizar la escuela nuevamente, que sigue siendo la misma. Antes impartíamos cursos en el local de Paysandú Innova y continúan los cursos en el local del Liceo 3. Al no contar con Innova –porque seguimos sin contar con espacio y eso llevará su trámite burocrático– debemos avanzar con lo que tenemos e incluir a los estudiantes de forma ordenada”.
El subdirector relató que “con 23 salones, no podemos inscribir para 35. De lo contrario, ocurrirá como el año pasado que dejamos a todos dentro, pero cada vez que un profesor iba a su salón, ese lugar estaba ocupado y tenía que ver cuál espacio había quedado libre”. Con la estrategia desarrollada “en algún punto, nos desorganizamos. Por eso, cambiamos este año y eso implicó sacar cursos. Teníamos diez primeros en Ciclo Básico que bajaron a seis en primera instancia y posteriormente nos agregaron otro, ante la demanda importante. Es decir que quedaron en siete, pero a cambio de eso se quitó un Bachillerato de Administración y eso es lo que nos duele”, reconoció.
Por otro lado, “cuando vemos la cantidad de estudiantes que termina en un curso --es que algo está pasando--, si comenzaron 30, pero egresan 8 o 9, no se pueden abrir de manera indiscriminada para contar con ellos”, aclaró Borthagaray, quien reflexionó que “quizás falle el docente, fallemos nosotros como equipo de dirección y no intervenimos o está fallando la sociedad que no apoya a ese joven para que continúe”.
Explicó que “no podemos echar culpas solo a los recortes presupuestales resueltos por el gobierno, que por un lado es real, sino debemos ver que es un problema multicausal” y agregó que se deberá analizar lo que ocurre “con Turismo y preguntarnos por qué egresaron cuatro este año. Si terminaron cuatro, no podemos abrir un primero porque el Estado deberá pagar a más de una docena de docentes para que egrese esa cantidad de alumnos”.
Borthagaray remarcó que los resultados hoy se ven por el Bachillerato de Deporte y Recreación, “pero ahora ocurre como han sido siempre con otras disciplinas en diversas épocas porque esto es cíclico. Lo fue Administración en su momento y ahora está en declive. Incluso ocurre en el Instituto Tecnológico, donde Informática también está en declive y hay que salir a buscar a los alumnos para que hagan estos cursos”.
Según el docente, “es la realidad que tenemos como país y departamento, por tanto, como equipo de dirección y escuela técnica debemos ajustar. Esto lleva a una mejor organización y a enfocar el trabajo por la calidad de la educación. Entiendo que ha sido doloroso pasar por la escuela y ver aquella cola, pero es la única manera, porque reitero que es la única escuela técnica”.

LOS CURSOS
El subdirector remarcó que el departamento necesita una nueva escuela para otorgar mayores opciones. “En vez de tener los FPB junto con los cursos de Ciclo Básico, lo óptimo sería contener a los niveles superiores en una escuela de administración y servicios y dejamos otro espacio para los talleres y trabajar en mejores condiciones”, señaló.
Borthagaray aseguró que “Paysandú está siendo olvidado. En Salto, por ejemplo, hay mayor cantidad de escuelas técnicas y todas están divididas, pero acá falta espacio locativo y acuerdos políticos para lograrlos”.
En tal sentido, informó que se trasladó el Ciclo Básico al turno de la mañana, “así quedan juntos todos los primeros niveles”.
Recordó que “esta escuela ocupa casi media manzana y ha tenido reformas, pero sigue siendo el antiguo hospital Pinilla de diferente manera.
El docente reconoció la diversidad de propuestas existentes para la construcción de un nuevo centro de estas características.
“Viene un político y dice que se construirá en un predio de la Escuela 33, viene otro y dice que se hará en la Escuela 57, pero en la realidad no tenemos nada. Hasta que no vea a las autoridades del Consejo en la firma de los convenios, no voy a creerlo”, aseguró.
Borthagaray sostuvo que “falta infraestructura y si queremos avanzar a nivel educativo o técnico, necesitamos el apoyo del consejo. Es una escuela que tiene 2.000 alumnos, 400 docentes y siete planes, compuesto por Ciclo Básico, FPB, MP y MT, cursos técnicos terciarios, capacitaciones, además del Cecap que trabaja con Redescubrir y ni siquiera es una escuela de nivel superior”.
La caja chica que llega para adquirir los insumos que se utilizan en la limpieza del baño es de $ 13.000. “Por eso queremos ascender a escuela superior y lograr que las partidas sean mayores”, agregó.