Deportes | 02 Ene En términos futbolísticos, FIFA se plantó firme y se paró con los tapones de punta. AUF y OFI acordaron el estatuto único del fútbol uruguayo, exigido por FIFA, y lo enviaron al máximo organismo del fútbol mundial.
OFI acordó un montón de puntos, ganó una batalla importante pero fue conciente, pese a los asesores jurídicos, de que debió dejar algunos por el camino en lo que era una guerra política.
Pero FIFA recibió el estatuto, y dejó en claro que había que reformular un montón de cosas técnicas, que no estaban claras y que solo generarían problemas. Al punto que la AUF suspendió la Asamblea en la que debía votarlo.
A ver: tras la visita del emisario de OFI, cuando se retomaron las negociaciones, se debió haber trabajado en base al estatuto modelo de FIFA, pero AUF optó por trabajar sobre el suyo. Y OFI aceptó para intentar calmar las aguas.
El trabajo se extendió más de lo esperado, con idas y venidas, reuniones postergadas y jugadas poco claras, hasta que FIFA planteó claramente que el plazo vencía el 2 de diciembre o, de lo contrario, Uruguay sería sancionado.
El acuerdo se apuró. OFI salió bien parado en muchos aspectos, sobre todo si se tiene en cuenta el pasado histórico de relacionamiento entre las partes.
Pero no hubo una conformidad total por parte del fútbol del Interior, que por intentar solucionar políticamente algunos aspectos dejó delado otros, los técnicos. Que, en definitiva, son los que terminan siendo claves.
Pero OFI tiene ahora un punto a favor. Una cosa hubira sido si FIFA daba el visto bueno; pero no sucedió sí.
El organismo con sede en Zúrich objetó un montón de aspectos de este estatuto acordado para unificar el fútbol uruguayo. No fue uno, ni dos, ni tres. Es más: si uno se remite al abecedario, se comienza en la letra A y se termina en la U.
FIFA explicó que faltaba certeza en los textos, entre otras cosas, y que quiere dejar todo claro, sin dar lugar a interpretaciones, algo que en el fútbol uruguayo es muy común y una bomba de tiempo.
A ver: “Sorprende constatar que AUF ha incorporado cambios sustanciales en el último borrador más allá de la inclusión de OFI”, tiró FIFA.
Y de ahí en más enumeró un sin fin de aspectos.
Se preguntó qué es un afiliado directo, una organización reconocida y cuáles son los miembros, entre otras cosas.
No entendió cuáles son los órganos del Consejo de Fútbol Profesional, los quórum que se cambiaron y, además, se pregunta cómo se va a financiar todo lo que se armó.
Y un punto fundamental para OFI: FIFA indicó que si hay una Comisión de Resolución de Disputa, cómo puede ser que no cubra la disputa entre aportes solidarios y compensatorio, algo que la gran mayoría de las Asociaciones tienen regulado estatutariamente.
En definitiva, deja en claro que hay normas que no se ajustan a las exigencias FIFA.
OFI negoció, cedió políticamente en algunos aspectos y ganó en muchos.
Pero la respuesta de FIFA no hace otra cosa que darle la derecha, de aportarle una carta de poder para utilizar en el momento justo. Y el momento es ahora.
El fútbol del Interior no puede moverse un milímetro de lo que exige FIFA, debe aferrarse a ello con uñas y dientes para, definitivamente y ahora sí, formar parte del fútbol nacional con todos los derechos.