Locales | 07 Ene El intendente Guillermo Caraballo usará la facultad que le permite abonar por encima del tope de horas extra a los funcionarios pertenecientes a las áreas que desempeñaron labores específicas para el Centro Coordinador de Emergencias Departamental (Cecoed) y atendieron a los desplazados por la creciente del río Uruguay.
“Ante la situación de emergencia se debió elaborar un esquema de trabajo y se dispuso que funcionarios pertenecientes a varias reparticiones de la Intendencia –fundamentalmente de los departamentos de Servicios y Obras y algunos de Descentralización– realizaran tareas extraordinarias”, dijo Caraballo a EL TELEGRAFO.
“Al momento de remunerar ese trabajo extraordinario se abonarán los jornales que corresponden. Ocurre que con la reglamentación vigente, las horas extra están topeadas pero el intendente tiene la facultad de disponer un pago por encima de ese tope. Como este es un caso de trabajo extraordinario, a los funcionarios que en estos días cumplieron tareas por más horas de las que le corresponden, se pagarán como horas extra”, añadió.
“Para que quede claro: un funcionario administrativo tiene un tope de 40 horas extra, un funcionario de Servicios un total de 50 horas extra al mes, pero si a raíz de estas circunstancias han superado ese límite, se van a pagar como horas extra porque el intendente así lo resolverá, mediante el dictado de una resolución correspondiente. Ese es el esquema general para cubrir los salarios de las personas que con buena predisposición han dedicado gran parte de estos días a la tarea”, remarcó.

EN EL MUSEO DE LA TRADICIÓN
No obstante, un grupo de funcionarios dependientes de la Dirección de Descentralización y Desarrollo que cumplen su actividad en el Museo de la Tradición, concurrieron el 24 de diciembre en forma voluntaria a retirar objetos y bienes patrimoniales, en un momento crítico de la creciente.
“Todos sabemos que esta crecida fue muy rápida, y concretamente sucedió en un edificio municipal como es el Museo de la Tradición –donde hay una serie de bienes patrimoniales– que los funcionarios, por iniciativa propia, resolvieron la preservación y salvaguarda de esos bienes. Mientras los funcionarios de Servicios y Obras, fundamentalmente, estaban abocados a la atención de las personas damnificadas y sus pertenencias, hubo un grupo de trabajadores que se dedicó a eso”, explicó.
Caraballo consignó que “cualquiera puede comprender que, en nuestro caso, estábamos más preocupados por los desplazados y mientras realizábamos recorridas junto a Prefectura, gestiones ante el Ministerio del Interior y el Poder Judicial para que retirara compulsivamente a la gente, hubo un grupo de trabajadores que por su cuenta hicieron esta tarea de recuperación con el traslado de una cantidad de bienes patrimoniales que se encontraban en ese museo”.
Es así que “el Departamento de Desarrollo entendió pertinente este reconocimiento a siete funcionarios que comprende la posibilidad de usufructuar por dos días una estadía en los centros termales y es básicamente eso. Estas personas nunca preguntaron si iban a cobrar horas extra ni presentaron ningún pedido al respecto, sino que de motu propio fueron al museo el 24 de diciembre porque sabían que allí había objetos valiosos”.
El intendente señaló que “siempre tuvimos claro que íbamos a pagar las horas extra a los funcionarios de Obras y Servicios, básicamente, pero no a funcionarios de otras reparticiones municipales que no estuviesen vinculados a las áreas comprometidas en tareas específicas del Comité de Emergencia. En este caso hablamos, por ejemplo, de funcionarios que manejan vehículos, maquinaria, realizan tareas de limpieza o relevamientos a cargo de las asistentes sociales que articularon la entrega de la alimentación y el control sanitario”. Paralelamente, Caraballo resaltó que se reunió con los directores de las referidas áreas y “cada uno tiene el detalle de los funcionarios y las horas extra trabajadas”. En tal sentido, reconoció que el límite establecido para el pago de horas extra “está bien, porque evita la discrecionalidad pero faculta al intendente que, ante situaciones excepcionales, pueda superar ese límite y pagar las horas que se han trabajado”.
Recordó que la tarea comenzó fuertemente desde el 23 de diciembre y se extendió hasta el fin de semana largo correspondiente a fin de año. “Son fechas muy particulares y la gente estuvo al pie del cañón y es una mala señal que yo negociara las horas extra de quienes manifestaron buena disposición en el trabajo”, remató.