Paysandú, Viernes 08 de Enero de 2016
Locales | 02 Ene El Hospital Escuela del Litoral “Galán y Rocha” cuenta con el suero polivalente antiofídico para el caso que haya alguna persona que resulte mordida por una víbora. Así lo confirmó a EL TELEGRAFO su directora, Ángela Almeida, quien aseguró que “es un suero genérico para los diferentes tipos de veneno” y que “siempre hay suficiente stock tanto en el hospital de Paysandú como en el de Guichón, y a medida que se consume o se acerca la fecha de vencimiento, se repone desde Montevideo”.
Quienes disponen del uso del suero antiofídico “son los médicos, que están preparados para ello y se analiza directamente en el servicio de urgencia. Además está todo normatizado”.
Las vacunas se conservan en heladeras y “cuando necesitamos, se envían a través de las empresas de transporte en una conservadora. Nunca tuvimos problemas con eso”, aseguró la jerarca de la dependencia de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE).
HAY CUATRO ESPECIES
En Uruguay existen cuatro especies de ofidios peligrosos para el ser humano: “Crucera”, “Yarará” o “Yara”, “Cascabel” y “Coral”. Desde que se ha vuelto obligatoria la notificación de los accidentes por mordedura de ofidios en nuestro país, solamente se han registrado eventos que involucran a las especies “Crucera” y “Yara”, y cada año se notifican promedialmente unos 60 casos en el país.
El tratamiento se realiza en el hospital, bajo responsabilidad del médico tratante, asesorado por el médico del Centro de Información y Asesoramiento Toxicológico. El Suero Antiofídico (SAO) se indica una vez diagnosticada la mordedura como de las especies Bothrops alternatus (Crucera o víbora de la cruz) o Bothropoides pubescens (Yara), basándose en las características clínicas de la mordedura y la medición del tiempo de coagulación. El SAO actúa neutralizando el veneno circulante y su administración debe ser lo más precoz posible.
Este suero está disponible en todo el país, en centros asistenciales de ASSE, según un listado establecido por la Comisión Asesora de Ofidismo (División Epidemiología, MSP). Se dispensa a todos los pacientes usuarios tanto de atención mutual como pública.
SOLO INTRAVENOSO
La administración del SAO se da en dosis única y exclusivamente por vía intravenosa. El SAO actúa neutralizando el veneno circulante y su administración debe ser lo más precoz posible (sin un tiempo límite establecido entre el accidente y su administración). Su uso es exclusivamente por vía intravenosa, en goteo lento los primeros 15 minutos y ante la ausencia de reacción adversa debe finalizar a los 30 minutos de iniciada la perfusión. El tratamiento con SAO en ocasiones se debe repetir en la evolución.
Sin embargo, el uso del antiveneno está limitado, por la gran variabilidad en la composición antigénica de los venenos ofídicos según la región geográfica y según la época del año o la edad del ofidio. Solo son efectivos aquellos antivenenos preparados con antígenos cuya composición es igual o similar a la de los ofidios que provocan accidentes dentro de determinado territorio.
TIENE SECUELAS
Con el tratamiento instituido precozmente, la evolución es habitualmente favorable, obteniéndose reversión de los síntomas. En los casos graves, en que se instala una coagulopatía o insuficiencia renal, esta revierte en forma completa con la corrección de los factores prerrenales, la seroterapia y eventualmente hemodiálisis indicada precozmente. Como secuelas más alejadas pueden quedar efectos locales como necrosis muscular, tejido celular y aponeurosis, que podrían requerir limpieza quirúrgica y reparación plástica, edema, inflamación, hemorragia y otros efectos sistémicos con importantes alteraciones de la coagulación e hipotensión, pero sus tres acciones principales son la actividad proteolítica o inflamatoria aguda, hemorrágica y coagulante.
El pronóstico después del tratamiento es generalmente favorable, pero depende principalmente de la administración en tiempo y forma del suero antiofídico específico. Sin embargo, en algunos casos podrían surgir complicaciones, como necrosis con o sin pérdida de función de tejidos, insuficiencia renal aguda, CID, shock y muerte en casos aislados. No obstante, la mortalidad en animales y personas es muy baja.
FABRICADO EN URUGUAY
Hasta 1988, nuestro país debía importar el suero antiofídico a través del MSP desde países limítrofes, tales como Brasil o Argentina. Esta situación provocaba inseguridad en el abastecimiento permanente, dependencia, fuga de divisas y escasa fuentes proveedoras a las que recurrir. Brasil y Argentina son países de reconocida trayectoria en la producción de SAO, pero no siempre logran su autoabastecimiento por lo que no pueden comprometer su producción para la exportación. Tampoco se podía recurrir a países de otras latitudes, ya que las especies venenosas tienen diferente composición antigénica, por lo que sus SAO resultan inadecuados para el emponzoñamiento provocado por nuestros ofidios.
Ese año comenzó la producción en el Instituto de Higiene de Montevideo, que elabora los sueros antidiftérico y antitetánico, para uso humano y veterinario y desde entonces encaró la producción de un suero bivalente antibothrops alternatus y neuwiedi, para uso humano.
Dicha preparación es una inmunoglobulina, heteróloga, purificada y desnaturalizada, mediante precipitaciones salinas, digestión péptica, calor y luego esterilizada. Protege contra el veneno de la Crucera y la Yara. Se presenta estérilmente en estado líquido, envasado en frascos cuyo contenido es de 10 ml. Neutraliza 25 mg de veneno de Crucera y 15 mg de veneno de Yara. Tiene un período de validez de tres años y debe ser conservado entre 5º y 8º C.
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