Locales | 05 Ene En unos 25 minutos cayeron 55 milímetros en la ciudad de Paysandú, lo que en esta situación de emergencia por la inundación complicó en gran manera a quienes se encuentran alojados temporalmente en carpas, al haber sido desplazados de sus viviendas por el avance del río Uruguay.
En pocos minutos las calles de la ciudad quedaron anegadas de cordón a cordón, mientras el agua corría hacia el oeste. Eso provocó también algunos inconvenientes en el tránsito y complicó especialmente a los motociclistas que directamente debieron detener su marcha, debido a que resultaba imposible continuar sin caerse, por la propia fuerza del agua.
Pero donde se notó más el impacto de tanta lluvia en tan pocos minutos (55 mm equivalen a 55 litros de agua por metro cuadrado) fue en las carpas de los desplazados, la gran mayoría precarias, armadas con grandes superficies de material plástico negro, que precisamente guardan las familias que residen en la zona más cercana a la costa del Uruguay.
EL TELEGRAFO pudo apreciar las vicisitudes de esas familias, mientras el agua corría sin poder ser contenida por el piso, y a su paso mojando también colchones, ropa de cama, vestimenta y calzado. Para complicar la situación, en muchas carpas se continuaba con la energía eléctrica encendida, un peligro adicional.
Como ejemplo, en Ledesma y Río Negro, las familias Barreto (siete menores, dos mayores) y Telis-Fernández (6 menores, dos mayores), entre otras, sufrieron la mojadura total de prácticamente todas sus pertenencias. “Pedimos al pueblo, si pueden alcanzarnos un poco de ropa aunque sea; ustedes ven que está todo mojado”, expresaron con sus pies descalzos en medio del agua.
En contraste, según dijo el presidente del Comité Departamental de Emergencias Marco García, en la escuela 95, cercana a la zona, había anoche solamente cuatro desplazados alojados.