Nacionales | 12 Ene El nuevo Centro de Operaciones y Emergencias Sanitarias comenzará a funcionar en breve con el objetivo de reducir el tiempo de respuesta y mejorar la atención a los lesionados en accidentes de tránsito.
Desde 2009 rige un convenio entre la Unidad Nacional de Seguridad Vial (Unasev), el consorcio de emergencias móviles, y los ministerios de Salud Pública (MSP) e Interior, por el cual se brinda asistencia a quienes sufren un siniestro en la vía pública.
El centro funcionará en el marco del Sistema de Atención Médica de Emergencia (SAME) a través del teléfono 105 y será el encargado de despachar los recursos humanos y materiales, inclusive el helicóptero sanitario. Hasta marzo, con unidades de apoyo, se puso en práctica un plan piloto en Colonia, San José, Canelones, Maldonado y Rocha orientado a mejorar los tiempos de respuesta. Posteriormente se analizará la viabilidad de ampliarlo a otros puntos del país cuya cobertura es muy baja, una situación que preocupa al MSP.
Se reforzará la atención en rutas con paramédicos, que son licenciados en enfermería especialmente entrenados y se desplazarán en cuatro móviles que fueron donados por la Embajada de Corea. “Una respuesta adecuada en tiempo y en la calidad garantiza muchísimo el pronóstico de ese paciente traumatizado”, aseguró la subsecretaria de Salud Pública, Cristina Lustemberg.

CONTROL DE CINTURÓN Y LAS SILLITAS DE MENORES
Tras la aprobación de la ley de alcohol cero y la constatación de sus resultados durante el primer fin de semana de vigencia, la Unidad de Seguridad Vial (Unasev) delinea sus nuevos objetivos para este año.
Como meta para el 2020, Unasev se propuso disminuir las muertes en el tránsito a la mitad y esto significa pasar de 18 a nueve muertos cada 100.000 habitantes. Al día de hoy la cifra descendió a 14, aunque a un “ritmo muy lento”, según dijo el director de Unasev, Gerardo Barrios.
Para este año, la estrategia de Unasev estará enmarcada en reforzar los “controles y la observación del cumplimiento de las normas de tránsito” en todos sus ámbitos. Sobre todo, en lo que respecta al uso correcto del cinturón de seguridad y de las sillas para menores de hasta 18 años tanto en autos como en taxis.
En ese sentido, Barrios aseguró que “hay padres que llevan a sus hijos sueltos” dentro del auto y taxímetros que no cuentan con el cinturón apropiado para evitar accidentes con la mampara.
Sin embargo, dijo que la “falla” está en los controles que se realizan en la vía pública por parte de los agentes de tránsito departamentales y del Ministerio del Interior, ya que no son “integrales”.
Además de reforzar los controles, Unasev prevé continuar el “camino” hacia un “proceso de unificación de criterios” a nivel nacional en lo que respecta a sanciones. Barrios contó que, ante una misma alcoholimetría positiva, las sanciones a los conductores pueden variar de acuerdo a los criterios que maneja cada Intendencia. Por ejemplo, las inhabilitaciones de la licencia pueden ir de seis meses a un año o incluso más cuando el que tiene la decisión final es un juez.
En ese sentido, dijo que este año se apuntará a concretar la unificación de los criterios de sanción mediante el permiso de conducir único y la incorporación de las libretas por puntos. Este permiso por puntos será elaborado por la Unasev e inspectores de tránsito para ser presentado ante el Congreso de Intendentes en marzo, “a los efectos de seguir este camino y establecer las estrategias de control, que tienen que mejorar mucho en nuestro país”, culminó Barrios.

PRODUCCIÓN INDUSTRIAL CAYÓ UN 2,9 POR CIENTO
La producción industrial (o Índice de Volumen Físico, IVF) en Uruguay tuvo en noviembre de 2015 una caída de 2,9% (sin contar la refinería de petróleo), respecto al mismo mes del 2014 y de 9,3% en el Índice de Horas Trabajadas por obreros (IHT), informó el Instituto Nacional de Estadística (INE).
En promedio en el acumulado del año respecto a igual período en el año anterior, los variaciones, con y sin refinería, para el IVF fueron de 3,5% y 3,6%, respectivamente y para el IHT fueron -7,9% y -8%, respectivamente. La división que más incide en la caída mensual de la industria es “Producción de Papel y Productos de Papel” con una variación de -8,2% e incidencia de -0,9 puntos porcentuales.
Le siguen en importancia “Curtiembres y Talleres de Acabado” y “Fabricación de Maquinaria, Exceptuando la Eléctrica” con variaciones de -23,1% y -40,0%, respectivamente, e incidencias de -0,8 y -0,6 puntos porcentuales, respectivamente.
La división con mayor incidencia positiva es “Fabricación de Instrumentos Médicos, Ópticos y de Precisión” con variación de 186,1% e incidencia de 1,4 puntos porcentuales.
La variación mensual del IHT es de -9,1%, y la del IPO es de -8,6%. La división que más incidió en la caída de estos indicadores fue “Elaboración de Alimentos y Bebidas” con variaciones de -7,1% y -6,3% e incidencias de -3,6 y -3,2 puntos porcentuales, respectivamente.

AUMENTÓ CANTIDAD DE FIRMAS EN CONCURSO
La cantidad de empresas en concurso en 2015 creció 36% en comparación con 2014. De las 83, 60 lo hicieron en forma voluntaria –por la imposibilidad de hacer frente al pago de sus obligaciones– y 23 de manera necesaria –solicitado por sus acreedores–, según datos aportados a El País por la Liga de Defensa Comercial (Lideco).
En 2014, los concursos habían llegado a 61, con 41 voluntarios y 20 necesarios, al tiempo que números similares se habían registrado en 2013, con 63 empresas en concurso (43 voluntarios y 20 necesarios). Ese año ya había verificado un incremento en la cantidad de empresas que se presentaron a concurso, ya que en 2012 habían sido 49.
En 2015, si se buscara establecer un promedio, el cálculo daría que se presentaron a concurso de acreedores siete empresas por mes.
El mes con mayor cantidad de presentaciones a concurso fue diciembre con 11, seguido de junio con 10. Pero el dato más significativo lo informó el director gerente de Lideco, Bernardo Quesada, quien precisó que la cantidad de empresas en concurso de 2015 es la mayor desde la crisis económica de 2002.
En el año, las empresas de la construcción y las vinculadas a ese sector fueron las más afectadas y esa situación determinó que se presentaran a concurso. En general, debieron apelar a ese mecanismo empresas de elaboración de manufacturas plásticas, comercios por mayor de alimentos y bebidas y alguna distribuidora de productos lácteos vinculada a Ecolat, compañía que a principios de año abandonó el país.
La Cooperativa Bancaria también transitó el camino del concurso en el primer semestre del año pasado.
En la construcción hubo dos ejemplos importantes de empresas que debieron hacerlo. Una fue la compañía local Calpusa que trabajaba, entre otros proyectos, en las obras de la central de ciclo combinado de UTE en Punta del Tigre, contratada por la multinacional coreana Hyundai y la brasileña OAS, que era el consorcio encargado de la construcción y puesta en funcionamiento de la planta regasificadora que se montaba en Puntas de Sayago.