Locales | 16 Ene El secretario general de la Intendencia, Mario Díaz, la directora de Descentralización, Liliana Geninazza, el director de Turismo, Alejandro Leites, la subdirectora de Descentralización, Mariela Coiro, el director de Vialidad, Gastón Giles y el coordinador de Turismo, Juan Pardo, realizaron en Termas de Almirón la primera reunión de coordinación conjunta, con el administrador del centro termal, Fernando Ilharregui.
Al aire libre, en una mesa de cemento cerca de algunas carpas de turistas que disfrutan en estos días de vacaciones en Almirón, consideraron diferentes estrategias a desarrollar en adelante, toda vez que la Resolución 0120/2016 retiró la administración del Municipio de Guichón y se la asignó a la Dirección de Turismo del Departamento de Promoción y Desarrollo.
Tras la reunión y una recorrida por algunas zonas claves del centro termal, Mario Díaz, en otro banco de cemento, también al aire libre, comentó a EL TELEGRAFO que la determinación tuvo varios motivos, pero que resultó fundamental “lo que consideramos una violación de la Ley de Descentralización, que claramente define que quien determina, contrata y resuelve lo vinculado a los recursos humanos es el intendente departamental. Y el Municipio de Guichón y particularmente la alcaldesa, violentó esa legislación, quitándole al administrador designado por el intendente todo tipo de potestades para desarrollar las acciones que el intendente le había encomendado”.
“La alcaldesa le comunicó al administrador que lo retiraba de toda tarea al administrador y fue desencadenante de la decisión que adoptamos”, subrayó. Con esta decisión, “todo lo que tiene que ver con este centro turístico, incluido los recursos humanos, también pasan a estar en esa órbita”. De todas maneras, “estamos abiertos para contemplar algún funcionario que quiera permanecer en el municipio para que así lo haga. De la misma forma estamos definiendo con el administrador si la cantidad de personal es suficiente o es necesario agregar otros funcionarios”, dijo.
“Asimismo”, comentó más adelante, “se evalúa si el personal está con la camiseta puesta en el proyecto que se está desarrollando. De lo contrario, puede pasar también al municipio. Podemos evaluar cada caso en particular, pero partiendo del absoluto compromiso con el proyecto turístico que queremos desarrollar. Esto no solo se aplica solamente a Almirón, sino en general a todos los trabajadores municipales, a los que hemos atendido en una serie de demandas históricamente olvidadas. A todos les exigimos un mayor compromiso con la gestión del gobierno departamental”.
El secretario general aseguró que “en primer lugar, lo que ponemos sobre la mesa es la necesidad de brindar el mejor servicio posible a la población. Ese es el mayor desafío”. Si para ese fin “tenemos que tomar decisiones que pueden llevar a generar este tipo de situaciones (la controversia con el Municipio de Guichón), no nos va a temblar el pulso, siempre dentro de la ley. Tenemos como norte el cumplimiento irrestricto de leyes y disposiciones, pero en ese sentido vamos a seguir haciendo lo que sea necesario para el cumplimiento de lo que sea mejor para la población”.
Destacó que el hecho que la alcaldesa Lourdes Suárez haya divulgado fotografías del estado de las piscinas tras un derrame de herrumbre, fue “totalmente inapropiado” porque “lo único que lograban era enturbiar y manchar la imagen del complejo termal Almirón, además de poner en riesgo su propio potencial y desarrollo como atractivo turístico. Como gobernante tenemos que ser responsables en el manejo de los recursos que se nos ha encomendado controlar”.
Ahora, tras la decisión del intendente Caraballo, “llegamos al complejo Almirón para tomar todas las acciones necesarias para que sea atractivo, convoque a venir y que aquel que venga se sienta atraído para volver al complejo termal Almirón”.

UN DESAFÍO, UNA OPORTUNIDAD
Alejandro Leites, por su parte, con una sonrisa en sus labios, aseguró: “Siempre me gustaron los desafíos”. Y el ser la cabeza visible de la administración del centro termal en nombre del Ejecutivo Departamental le produce por ese motivo beneplácito. “Hemos estado en contacto periódico con el grupo local de turismo en Guichón. Por eso conocemos las termas, sus fortalezas y sus debilidades. Primero trataremos de cambiar la cara del centro termal, hacerlo más saludable, dotarlo básicamente de servicios que la gente reclama, tales como gastronómicos, una piscina cerrada más”, dijo.
Reconoció que parte de los proyectos están en el Presupuesto presentado por el Municipio de Guichón, pero destacó que “ayudamos al municipio en lo referente al Presupuesto, así que algunas ideas están incluidas, como el caso de la piscina y de un servicio higiénico más”.
“También vamos a mejorar el salón de uso múltiple con mobiliario para tener un lugar amigable donde recibir excursiones o grupos de turismo social. Precisamente hemos adquirido el compromiso de potenciar el turismo social en Almirón, como destino tanto para pernoctar como para llegar por el día”, agregó.
“La diferencia” en favor de Almirón “básicamente es el agua termal salada, eso marca un perfil diferencial. Son terapéuticas, con otros niveles de minerales, por lo que hace que apuntemos a un turismo de bienestar, de regeneración física, sin quitar el entretenimiento del resto de la familia que acompaña. Tenemos un spa dentro del predio termal y otro muy cerca de Guichón, es decir dos a pocos kilómetros, con muy buenos servicios”.
En lo que refiere a eventos, “la Semana Termal es un capítulo cerrado, se hacía a fines de enero y ya estamos sobre la fecha. Sí vamos a trabajar para darle contenido y actividad a carnaval, que sabemos convoca un gran número de visitantes que encuentran un complemento al baño de inmersión, actividades físicas y recreativas”.
Y en el caso del hotel cuatro estrellas, “la idea es que esté operativo para marzo. Estamos en conversaciones permanentes con la empresa que hará la administración, Sacramento Managment, que tiene una trayectoria muy amplia. Creo que el hotel cumplirá ampliamente las expectativas”.

DESARROLLAR EL DESTINO TURÍSTICO
Fernando Ilharregui trabajó durante muchos años en una empresa forestal. Luego se radicó en Long Island, en Estados Unidos. A su regreso volvió al área forestal, hasta que fue convocado por Guillermo Caraballo, por sugerencia de Danny Silveira, exsecretario de la entonces Junta Local de Guichón y edil departamental durante la anterior legislatura. “Yo a Guillermo Caraballo no lo conocía. Trabajé en una forestal durante diez años, después me fui otros diez años a Estados Unidos y cuando volví empecé de nuevo en la forestal. Estando en ese trabajo, surgió esta posibilidad”, contó a EL TELEGRAFO Ilharregui.
Igual que Leites, dijo que aceptó el cargo porque le “parecía un desafío bien interesante y se está cumpliendo”. Sobre su posible condición de empresario turístico, indicó: “Mi esposa tiene una inmobiliaria desde hace 20 años en las termas. Además, pudimos comprar una propiedad aquí al regresar de Estados Unidos. Esos son nuestros intereses acá. Pero yo no administro los negocios, todo lo que hago es cortar el pasto porque con mi esposa somos incompatibles para trabajar en la empresa juntos”.
“Conocía muy bien las termas, sabía cómo están, no me sorprendió su situación. El desafío era acceder al cargo para desde él hacer algo para mejorarlas”, agregó. No obstante, a poco de comenzar la labor comenzaron a aparecer rispideces con el municipio. “Fundamentalmente los problemas fueron con la alcaldesa Lourdes Suárez, aunque hay algunos concejales con los que también era difícil trabajar”.
Fue acusado de tener un trato arrogante con el personal y ante eso respondió: “He estado mucho tiempo coordinando trabajos con personal a cargo, y no había tenido problemas. Aquí me encuentro bien y creo que con el personal trabajamos bien. Hemos logrado limar algunas diferencias”.
“Quizás mi dificultad fue que yo provengo de la empresa privada y un municipio tiene un manejo muy diferente, tengo que reconocerlo. Pero tenemos que tener claro que lo que importa es la eficiencia en el trabajo, no importa de dónde venga cada uno”.
Sobre el incidente de la caldera que terminó lanzando herrumbre a una o varias piscinas, contó que estaban “trabajando para poner a funcionar unos filtros que reciclan el agua termal, que hace años no funcionaban. En eso se nos fue agua a una de las cañerías y de ahí óxido a una piscina. Son problemas de trabajo, no hubo mala intención ni nada. La idea era que en tres horas dejáramos salir todo el óxido, luego limpiáramos la piscina y luego la poníamos nuevamente a disposición de los turistas”.
Para Ilharregui, “el problema principal fue que vino la alcaldesa, sacó fotos y las difundió. Me parece que no tiene mucho sentido, porque en realidad los funcionarios de termas trabajan para cuidar la imagen de las termas, los propietarios de las casas han invertido mucha plata y el comercio de Guichón vive de las termas también”.
“Lo que hizo no ayudó a la imagen de las termas”. No obstante, descartó que hubiera posibilidad de explosiones o daños mayores porque “la caldera no trabaja con ninguna presión, no había posibilidad de explosión alguna”.
Está convencido que “se podrá trabajar muy bien con la administración en Paysandú, mucho mejor de lo poco que se pudo hacer con el municipio. Tenemos que pensar que lo realmente importante es que todo el mundo una esfuerzos para desarrollar este destino termal”.