Locales | 11 Ene El puente internacional General Artigas registra menor movimiento que hace uno y dos años atrás. Según las fuentes consultadas, esto se debería a dos fenómenos: por un lado, los turistas argentinos fieles a las playas del Este uruguayo siguen llegando como siempre, pero hubo una sensible disminución de quienes cruzaban por el puente Paysandú-Colón para ir hacia Brasil. Una de las razones es que el estado de la Ruta 26 es “lamentable”, según los testimonios y fotografías que hemos recibido en la redacción, hecho que es advertido por las autoridades argentinas que vienen a Paysandú con intención de llegar al país norteño por la ruta que nace a 30 kilómetros al Norte de la ciudad de Paysandú. Además, se suma que un tramo de la ruta brasileña que va desde Santana do Livramento (junto a Rivera) sufrió un desmoronamiento, aparentemente a causa del movimiento subterráneo del agua. Según se indicó, muchos de esos turistas que iban a las costas de Brasil vía Paysandú-Rivera, dirigen sus vehículos a la frontera argentino-brasilera de Paso de los Libres. Como hecho anecdótico, en el puente general Artigas el tránsito de vehículos de turistas y ómnibus de excursión se registran más que nada en horas de la mañana, cercano a mediodía. En esos horarios se concentra la mayor cantidad de viajeros, que días pasados motivó que hubiera algunas demoras y se debieran abrir hasta seis carriles para acelerar el tránsito.

POCO TRÁNSITO VECINAL
En cuanto al tránsito vecinal, se ha reducido sensiblemente desde el lado uruguayo, aunque aumentó un poco la cantidad de argentinos --colonenses o turistas en Colón-- que vienen a disfrutar de alguna jornada en Paysandú. Es que hay diferencia de precios -en algunos casos muy importante- en ropa y calzado, tanto “de marca” como más popular, lo que hace que las tiendas sanduceras también sean muy visitadas por los argentinos. También les es favorable el precio de los electrodomésticos, que en Argentina subieron sensiblemente por el valor del dólar en el mercado cambiario.
Desde Paysandú, entretanto, es menor el flujo de sanduceros hacia Colón. Según las consultas efectuadas, ya no es tan accesible ir a cenar a la vecina ciudad, y además el “cero kilo” está vigente y se aplica implacablemente por los funcionarios aduaneros, que revisan en el baúl, debajo de los asientos y hasta en el motor de los vehículos.