Deportes | 15 Ene Nunca se acostumbra. Se levanta y el río vuelve a hacer de las suyas. El Club Remeros Paysandú intenta dar un paso adelante, dejar atrás esta nueva creciente y volver a ponerse de pie.
"El año pasado estuvimos sin club durante un mes, pero cortado; ahora fue más de un mes pero de forma continua, con el perjuicio de que la gente no paga la cuota de la misma manera, aunque igualmente tuvimos pocas deserciones", dijo el novel presidente de la institución, Mauro Goldman.
Hoy el tiempo se insume en las tareas de limpieza, en ver cómo se repondrán los vidrios, se levantará el muro que rodea a la cancha de tenis y se sumará el polvo de ladrillo que se llevó la corriente. O cómo se repondrá el pedazo de pared que se cayó en la cancha de paleta ya en la creciente anterior. "Son todos perjuicios porque así no se puede tener muchos clientes; si el club estuviera fuerte económicamente, sería diferente", afirmó el presidente del club del rombo blanco, quien agregó que se le puso el pecho a las balas; como siempre.
"Tuvimos la ayuda de los dirigentes, profesores y algunos voluntarios, más la gente de mantenimiento, para comenzar a limpiar", contó. Pero todavía falta, y para mañana se espera organizar una "pintada con todos quienes quieran sumarse, para comenzar a recuperar las paredes".
En cuanto a las actividades, Goldman destacó que "pudieron desarrollarse igual pese a la creciente, gracias a la colaboración de diferentes instituciones, como del Golf, el Social donde además funcionó la secretaría, la Plaza de Deportes e incluso una iglesia mormona. No es lo mismo, pero al menos pudimos brindar alternativas".
Pero la creciente afectó en muchos aspectos. "Y... la caja bajó casi a la mitad y tuvimos que enviar gente al seguro de paro. Lo hablamos con ellos, lo entendieron porque hay perjuicio en la recaudación, y nuestra situación institucional es precaria, vamos al día", explicó el directivo.
Eso sí, ganas no faltan. Las tareas de recuperación están en marcha, y se aguarda que el lunes la piscina ya esté en funcionamiento; y más allá de que el remo ya comenzó con las actividades, se espera que a más tardar en 15 días el club esté en pleno funcionamiento, mirando hacia adelante, con dos proyectos esperados: el pintado de la fachada tras un acuerdo con la Intendencia, y el dinero del Presupuesto Participativo que será destinado a la construcción de baños y vestuarios.