Paysandú, Jueves 21 de Enero de 2016

OPINIÓN

SOLICITADA

Locales | 17 Ene ISLAS MALVINAS
Las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes son parte integrante del territorio nacional argentino y, habiendo sido ocupadas ilegítimamente por el Reino Unido el 3 de enero de 1833, se hallan sujetas a una disputa de soberanía que es reconocida por las Naciones Unidas a través de la Resolución 2065 (XX) y subsiguientes de la Asamblea General, en las cuales se insta a los Gobiernos de la República Argentina y del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte a que reanuden las negociaciones a fin de encontrar, a la mayor brevedad posible, una solución pacífica y definitiva a la disputa.
El Comité de Descolonización de las Naciones Unidas se pronuncia todos los años en igual sentido, más recientemente a través de la resolución adoptada el 25 de junio de 2015.
El 16 de diciembre pasado los mandatarios de nuestra región han conmemorado el 50º aniversario de la adopción de la Resolución 2065 (XX) de la Cuestión Malvinas y la primera en reconocer únicamente mediante negociaciones bilaterales. Cabe recordar, al respecto, la actuación destacada que le cupo al entonces representante uruguayo ante la ONU, Dr. Carlos María Velázquez, en el proceso que llevó a la aprobación de dicha Resolución.
En efecto, en su célebre intervención ante el Subcomité III --que él mismo presidía-- del Comité Especial de Descolonización, manifestó que “los Estados americanos no reconocen las adquisiciones territoriales... que se obtengan por la fuerza o por cualquier otro medio de coacción (art. 15 de la Carta de la Organización de los Estados Americanos)” y que “...la aplicación estricta del principio de libre determinación --que pondría el destino de esos territorios en posesión de un limitado grupo de colonos instalados por la potencia conquistadora-- equivaldría a la legalización de una situación de fuerza que (...) ha constituido (...) un ilícito internacional. (...) En el caso actual no hay dudas de que conviene invocar a las garantías (...) [otorgadas] a los Estados en cuanto a su unidad nacional y a su integridad territorial (...) Hemos escuchado al representante argentino expresar que su país ha estado siempre desde el primer momento, dispuesto a entrar en negociaciones para arreglar pacíficamente esta disputa. Y en esa posición, la Argentina no se halla sola (...)”.
A pesar del tiempo transcurrido y las numerosas resoluciones aprobadas desde entonces por la Asamblea General y su Comité Especial de Descolonización, el Reino Unido se niega a reanudar las negociaciones de soberanía.
Estoy convencido de que la Argentina nada tiene en contra de los habitantes británicos de las Islas Malvinas; existe un compromiso de respeto de sus intereses y modo de vida al más alto nivel institucional como lo es la Política de Estado consagrada en su Constitución nacional. Varias han sido las muestras dadas por el hermano país en tal sentido, incluidas las garantías ofrecidas cuando la Argentina y el Reino Unido mantuvieron negociaciones a partir de 1966.
En efecto, durante casi dos décadas se desarrollaron también conversaciones especiales bajo un “paraguas de soberanía” sobre aspectos prácticos que hacían al bienestar de la población de las Islas. Se establecieron así servicios aéreos y marítimos regulares y comunicaciones postales, telegráficas y telefónicas. La Argentina asumió también el compromiso de cooperar en los campos de la salud, educacional, agrícola y técnico.
Los habitantes de las Islas Malvinas gozan actualmente del servicio regular semanal de LAN precisamente porque, tras la suspensión en 1998, pudo reanudarse gracias a que la Argentina autoriza desde entonces el aterrizaje, uso de espacio aéreo y despegue en esa parte de su territorio nacional. Ello permite brindar no solo servicios de transporte, sino otros como la provisión de bienes y servicios.
Sin perjuicio de ello, el respeto de los intereses de los habitantes de las Islas no puede erigirlos en titulares de un pretendido derecho a la libre determinación. Es la propia Asamblea General de las Naciones Unidas que expresamente descartó en el año 1985 la aplicación del principio de libre determinación a esta Cuestión, al rechazar los Estados por abrumadora mayoría dos enmiendas que en tal sentido intentó incluir el Reino Unido en la Resolución que sobre este tema adoptó la Asamblea General. Esta definió en cambio, a la Cuestión Malvinas, como una cuestión colonial especial y particular porque involucra una disputa de soberanía. No hay aquí un pueblo sometido o subyugado por la metrópoli, sino un territorio que ha sido ocupado por una potencia extracontinental que ha establecido allí un régimen colonial, vulnerando así la integridad territorial del país hermano.
Cabe tener presente que, históricamente, Uruguay ha expresado siempre, de manera bilateral, al más alto nivel, su valioso apoyo a los legítimos derechos de soberanía de la República Argentina sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur, Sandwich del Sur y los espacios marítimos circundantes, constituyendo el reclamo argentino una causa regional, ligada a la protección y defensa de nuestros recursos naturales en el Atlántico Sur.
En igual sentido, Uruguay ha votado afirmativamente todas las veces que la Cuestión Malvinas fue tratada por la Asamblea General de las Naciones Unidas (1965-1988). A partir de 1989, fecha en que la Cuestión Malvinas comenzó a tratarse en el Comité de Descolonización de la ONU, nuestro país, si bien no es miembro de ese órgano, ha realizado numerosas intervenciones en su seno favorables a la posición argentina. A su vez, en el marco de la Asamblea General de las Organizaciones de los Estados Americanos, la delegación del Uruguay solicita todos los años el Proyecto de Declaración sobre “La Cuestión de las Islas Malvinas” sea adoptado por aclamación, y reitera nuestro pleno apoyo a la posición argentina.
Me consta que esta verdadera “Política de Estado” uruguaya sobre la cuestión es valorada enormemente por nuestros vecinos, que han agradecido siempre estas manifestaciones de apoyo, y actualmente aprecian muchísimo el renovado respaldo que brinda Uruguay en la Cuestión de las Islas Malvinas en las sucesivas declaraciones de foros regionales y multilaterales.
Espero que estas palabras sirvan para difundir una vez más la posición no solo de nuestros vecinos, sino de la de nuestro país, en la disputa de soberanía que la Argentina mantiene con el Reino Unido. Pero por sobre todas las cosas, deseo que esta nota apuntale el camino para alcanzar una solución definitiva y duradera que permita la recuperación, por la vía pacífica y diplomática, de las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur no solo para la Argentina, sino para toda la región.
Senador Ruben
Martínez Huelmo
Coordinador del Foro Malvinas en el Uruguay


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