Paysandú, Sábado 23 de Enero de 2016
Locales | 16 Ene El salario de 33 funcionarios y los gastos de funcionamiento suman 2.000 dólares de gasto diario en Termas de Almirón, unos 720.000 dólares por año (unos 22 millones y medio de pesos), según un informe reservado del administrador Fernando Ilharregui, al que tuvo acceso EL TELEGRAFO. En él hay una serie de denuncias sobre el funcionamiento reciente del centro termal.
Uno de los aspectos claves del informe es el que señala que la bomba termal saca 30.000 litros de agua por hora y que permanece en funcionamiento 20 horas por día. Esto significa que "en un mes se vuelcan al arroyo (Guayabos) 18 millones de litros, más una cantidad aproximada de 600 litros de químicos como cloro y desincrustante". Por otra parte, "los filtros para reciclar el agua termal no funcionan, lo que permitiría un uso más racional del vital elemento para la existencia de termas". La barométrica vuelca su carga "a pocos metros del centro termal".
Otra denuncia grave se refiere al comportamiento de parte del personal. "En algunos casos los funcionarios trabajan en emprendimientos particulares durante todo el día y usan las horas nocturnas en termas para dormir". En otros casos, "los funcionarios no son supervisados en sus tareas". Y las horas extra "son usadas en forma indiscriminada, como premio a funcionarios, sin tener en cuenta el criterio de la necesidad de los servicios a cumplir".
CARTA EL MISMO DÍA
DE LA RESOLUCIÓN
Por otra parte, Fernando Ilharregui envió una carta al intendente Guillermo Caraballo el mismo día que el jefe político firmó la Resolución 0120/2016. Informó algunas irregularidades que constató desde que ingresó en noviembre pasado.
En la carta el administrador del centro termal denunció que "todo el personal de servicios y espacios verdes no salía a trabajar hasta una hora y media después de la hora de ingreso.
Al mediodía, los funcionarios cocinaban y comían antes de salir a hacer horas extra a las 14.30 horas". Ilharregui agrega que "esas tres horas y media de trabajo improductivo --la mayoría pagas como horas extra-- representan unas 5.800 horas anuales pagadas para desayunar, cocinar y comer".
También denuncia un caso específico de un funcionario de espacios verdes que "para para comer 12.30 y comienza a trabajar a la tarde a las 14.30. Como es de Paysandú, le pagamos los pasajes de ómnibus y a las 17 ya está bañado y esperando en la portería el ómnibus que pasa a las 18.30. En este caso hablé con el funcionario para que vea que estamos pagando 3,5 horas extras por día para que se bañe; más de 800 horas anuales. Cuando notifiqué al funcionario, éste me insultó y terminó con denuncia en mi contra, en el sindicato, por malos tratos".
El administrador de Almirón sostiene en su carta al intendente que "las horas extra eran asignadas como un premio a los funcionarios, sin tener en cuenta el criterio de la necesidad de hacerla para cumplir con los servicios".
Indica además que tras un mes de gestión logró que "el sereno, que durante toda la gestión anterior solamente lavaba la piscina, también pusiera a funcionar la bomba termal para llenarla y nos esperara con la caldera encendida. Esto permitió prescindir de un calderista en el turno de 1 a 7; hablamos de unos 400.000 pesos anuales de ahorro, más los aportes que realiza la Intendencia al BPS por los funcionarios".
Denuncia además que desde el 1º de agosto de 2013 "los moteles municipales estuvieron cerrados por dos años, por lo que se perdió de recaudar unos 250.000 dólares. Se usaban en forma indiscriminada las cuatro cabañas por funcionarios municipales --la número 4 estaba todo el tiempo reservada para el intendente (Bertil) Bentos--.
Desde agosto del 2015, hasta que llegamos en noviembre, las reservas de moteles dejaban dos días cerrados cada motel, después que el turista se retirara, para tener tiempo suficiente para limpiarlos".
La carta culmina con otra denuncia: en una visita a Almirón el encargado de Alumbrado Público, que había ido para inspeccionar instalaciones eléctricas, "descubrió en el basurero unos cien metros de cable pre ensamblado de 3 x 70 x 1,5, con un valor de 50.000 pesos".
NO HAY RENDICIÓN DE GASTOS
El informe del Administrador de Termas de Almirón explica además que por un lado se perdió la posibilidad de recaudar hasta un cuarto de millón de dólares en alquiler de las diez cabañas municipales de doble piso, pues durante dos años permanecieron cerradas; y por otro que no fueron ejecutados presupuestos por 2.400.000 pesos, sin encontrarse rendición del dinero.
Al mismo tiempo cita declaraciones realizadas a EL TELEGRAFO por el ex intendente Bertil Bentos el 8 de diciembre de 2013, prometiendo que "todo lo recaudado en el remate será volcado al propio centro termal". Ilharregui sostiene que los 33 terrenos vendidos produjeron una recaudación de medio millón de dólares, pero que ese dinero no fue efectivamente volcado en obras en el centro termal.
Indica que se presupuestó la construcción de dos piscinas, una recreativa y otra para el reciclaje de agua por dos millones de pesos; la construcción de baños, parrilleros y caminería interna por 300.000 pesos y la colocación de una barrera automatizada en el acceso al centro termal, con un costo de 100.000 pesos. De los 2.400.000 pesos "no se tiene rendición".
En lo que refiere a las piscinas cerradas, el informe del Administrador indica que "se demoró casi un año en reparar el techo de las piscinas cerradas; uno de los vestuarios permaneció cerrado durante muchísimo tiempo en épocas de Semana Santa e invierno".
"El piso que se colocó en las mismas es totalmente inadecuado debido a la inestabilidad que genera en los visitantes, estando todo el tiempo expuesto a una demanda por parte de las personas que pueden caerse", agrega y subraya que "ningún arquitecto responsable de la obra se hace cargo del gasto que genera colocar un piso que hay que levantarlo y colocarlo de nuevo".
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