Paysandú, Sábado 23 de Enero de 2016
Rurales | 21 Ene “Los productores estamos en una situación bastante compleja y en incertidumbre de qué sucederá para adelante”, con muchos tamberos “en rojo y otro tanto empatando”, lo que lleva a que “se deba financiar la actividad en las empresas a través del FFAL --en aquellos que todavía tenían resto para usarlo-- y otros usando créditos bancarios para seguir manteniendo la empresa funcionando”, manifestó a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Roberto Ceriani.
El presidente de la Asociación de Productores de Leche de Parada Esperanza (APLPE) aclaró que esta situación “se mantiene desde hace bastante tiempo, a lo que se suman los negocios con Venezuela que no han logrado ser cobrados por las industrias, con el problema que ello ocasiona”.
En el caso de Conaprole, los fondos de estabilización “que teníamos, con lo cual se compensa la bajada de precio, estaría llegando a su fin en el mes de marzo. Además, por ahora no bajaría el precio de la leche, lo que nos brinda un poco más de tranquilidad a los productores”, expresó.
En cuanto al aspecto climático, Ceriani dijo que si bien al norte del río Negro el panorama de los campos es diferente al sur, “en chacras de Paysandú y Salto se nota la falta de agua, lo que determinará que los pastoreos y la producción de leche que tratábamos de incrementar para cubrir los déficits económicos van a tener problemas”.
AUMENTOS
Sobre los aumentos de UTE, OSE y Antel, consideró que “no era el momento para tomar medidas de ese tipo, e incluso se deberían haber adoptado de forma diferencial”, teniendo en cuenta que afecta “no solamente a los productores, sino también a la clase trabajadora de la ciudad”. Opinó que “de alguna manera es un ajuste fiscal encubierto, o no tan encubierto pero por lo menos maquillado, por lo que deberían haberse diseñado otras herramientas para licuar algunas de las dificultades que tiene el gobierno para cubrir sus costos. Seguimos con el combustible caro e incluso amenazando con alguna nueva suba”, acotó. A esto se suma que “hemos tenido una caída de más del 30% en el precio de la leche en pesos, y una apreciación del dólar mayor al 30%. Por lo que, si juntamos las dos cosas, debemos estar en la mayoría de los aspectos en más del 60% por debajo del poder adquisitivo que teníamos a principio de año”, subrayó el dirigente gremial y productor.
“Los tamberos pagamos en pesos la luz, los salarios y el combustible caro, pero los insumos que adquirimos son en dólares, por lo que cobramos en pesos y debemos comprar dólares caros” e “incluso los créditos a los que accedemos son en dólares, los repuestos para la maquinaria y los servicios agropecuarios están en dólares, quedando muy claro la pérdida de poder adquisitivo que tenemos”, sostuvo.
Ceriani indicó que “el tarifazo no solamente castiga a los productores, sino también a la industria que debe pagar ese valor por la corriente que utiliza, por lo que la pérdida de iliquidez de la industria va a repercutir en el precio de la leche. Así como Uruguay es tomador de precios a nivel internacional, los productores también somos tomadores de precios, y si miramos para atrás no tenemos a nadie a quien trasladarle nuestros costos, como sí lo hace la industria o los que están en el medio de la transformación de los productos agropecuarios”, sintetizó el dirigente. “Esto es un gran problema porque nosotros no le podemos decir a la gente que tenemos trabajando en el predio que le vamos a bajar el sueldo porque bajó la leche”, añadió.
Entiende que esto repercute directamente “en la familia. De seguir esto así, la familia deberá abandonar el medio rural, porque la juventud busca otras expectativas mejores en otros lados. Quizás con otra forma de vida u otras transformaciones en su contexto familiar”.
“Menos el ganado, que es el rubro que ha bajado menos pero que también cobra en dólares, otros sectores como el arrocero tienen dificultades enormes de precios al igual que la lechería”, indicó el productor, quien acotó que este aumento de las tarifas “baja las revoluciones de un sector agropecuario que venía empujando”.
Consultado si la capitalización de Ancap tiene que ver con esta situación, dijo que “probablemente”, porque “de algún lado tiene que salir el dinero y de alguna manera debe tener asidero”.
VENEZUELA
En las últimas horas se mencionó que el gobierno analiza la posibilidad de compensar económicamente a las empresas lácteas a las que Venezuela les adeuda una cifra cercana a los U$S 100 millones, de los cuales 86 millones corresponden a Conaprole.
A comienzo de la presente semana se concretó un encuentro entre integrantes de las empresas y la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse, la que planteará esa posibilidad al presidente de la República Tabaré Vázquez.
Tanto Claldy como Calcar no recibieron ni un peso de los 50 millones de dólares que el Bandes disponía para el primer pago a las industrias. Gran parte del mismo fue para la Conaprole y el resto para PILI. Precisamente a la industria láctea sanducera le quedan 2.600 toneladas de queso para exportar a la nación bolivariana, que ya fue elaborado y las que permanece en las cámaras de frío hasta que se solucione el tema del pago.
En el caso de Conaprole, la leche en polvo que se iba a enviar a Venezuela, había sido elaborada con un complemento vitamínico específico para ese mercado por lo que no es fácil enviarla a otro destino. Durante la movilización de este martes, Carolina Banchero que fue la portavoz de los productores en Young, indicó que Claldy exportó más de 4.000 toneladas de queso, produciendo en turnos extras para cumplir con el pedido, pero hasta el momento no ha podido cobrar U$S 7,5 millones que le adeuda Venezuela por lo que debió prescindir de 40 trabajadores zafrales.
TRANQUILIDAD
Respecto a la situación generada con Venezuela, el titular de la gremial de productores --que en nuestro departamento remiten a Conaprole-- dijo que “hay un negocio hecho por mayor volumen de productos, y el pago que necesitan las industrias nos daría la tranquilidad de precio, porque hoy estamos con la incertidumbre que si Venezuela no paga y la leche a nivel internacional no tiene una mejora, evidentemente esto no va por un buen camino”.
Ceriani entiende que “en algún momento deberá buscarse una solución, que pase por algún crédito global mayor al sector para poder sostener las empresas o tendrán que bajar el precio de la leche”. Expresó que el problema de Ancap “de alguna manera juega porque el cambio de productos era pago del petróleo que había adquirido Ancap, y el ente estatal de alguna manera podría haber atenuado esa diferencia. Hoy evidentemente, con el problema que tiene Ancap, no puede resolver su problema y menos el de nosotros”.
Por otra parte, el dirigente reconoció que el presidente del Instituto Nacional de la Leche (Inale), doctor Ricardo de Izaguirre, “agarró un fierro caliente al estar participando activamente de las negociaciones que se efectúan en el sector”. Explicó que “se están moviendo a nivel del Bandes cómo se complementa la otra parte del Fondo de Financiamiento de la Actividad Lechera (FFAL 2) que tenemos para levantar a fines de febrero”. Precisó que “hay productores que ya lo tiene gastado en el Banco de la República y están esperando para cubrir el crédito que han sacado del BROU”.
RUTA 26
Roberto Ceriani recordó que días atrás productores lecheros viajaron hacia el Campo de Recría de Tierras Coloradas (Caltieco), ubicado en el kilómetro 117 de Ruta 26, y observaron claramente el deterioro de esa ruta, y que ha avanzado aún más en los últimos meses. Manifestó que “al ministro de Transporte y Obras Públicas (Víctor Rossi) habría que largarlo descalzo o en bicicleta para que venga a Paysandú. Hablar frente a un micrófono es muy fácil, pero para quienes deben transitarla todos los días no es fácil. Después hablan de los productores que tienen vehículos 4X4, pero está claro que si hoy no tenés un vehículo bueno, tenés que salir de andante”, añadió.
“A veces voy manejando y pienso, como ciudadano, que deberíamos hacerle un juicio al Estado, porque si voy sin cinturón de seguridad me multan, pero el estado de la ruta es un atentado a la integridad física, e incluso han habido varias muertes en la Ruta 26”, indicó.
NO HA RACIONALIZADO
Considera que el país “no ha racionalizado y la propia izquierda no ha entendido cómo funciona el país y el agro en especial”, subrayó el productor. “La gente a veces evalúa el agro por algunas empresas, y ese no es el agro”, agregó.
Manifestó que “la mayoría son empresas familiares y medianas, lo que por ejemplo está claro en la ganadería, en donde más del 60% son empresas de 200 hectáreas, con un ingreso neto entre 65 y 75 dólares, por lo que al año no sacan más de 10.000 dólares y con eso deben mantener la familia, mandar los gurises a estudiar”. Precisó que el 75% de las empresas lecheras “son menores de 150 hectáreas”.
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