Rurales | 24 Ene A pesar de las altas temperaturas y la falta de precipitaciones prácticamente durante todo el mes de enero, la situación de los cultivos de verano y fundamentalmente la soja --en especial los de primera que ocupan el mayor área sembrada-- “es de buena a muy buena en general”, señalaron a EL TELEGRAFO los ingenieros agrónomos Federico Nolla y Miguel Pastorini, técnicos de la empresa Agrocentro.
De todas maneras fueron claros al indicar que “se pueden dar excepciones” según el agua recibida oportunamente, al tiempo que confirmaron que las lluvias que se registren en el mes de febrero “serán clave” para el futuro de los cultivos.
Pastorini precisó que el desarrollo de los cultivos hasta el momento “ha sido exuberante”, apreciándose mucha “tranquilidad” respecto a la aparición de insectos en las plantas, no así en el tema precios, que hoy “es la gran preocupación” de los productores y técnicos.
Sostuvo que las diferencias de lluvias en varias zonas del país son importantes también para el desarrollo de los cultivos: “La diferencia grande la tenemos entre zona, siendo una clasificación grosera lo que sucede al norte del río Negro con lluvias muy por encima de lo normal en los meses de agosto, setiembre, octubre y diciembre. En tanto que para el centro y sur del país la situación es totalmente diferente, al extremo que se constataron casos en Mercedes, Palmitas y especialmente en Florida, en donde mucha gente venía sembrando y dejó a causa de la falta de precipitaciones y luego retomó tras la lluvia, situación que acá en el norte no se dio”.
“Hoy los cultivos tienen su diferencia de crecimiento y en especial entre zonas y no entre chacras cercanas. Si bien en esta zona los cultivos están más armados y con un fuerte potencial, en el sur recién se vienen acomodando tras la deficiencia hídrica”, añadió. Reiteró que “hoy la situación no es problemática en esta zona porque los perfiles están llenos debido a las buenas lluvias de diciembre, pero serán fundamentales las lluvias de febrero para no perder este desarrollo de las plantas”.
Para Luis Simean, gerente de la filial Paysandú de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran), “la situación en general de los cultivos es muy buena, consolidando buenas implantaciones las lluvias del mes de diciembre. Mientras que en enero, a pesar de la poca agua, tuvimos mucho sol, lo que consolida el desarrollo de los cultivos de soja, maíz y sorgo”.
Entiende que las precipitaciones “serán necesarias de aquí para adelante, que es cuando los cultivos entran en la etapa reproductiva y es fundamental que ahí no les falte la lluvia”. Recordó que “febrero es el mes clave para las lluvias. Ya tenemos la mala experiencia del año pasado, cuando llovió bien en enero pero faltó el agua durante febrero y marzo, lo que se manifestó con bajos rendimientos. Esperemos que este año sea al revés y esta falta de agua en enero se revierta el mes venidero y en marzo”. En lo sanitario, Simean indicó que “la escasa humedad en el ambiente determina que no proliferen los hongos ni las plagas y los cultivos vienen con bajo índice de aplicaciones. Pero igual ahora se ingresa en una etapa clave, en donde será crítico el área foliar que tengan para consolidar el llenado de grano”.

ROYA
El ingeniero Pastorini no pasó por alto la situación que se verifica con la aparición de los primeros casos de “roya asiática de la soja” en chacras de Rivera y Tacuarembó. “Ya estamos con una luz amarilla de alerta. Hace un mes atrás ya teníamos informes que en la zona de Don Pedrito, en el sur de Brasil y próximo a la frontera con nuestro país, se habían encontrado pústulas de roya, y ahora aparecieron los primeros casos en Uruguay”, indicó.
Manifestó que los productores y técnicos “deben estar muy atentos y trabajar más en la prevención del ataque de la enfermedad”. Citó que a pesar de que “la dinámica cambia”, habitualmente sucede que una semana y media a dos después del primer caso en el norte del país, aparecen los primeros casos en el litoral oeste, siempre y cuando se den situaciones de humedad que propicien su aparición.
Por su parte, Simean explicó que el departamento técnico de la cooperativa está en alerta respecto a los casos que se han detectado en nuestro país, pero recordó que hasta ahora “las condiciones del clima no son favorables para el desarrollo de los hongos”.

MÁS RENTABILIDAD
Las complicaciones de precios que permitieran una mayor rentabilidad del cultivo fueron determinantes para que los productores tuvieran que remitirse en la presente zafra al área de su establecimiento en donde se verifican los mejores índices de productividad, procurando no perder en el negocio. “Lo que se hizo por parte de los productores fue eliminar áreas más lejanas a los puertos, por lo que en el Este del país se redujo drásticamente el área, al igual que en los campos más del norte”, sostuvo Nolla.
Respecto al resto del área, “se fueron eligiendo aquellas chacras y en las que los Planes de Uso de Suelos les cabía soja, además de ser perfiles que venían cargados de agua o chacras muy buenas, las que se fueron clasificando”. Se eliminaron, en cambio, “aquellas chacras más complicadas y comprometidas por determinadas cosas, siendo en definitiva el área utilizada más selectiva”.

SORGO
“Nosotros sembramos sorgo para la producción de alcohol de ALUR y algún productor que lo utiliza para la reserva personal, los cuales han tenido hasta el momento un muy buen crecimiento y, al igual que la soja, sin inconvenientes de insectos y lagarta”, dijo Pastorini. Recordó que en año anteriores “con la lagarta cogollera era una carrera detrás de ella y hoy por suerte eso no se está dando, pero en general los cultivos están muy lindos”.