PRESIDENTE DE CARU

Locales | 22 Ene La draga D-9 “Alfredo Labadie” de la Administración Nacional de Puertos (ANP), que llegará en los próximos días al puerto de Fray Bentos, retomará los trabajos de profundización del río Uruguay en febrero, pero se dedicará primeramente a repasar los dragados hacia el sur de Fray Bentos, para después volcarse hacia el norte, destacó a EL TELEGRAFO el presidente de la delegación uruguaya en la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), Gastón Silberman.
La tarea que resta será encarada con equipo de la ANP y no a través de la Dirección Nacional de Puertos y Vías Navegables (DNVN) de la Argentina, que empezó tarde con el trabajo previsto y ha sido poco efectiva en su tarea, indicó Silberman.
Recordó que el 2 de junio de 2010 los presidentes de Argentina y Uruguay encomendaron programar el dragado de profundización y balizamiento del río Uruguay, en tanto el 16 de marzo de 2011 se celebró el acuerdo ministerial argentino–uruguayo, que encargó a CARU la elaboración del proyecto que contemplara aspectos técnicos, económicos y ambientales y que incluyera el estudio de impacto ambiental.
En la oportunidad, acordaron aportar los recursos financieros para afrontar los gastos que demande la realización del proyecto. Además, encomendaron a la CARU los estudios pertinentes para prever posibles dragados si así lo permitieran los estudios ambientales.
Actualmente, está en ejecución el dragado y balizamiento del río Uruguay entre el kilómetro 0 y el 206,8 (frente a San Félix, al sur de Paysandú). CARU envió a la ANP la autorización para comenzar, una vez finalizado el dragado a 22 pies del paso crítico Barrizal, la segunda etapa, que incluye llegar a 25 pies en todos los pasos del sur del río Uruguay, desde el puerto de Fray Bentos hasta Nueva Palmira, que reanudará en febrero para luego pasar a los trabajos al norte de Fray Bentos. Además, se cumple con los estudios previos al dragado de profundización y balizamiento desde Paysandú hasta Concordia-Salto, cuyas obras comenzarían después del primer plan de dragado entre los kilómetros 0 y 206,8.
Para el transporte entre los puertos de Paysandú, Concordia-Salto, se contempla la alternativa de la embarcación del tipo Mississippi, con remolcador de empuje, mientras CARU ha acordado, además, la creación de un fondo de reserva para el mantenimiento del dragado y balizamiento del río, que dará continuidad a las obras en curso, explicó Silberman.

DEMORA POR OTROS COMPROMISOS
Recordó que la D-9 había sido retirada para cumplir funciones en el puerto de Montevideo, “pero está lista para reemprender el trabajo en el río Uruguay”, aunque el personal recién terminará la licencia para cumplir con el dragado que había sido suspendido.
Silberman consideró que “la draga tiene que repasar algunos bajofondos que quedaron. Primero se hizo a 22 pies y luego se sigue a 25, pero hay que ir haciendo batimetría, para ver dónde hay que repasar. Y luego, batimetría pos dragado, para así determinar el volumen de material extraído y hacer efectivo el pago por el dragado”.

TRABAJOS TARDÍOS Y POCO EFECTIVOS
El presidente de CARU sostuvo que la DNVN de Argentina “tardó en comenzar los trabajos y fue muy poco efectiva. Ha dragado en las proximidades del puerto de Concepción del Uruguay y realizó un trabajo de menor envergadura que las expectativas”.
Asimismo, en lo que refiere a la gestión de CARU, por tratarse de un organismo binacional, se trabaja junto con la delegación argentina, pero ante el cambio de gobierno ahora no hay delegación argentina. Pero “lo que mencionamos está aprobado y se va a llevar adelante, de acuerdo con lo proyectado”.
Recordó que el dragado se dividió en dos partes, “pero hubo que corregirlo, porque la draga argentina hizo poco trabajo y la están reparando en Concepción. Por lo tanto, hacia el norte trabajará la D-9 de la ANP, lo que requiere coordinación, porque debió suspenderse en su momento lo que se estaba haciendo en el río Uruguay para llevar la draga a Montevideo. Esto hizo enlentecer el resultado del dragado”, señaló Silberman.

LA DRAGA
La D-9 es una draga de succión de construcción alemana, rebautizada “Alfredo Labadie” por la Administración Nacional de Puertos en 1984. Tiene capacidad de dragado hasta 20 metros de profundidad y cala 5,70 metros. La eslora (largo) de la embarcación es de 90 metros, tiene 17,70 metros de manga (ancho) y 7 metros de puntal (altura hasta la cubierta).