ESTARÁ INTERNADO 90 DÍAS EN INAU

Policiales | 25 Ene Uno de los dos menores internados en INAU tras disparar con una pistola Glock 17 --robada hace un año a un oficial desde su despacho-- a una joven pareja en la zona balnearia, dijo que había hurtado el arma una semana antes de la rapiña. Explicó que la había robado de un vehículo estacionado cerca de la sede del club Pasandú Rampla Juniors.
El arma fue entregada por un hombre a personal de la Unidad de Investigaciones, inmediatamente después de la rapiña a la pareja, tras encontrarla caída en mitad de la calzada en Baldomero Vidal entre Andresito y Éxodo, con una vaina detonada en la recámara.

EN BARRIO CURUPÍ
Al día siguiente, una dotación de Investigaciones condujo desde una casa en barrio Curupí a dos menores de 15 y 17 años, y a la pareja de uno de éstos. La joven dijo que la moto Yumbo 110 cc hallada oculta tras un árbol de la zona del Anfiteatro del Río Uruguay tras la rapiña, se la había regalado su abuela y que la usaba con uno de los menores, con quien convive desde hace cuatro meses. Detalló que la noche anterior a la rapiña, su pareja se retiró en moto y regresó en la madrugada, diciéndole que había sufrido un accidente y que inspectores de la División de Movilidad Urbana le habían decomisado la moto. La joven recordó que el menor presentaba lesiones en piernas, rodilla, y tobillos.
Su pareja, tras confesar su participación en el hurto, detalló que se encontró en Plaza Artigas con el otro adolescente y otros conocidos. Cuando quedaron solos, su amigo le exhibió una pistola que llevaba en la cintura y le dijo: "mirá lo que traje, vamos a robarnos algo".

YA TENÍA EL ARMA
Añadió que su compañero ya le había mostrado esa pistola una semana antes, cuando compartían bebidas alcohólicas. En esa ocasión, el otro adolescente le quitó tres o cuatro balas y le explicó cómo se manipulaba el cargador. La noche que decidieron cometer la rapiña, él condujo la moto hacia la zona balnearia hasta que eligieron como víctima a una pareja que se encontraba en una camioneta estacionada en el cantero central de Baldomero Vidal, orientada hacia el Parque Guyunusa, con la puerta del acompañante abierta.
Trepó al cantero desde atrás de la camioneta, se detuvo del lado del acompañante, a dos metros de la caja, manteniendo la moto encendida. Su compañero descendió, extrajo la pistola y se cubrió parte de la cara con la campera para acercarse a la mujer y exigirles el dinero, emprendiendo luego la fuga rumbo al Curupí, en poder de la billetera del hombre y la cartera de la mujer.

LES DISPARÓ
Antes de llegar al Anfiteatro del Río Uruguay, notó las luces de la camioneta que se acercaba y escuchó cuando su compañero cargaba la pistola, se volvía y disparaba el arma. Instantes después la camioneta los embistió desde atrás y, luego de que ambos ambos cayeron hacia la izquierda, continuó en dirección norte.
Inmediatamente, se reincorporaron, recogieron los efectos hurtados y retomaron la marcha, pero advirtió que la rueda trasera de la moto estaba dañada, por lo que la llevaron de tiro hasta el pasaje existente junto al Anfiteatro, la abandonaron y se separaron.
Su compañero le pidió que retornara a buscar el arma que habían perdido en la caída ya que conservaba sus huellas dactilares, pero él optó por retirarse a su domicilio, donde dijo a su pareja que había sufrido un accidente y le habían decomisado la moto.
Por su parte, el otro adolescente corroboró lo expresado por su amigo. Respecto a la pistola, expresó que la tenía desde hacía aproximadamente una semana, tras haberla hurtado de un auto estacionado cerca de la citada sede deportiva. Dijo haberla ocultado en el techo de su casa, hasta la noche de la rapiña. La jueza Elsa Montín inició un proceso infraccional a los menores como presuntos autores, en los términos del Código de la Niñez y la Adolescencia, de un delito de rapiña, imponiendo su internación en dependencias de INAU por el plazo de 90 días.