Deportes | 01 Feb River Plate le arruinó el verano a Boca. El millonario volvió a ganarle a los xeneizes, otra vez por 1 a 0, en un superclásico argentino amistoso jugado en Mendoza. En esta oportunidad no hubo expulsados ni incidentes como en el escandaloso partido que jugaron hace días atrás en Mar del Plata. Otra vez con un tiro penal se definió el choque de los dos más grandes clubes del fútbol argentino, este vez ejecutado por el uruguayo Rodrigo Mora, a los 81', en el estadio Malvinas Argentinas totalmente colmado por los espectadores de uno y otro equipo.
Hace una semana en Mar del Plata, los millonarios se habían impuesto de tiro penal ejecutado por Luis Pisculichi, en un bochornoso partido en el que vieron la tarjeta roja tres boquenses y dos riverplatenses.
En aquel partido hubo un concierto de patadas e incluso casi todos los jugadores se trenzaron en una pelea con golpes, empujones e insultos. También el arquero de River, Marcelo Barovero, fue agredido desde la tribuna con un proyectil, pero el partido se jugó igual.
En esta oportunidad parecía que la historia se volvía a repetir cuando al terminar el encuentro Carlos Tevez, le reprochó a Mora un gesto agresivo al festejar el gol, pero otros futbolistas se interpusieron y el problema no pasó a mayores. Boca quería tomarse revancha, pero otra vez volvió a mostrar problemas defensivo y descoordinación en el ataque. Tevez estuvo lejos de su nivel, incluso falló una clara ocasión de gol. Por su parte, River fue un poco mejor con el dominio del balón y gracias a un infantil penal cometido por Palacio, que había ingresado unos minutos antes, para que Mora cambie por gol.

VERGÜENZA
Anoche, el clásico entre Estudiantes (ganaba 1 a 0) y Gimnasia, en Mar del Plata y por el torneo de verano, terminó en escándalo con los jugadores tomándose a golpes de puño. La gresca generalizada obligó a que el choque terminara antes de tiempo. Álvaro Pereira había sido expulsado a los 10 del complemento en filas del pincharrata.